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Cómo fabricar un libro electrónico útil

Fuentes: Los futuros del libro

Quizás el título resulte excesivo, pero siento un cierto desasosiego por los obstinados modelos de tecnologías propietarias que las grandes compañías insisten en imponernos. Existe, afortunadamente, la tendencia contraria: la de crear lenguajes y tecnologías abiertos que nos permitan intercambiar información y contenidos con facilidad, de unos soportes a otros, sin cortapisas ni predios digitales. […]

Quizás el título resulte excesivo, pero siento un cierto desasosiego por los obstinados modelos de tecnologías propietarias que las grandes compañías insisten en imponernos. Existe, afortunadamente, la tendencia contraria: la de crear lenguajes y tecnologías abiertos que nos permitan intercambiar información y contenidos con facilidad, de unos soportes a otros, sin cortapisas ni predios digitales.

A través de Silvia Senz llegó al I Free Tablet, una respuesta del grupo de investigación EATCO de la Universidad de Córdoba a las propuestsa multinacionales de Apple basado en un sistema operativo libre, SIeSTA, adaptación de la distribución Debian de Linux, que incorpora, además, paquetes educativos y ofimáticos bajo licencias de libre uso y distribución. Nada que ver, afortunadamente, con los cortijos digitales.

El problema de la tercera generación de libros electrónicos que abandera el IPad no es ya, solamente, que quieran convertirse en proveedores únicos de contenidos y soportes sino que, además, no incorporan las herramientas que los usuarios de un netbook utilizarían con toda normalidad: El Universal de México las enumera:

Video chat. La mayoría de las Netbooks, incluso las más sencillas, cuentan con webcams que permiten realizar una llamada de videochat a través de Skype o algún programa similar. El iPad no. Un cámara web en la tablet de Apple la convertiría en un dispositivo de comunicación único y una real competencia para los smartphones.

Soporte de Flash. Aunque Steve Jobs llamó al iPad «la mejor experiencia web que jamás hayas tenido», existe un gran vacío en este gadget: uno que está en todo Internet. Las aplicaciones y el contenido web basados en el software Flash se encuentran en gran medida en muchos sitios webs, y el iPad no tiene la posibilidad de correrlo. Aunque las Netbook pueden ser lentas cuando se trata de reproducir video web, cualquier animación en este software es visible.

Programación. Es cierto que el grueso de los usuarios no son programadores o algo que se le parezca, pero la mayoría de las Netbooks trabajan ya con sistema operativo Windows 7 que puede ser utilizado para la programación o para hacer modificaciones. Para todos los hackers, hacer esto en el iPad será todo un reto.

Bajar fotos desde una cámara digital. La falta de puertos USB en la iPad significa que no se pueden conectar cámaras digitales o algún otro dispositivo periférico, lo que se convierte en un lastre si es que la iPad está pensada como un dispositivo que puede reemplazar a una computadora portátil para los bloggers. Las Netbooks cuentan con al menos dos puertos USB estándar.

Capacidad de 64 GB. La mayoría esperaba más capacidad de memoria en el iPad. Incluso la Netbook más básica tiene por lo menos un disco duro de 160 GB.

Los juegos de Facebook. Sin el antes mencionado soporte de Flash, los juegos de navegadores son imposibles de correr en la iPad. Aquellos que esperaban pasar horas jugando el popular Farmville en su nueva tablet tendrán que esperar a que surja una aplicación para ello o de plano volver a su Netbook.

Cambio de batería. Sí, la iPad es muy delgada y minimalista, atractiva y vistosa, pero su batería es fija, mientras que la Netbook no sólo permite el cambio de baterías, sino que puede ser mejorada por alguna que vaya de tres a seis celdas o más.

Software en CDs. Con la conexión USB de un simple DVD/CD-ROM externo, cualquier software basado en disco compacto puede ser instalado en una Netbook. Éstas también pueden instalar archivos vía memorias USB o cualquier otro dispositivo que se conecte al aparato. La iPad no fue diseñada para tener la flexibilidad de adherir software, a excepción del adquirido a través de la tienda Apple.

Teclear sobre tu regazo. Sí, la iPad tiene un teclado virtual e incluso un puerto externo que convierte a la tablet en una cuasi Netbook, pero éste no puede ser usado mientras estás sentado en la banca de un parque o un autobús. Incluso en las demostraciones que ha hecho Apple parece que el teclado virtual no es del todo cómodo, al menos no tanto como colocar la Netbook en tu regazo, acomodándola a manera que la pantalla y el teclado creen el perfecto ángulo para escribir sin importar donde estés.

Mejoras. Las Netbooks pueden mejorar su memoria RAM e incluso sus discos duros. La iPad es un dispositivo inalterable, así que no hay vuelta atrás una vez que hayas escogido 16, 32 o 64 GB.

Mag+ (video prototype footage only) from Bonnier on Vimeo.

Ocurre, sobre todo, que para que un libro electrónico cumpla con las expectativas que promete, debe fomentar cosas que sus interfaces y sus sistemas operativos no hacen: acceder de manera inmediata a los contenidos digitalizados; disponer de verdaderas conexiones wifi y 3G; poder seguir los enlaces que un texto incluye mediante tecnologías abiertas como CrossRef, de manera que podamos creernos eso del conocimiento en red; cortar, agregar, enmendar o enviar un texto cualquiera mediante el simple movimiento de un dedo, para hacer efectivo el principio de la creación comunitaria; concebir una puesta en página, una composición de página, que no imite desventuradamente la puesta en página original de un texto en papel; generar sus propios paratextos o sus propios dispositivos textuales, al igual que tuvieron que inventarlos en su momento los creadores del códice… Bonnier, una empresa sueca compuesta por diseñadores, ha ido mucho más allá que Apple en la concepción de un dispositivo que cumpla progresivamente con esas expectativas.

Ayer, en el CITA de Peñaranda de Bracamonte, se reunió por primera vez, dentro del proyecto Territorio Ebook, el grupo de expertos Ebook Universidad, que pretende, entre otras muchas cosas, conocer el grado de penetración y aceptación de los nuevos dispositivos en los hábitos de lectura de poblaciones bien diferenciadas; reflexionar sobre las textualidades y los soportes, para crear nuevos libros electrónicos adecuados a los requerimientos de la lectura científica; trabajar en el desarrollo de la especificación EPub, el único lenguaje abierto y universal que permitirá la lectura de cualquier contenido en cualquier soporte; proponer recomendaciones para una plena alfabetización digital en el ámbito de la educación superior, sin excluir otros ámbitos escolares, y para la integración sin fisuras de los dispositivos de lectura en el aula; explorar los cambios cognitivos y perceptivos que se suceden en la lectura en dispositivos digitales, por si de ahí se derivaran consecuencias que recomendaran otra forma de escribir, componer o comunicar los contenidos.

Un primer paso en un camino aún muy largo que recorreremos todos juntos.

Fuente: http://www.madrimasd.org/blogs/futurosdellibro/2010/02/09/131659