La segunda fase de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Información (CMSI) tendrá lugar en Túnez la semana próxima. Este artículo se refiere a las discusiones alrededor de la gobernanza de Internet, el seguimiento de la CMSI, aspectos de desarrollo y el enfoque de los grupos de la sociedad civil activos en el proceso de la Cumbre. La conclusión: Los Estados Unidos merecen por lo menos tanta crítica como las autoridades tunecinas.
(EE.UU. dice que ninguna entidad de la ONU debe controlar Internet)
(Sitio Web del Departamento de Estado de EE.UU., el 25 de octubre de 2005)
En el fondo, hay algo muy divertido en la actitud de los Estados Unidos frente a un cambio en el régimen del gobierno de Internet. El gobierno estadounidense dice que cuando él -su autoridad ejecutiva y su ley territorial- ejerce un rol de supervisión sobre ICANN (1), ello no equivale a ejercer control. Pero cuando hace lo mismo una entidad de la ONU (tomemos el caso de un cambio mínimo en el régimen del gobierno de Internet, donde nada cambie salvo que ICANN se relacione con la ONU, que ejerza el mismo nivel de control que hace EE.UU. hoy, y que ICANN, aún si permanece localizado físicamente en EE.UU., consiga inmunidades de la ONU), entonces dicen que la ONU sí estaría ejercitando control.
El problema es que muchos miembros de sociedad civil se convencen con este argumento. Ponen tanta atención en el temor de que Internet pueda ser «controlado», que se olvidan enteramente de otros asuntos igualmente importantes. Se trata de los temas de soberanía, legitimidad, e imparcialidad y equidad en el gobierno global. La mayor parte de este contingente de sociedad civil proviene del Norte. Quizás ellos confían en los EE.UU. más que en la ONU; nosotros del Sur no lo hacemos. En los debates sobre gobierno de Internet, países como Irán, China y Arabia Saudita son citados como símbolos emblemáticos de ciertas cosas. Por favor no olviden que EE.UU. también es considerado un fuerte símbolo de muchas cosas indeseables para el Sur.
Conocemos los problemas que implicarían someter el espíritu libre de Internet a los viejos marcos políticos y burocráticos de gobernanza, y a lo que la ONU o la UIT puedan hacer. La comunidad mundial debe ocuparse de esta problemática en forma muy vigilante. Pero eso queda en segundo lugar. Primero, EE.UU. debe renunciar a su control. Si no lo hace, debemos considerar a este control como ilegítimo y a EE.UU. como un usurpador. Para nosotros, los del Sur, que conocemos el colonialismo, es la forma más flagrante de imperialismo: «Permanezca de mi lado, y usted ganará»; como si uno no se gobierna a sí mismo. Preferimos la legitimidad de gobierno a las demás golosinas que nos pueden prometer.
Un senador estadounidense justificó recientemente la continuación del control de Internet por parte del gobierno de su país, al decir: » Estados Unidos ocupa una posición única en el mundo para proteger los principios fundamentales de prensa libre y de libertad de expresión, que han permitido que Internet prospere».
El mismo argumento podría utilizarse con igual eficacia en los debates sobre gobernanza global, para asumir el control de entidades de la ONU, o para dejarlas fuera de juego. Y sin duda es lo que EE.UU. pretende hacer cada vez más. El Norte liderado por EE.UU. argumentará las restricciones financieras para crear cualquier nuevo «cuerpo de política global para las problemáticas de la Sociedad de Información», pero no dudará en gastar un monto mucho mayor para abordar estas mismas problemáticas en otros foros, que tienen menos legitimidad política, o que admiten un mayor dominio estadounidense.
El reciente bloqueo liderado por EE.UU. de un mecanismo efectivo de implementación y seguimiento de los acuerdos de la CMSI fue presentado en términos que, en el fondo, cuestionan la lógica misma de la CMSI, y ciertamente su fase de Túnez. Y durante el segundo Comité Preparatorio de febrero, todas las posibilidades de considerar inversiones mundiales en las TIC (2) para el desarrollo, en tanto necesidad urgente y responsabilidad global -capaz de introducir un nuevo paradigma del desarrollo-, fueron una vez más echadas a pique por los gobiernos del Norte liderados por EE.UU. Así, cuando en este momento es obvio que la Cumbre de Túnez es un fracaso, y que los gobiernos del Norte bajo el liderazgo estadounidense son responsables de ese fracaso, la sociedad civil requiere hablar más fuerte: tanto para denunciar el fracaso de la CMSI, como el papel que juega EE.UU. en el mismo.
La situación tunecina es un asunto importante para la sociedad civil. No vamos a dejar de lado esta oportunidad, dado el hecho que la Cumbre se realiza en Túnez, para hacer todo lo que podamos para ayudar a mejorar la situación de derechos humanos en ese país.
Pero es igualmente importante no dejar que EE.UU. se salga con la suya, con su autocalificación de estar «situado de manera única en el mundo para proteger los principios fundamentales de prensa libre y de libertad de expresión», y condenar, con la misma energía, lo que ha hecho con las esperanzas de los pobres y desamparados del mundo en el proceso de la CMSI.
La mayoría de integrantes de la sociedad civil en la CMSI tienden a decir que, por supuesto, son críticos de los EE.UU. Pero no son tan estridentes en su crítica, como lo son, por ejemplo, frente a los tunecinos. He oído a muchos opinar que si no son tan duros en su oposición al control unilateral de los Estados Unidos sobre el gobierno de Internet, es porque es improbable que ese país abandone fácilmente su control. Pero pienso que tampoco es fácil que Túnez vaya a cambiar con facilidad, solo por nuestras protestas. Sin embargo, ello no impide que vayamos a -y tengamos que- seguir protestando, tan fuerte como podamos. La Cumbre de Túnez debe ser utilizada por la sociedad civil para decirle a EE.UU. -en palabras fuertes y claras- lo que piensa de su usurpación de la supervisión de Internet, y de su responsabilidad en el fracaso de la CMSI en todos los frentes.
La fase de Túnez de la CMSI ha sido un fracaso aún mayor que la fase de Ginebra. La sociedad civil tiene la responsabilidad de preparar una libreta de calificación para esta fase de Túnez (y la CMSI en general) e identificar los factores del fracaso. Los Estados Unidos tendrán la primera opción de recibir un gran número de puntos rojos. Pero el hecho es que ya son muchos años que EE.UU. asume posturas geopolíticas tan extremas con respecto a un gobierno global justo, que la mayoría de los acontecimientos relacionados con políticas globales han sido acompañados de una crítica feroz de la sociedad civil. Es un correctivo necesario a la política estadounidense, y una de las responsabilidades más importantes de la sociedad civil global, es la de presionar por una mayor justicia y equidad en la gobernanza global. Estados Unidos debe haberse ya acostumbrado a ello. Espero que la sociedad civil no le dé una sorpresa agradable en Túnez. (Traducción: ALAI)
– Parminder Jeet Singh trabaja en «IT for Change», de la India.
Notas:
(1) NDLR. ICANN: entidad responsable de administrar los nombres de dominio y números IP de Internet.
(2) NDLR. TIC: tecnologías de la información y la comunicación.