Literalmente el Planeta hoy se detendría sin las computadoras. Nadie concibe desde el programa espacial hasta un proceso industrial o sencillas estadísticas, sin un ordenador…hasta los que llegamos con cierta reticencia a esta era pensando que nunca nos atraería un mundo dominado por los códigos binarios, confesamos que no podemos vivir sin ella. Pero aunque […]
Literalmente el Planeta hoy se detendría sin las computadoras. Nadie concibe desde el programa espacial hasta un proceso industrial o sencillas estadísticas, sin un ordenador…hasta los que llegamos con cierta reticencia a esta era pensando que nunca nos atraería un mundo dominado por los códigos binarios, confesamos que no podemos vivir sin ella.
Pero aunque imprescindible su presencia pocas veces nos hace pensar que tras la fascinación muchos de sus «dominios» nos convierten en sus «esclavos», y no me refiero a la dependencia de la que habitualmente se habla, sino a aquella sumisión sutil de la tecnología, más precisamente de los software que nos lleva a buscar lo último en sus sistemas operativos, sin saber en inmensa la mayoría de las ocasiones que lo que parece libre, al alcance de todos, es en realidad la trampa de un gran negocio.
Software rentable
Cuando utilizamos el sistema operativo de Microsoft Windows, estamos pisando terreno privado. Sólo el paquete de Office- mediante el que ahora le hago llegar estas líneas cuesta 400 dólares. Esta compañía de la que es dueño uno de los hombres más ricos del Planeta, recibe un impuesto fijo de 100 dólares anuales por cada ordenador en el mundo, una y otra vez aunque haya inventado el sistema hace ya más de una década…
De manera que además de estar en manos de sus dueños cada vez que usamos nuestra PC, también dependemos de ellos, pues cada año una nueva versión nos atrae. Trampas del mercado que han llevado a muchos incluso a pagar enormes multas o a la cárcel acusados de piratería….todo si no sigue las reglas de compra-venta de compañías como APLEE, MICROSOFT, YAHOO, IBM ó INTEL.
Libertad digital
Por suerte la creatividad humana ha ido poniendo freno a la «sumisión tecnológica» contra la que se revelara de la que se revelara Richard Stallman, quien en 1984 trabajaba en el Laboratorio de Inteligencia Artificial del Instituto Tecnológico de Massachusers en Estados Unidos.
Su concepto de que el conocimiento no es privativo «invadiría» las mentes de programadores de todo el mundo e inspiraría la creación del primer sistema operativo libre: el Linux.
Hasta el momento -me refiero durante los años del boom inicial de las computadoras, las máquinas s comercializaban con el software incluido, por supuesto hasta que se dieron cuenta que el negocio podía ser más lucrativo.
El científico cambió literalmente los conceptos del conocimiento hasta ahora privado, poniendo en la palestra las «libertades» del software libre que son muchas: no hay cláusulas que te impidan hacer uso del producto para cualquier fin, se puede copiar, modificar, ampliar, corregir, aumentar, estudiar a profundidad, adaptar y asegurar a sus exigencias, compartir o no hacer públicos estos cambios, sin que medie el dinero…en fin es más democrático.
Y no se trata de que los códigos libres sean superiores a Windows, sino de que esos últimos son como aquellos de fácil aprendizaje y comparten semejanzas en que pueden manejar varios ficheros y puertos, permiten trabajo en red, incluso existe compatibilidad en varias de sus aplicaciones.
Pero hay una diferencia sustancial: sencillamente los software libres no le cuestan; se lo pueden regalar y hasta prestar y usted no tiene que pedir permiso ni licencia.
Tales son sus ventajas, que sobre ellos se soporta el setenta por ciento de los servidores de internet¸ Google, el mayor buscador también lo hace, y la policía francesa, la administración pública española, la bolsa de valores londinense y hasta la casa Blanca. También el sitio desde el que hoy trato de convencerlo de las ventajas del software libre.
Software made in Cuba
En la mayor de las Antillas, donde aún el sistema predominante es el Windows, se ha ido eliminando la resistencia al cambio, provocada por el tiempo de uso, los temores. Se considera que en la actualidad el 20 por ciento de los ordenadores del país usan alguna distribución de software libre.
En 2004 el Consejo de Ministros de Cuba adoptó el acuerdo para que el Ministerio de Informática y Comunicaciones ordenara a los organismos centrales la migración hacia los sistemas abiertos; un año después se crea el grupo nacional para ello.
«Cada organismo traza su política de migración que incluye un estudio de los hardware y software instalados, de sus necesidades y si esos soportes existen o deberán ser desarrollados y comienza a migrar, advierte el MSc. Lino Rodríguez, director de la Oficina para la Informatización de la provincia de Cienfuegos.
Existe para ello un dispositivo nacional especializado que totalmente soberano se adapte a las necesidades del usuario como parte de la informatización de la sociedad y de forma autónoma: Nova.
«Se trata de la distribución cubana del software libre -explica el ingeniero Denys Morejón, Administrador de red en la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) en Cienfuegos- cuya núcleo es Linux específicamente y que se desarrolla en la Universidad de Ciencias Informáticas (UCI); su importancia al distribuir los sistemas operativos es vital para la soberanía informática del país, pues permite la adecuación a los requerimientos y necesidades de cada usuario nacional.»
La Aduana General de la República durante 2010 migró totalmente a aplicaciones de software libre y empresas como ETECSA, y las oficinas centrales de los ministerios de Informática y Comunicaciones, Educación y Educación Superior, Cultura y Salud, algunos gobiernos locales, constituyen grupos de avanzada en ese proceso.
Y es que el cambio total del sistema operativo Windows y otros programas afines, por otras aplicaciones libres o de patentes propias, será un paso determinante para la soberanía tecnológica nacional.
Este año deberá concluir la primera etapa de la migración a programas de código libre en todas las entidades estatales cubanas, mientras que los Joven Club de Computación y Electrónica incrementarán los cursos sobre ese tipo de aplicaciones, según declaraciones del Ministro de Informática y Comunicaciones.
Las leyes del bloqueo norteamericano prohíben que los cubanos accedan a programas informáticos como Windows y otros, desarrollados en su país, mientras muchas naciones pierden cada año millones de dólares en pago de licencias de software, siguen «dominados», entonces por qué no cambiarse al bando de los que usan sistemas operativos libres, si además usted puede ser más democrático y compartirlo sin pedir permiso a nadie desde su propia PC.