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Computación digital 2009-2010

Fuentes: CUBARTE

La demostración deja siempre atónitos a los que tienen la oportunidad de asistir a una conferencia sobre «Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones» que un especialista dotado de esa cualidad tan especial que llaman «maestría pedagógica» imparte. El citado profesor prepara lo que el llama simpáticamente «el circo» para demostrar todo lo que […]

La demostración deja siempre atónitos a los que tienen la oportunidad de asistir a una conferencia sobre «Nuevas Tecnologías de la Información y las Comunicaciones» que un especialista dotado de esa cualidad tan especial que llaman «maestría pedagógica» imparte.

El citado profesor prepara lo que el llama simpáticamente «el circo» para demostrar todo lo que según su bien fundamentada opinión, le sobra a la típica computadora de escritorio, encareciéndola en grado sumo e incrementando su consumo de energía eléctrica, así como aumentando también el nocivo calor que desprende.

Iniciando su exposición auxiliado de un ábaco primero y una calculadora de bolsillo más tarde, «el Profe» de marras pasa entonces a demostrar como la interfase entre el que utiliza la máquina computadora y el equipo opera a velocidades increíblemente lentas, convirtiéndose el teclear o mover «el ratón» en la limitante principal para que los resultados se obtengan rápidamente.

«Mientras el usuario teclea en el mejor de los casos a unas 120 palabras por minuto, él o los microprocesadores de la computadora pueden realizar decenas de millones de operaciones, razón por la cual el micro como lo conocen afectuosamente los expertos en hardware, se está literalmente tomando unas muy costosas vacaciones en espera de que le lleguen más instrucciones para ejecutar.

Es por eso que haciendo un ejercicio de lo que se ha dado en llamar creación de «tecnologías apropiadas», el Profesor nos lleva por medio de una serie de imágenes al camino para crear las especificaciones de una máquina que, si bien aun casi no existe, bien pronto podría competir muy eficazmente contra equipos muchísimos más caros.

Los microprocesadores no tienen por que ser tan rápidos. Con esa afirmación se inicia la segunda media hora de la conferencia que ciertamente mantiene la atención del auditorio, pues el docente va realizando una retrospectiva de lo ocurrido a partir de la proclamación de la llamada Ley de Moore, y cómo para más del 80% de los trabajos que se realizan con las computadoras de escritorio «desktop»y las portátiles «laptop» y «notebook», pueden ser ejecutados a la perfección con microprocesadores cuya frecuencia del reloj que los controla no tiene para nada por qué pasar de 400 o lo sumo 500 megaHertz.

Si tenemos en cuenta que hoy por hoy, faltando apenas 23 meses para que concluya la primera década del siglo veintiuno, las computadoras que se ofertan en el mercado todas pasan de al menos 900 megaHertz, no hay otra conclusión posible que no sea el que todo lo que pase de 500 megaHertz de velocidad del reloj del microprocesador es absolutamente inútil desde el punto de vista practico y un tremendo despilfarro económico.

Hay que escribir mejores programas y aprovechar todas las ventajas que nos da el software libre y no propietario. Una vez demostrado que las máquinas de escritorio y las portátiles que se emplean en un gran número de aplicaciones no tienen por que ser tan «rápidas», si quienes las utilizamos somos tan lentos en interactuar con ellas, el profesor ofrece una fundamentada panorámica acerca de la necesidad de escribir software que sea lo más simple posible, para que utilice la menor cantidad de recursos de la máquina… y por supuesto que cómo prácticamente el 90% de los expertos en informática del mundo, se explica en la conferencia el por qué sistemas operativos variantes de LINUX no solo son más eficientes usando los recursos de la computadora, sino que además ofrecen un nivel de seguridad imposible de alcanzar con los sistemas de software propietario y código fuente cerrado.

Las «maquinas computadoras livianas» se abren paso y serán cada vez más visibles.

El pronóstico sobre el futuro del hardware para máquinas de escritorio y portátiles nos lleva directamente a los laboratorios donde actualmente se desarrollan máquinas incluso más simples que la tan publicitada Laptop Per Child. Estos nuevos equipos de menos prestaciones van a ofertarse en toda una escalera de opciones, y van a encontrar un mercado seguro donde quiera que existan conocimientos acerca de computación…

En otras palabras, tal y como finaliza la conferencia que hemos venido describiendo, vamos hacia una configuración de hardware mucho más lógica, menos costosa e incluso mucho más protegida de posibles programas malignos.

La implantación masiva de soluciones tecnológicas como las llamadas redes de clientes ligeros, va reduciendo los altos costos iniciales y de mantenimiento de los complejos equipos de cómputo cuyos microprocesadores operan a velocidades fantasmagóricas que apenas unos pocos pueden disfrutar.

Estas redes han demostrado la importancia de utilizar equipos de cómputo apropiados, los cuales no llevan discos duros y pueden emplear microprocesadores de mucha menor velocidad de reloj, con el consiguiente ahorro de equipamiento, y electricidad así como una disminución sensible en el calor emitido por la máquina al medio ambiente que no es otra cosa que contaminación térmica al local donde se encuentra funcionando.

http://www.cubarte.cult.cu/paginas/actualidad/opinion.detalle.php?id=7453