El miedo, y la palabra libre. La persecución, y la ocultación del pensamiento. La explotación, y la defensa de la justicia social. El pan, y el hambre. El derecho de unos pocos, y el derecho de la mayoría. La desigualdad, y la igualdad. La guerra por la injusticia, y la paz por la justicia. La […]
El miedo, y la palabra libre. La persecución, y la ocultación del pensamiento. La explotación, y la defensa de la justicia social. El pan, y el hambre. El derecho de unos pocos, y el derecho de la mayoría. La desigualdad, y la igualdad. La guerra por la injusticia, y la paz por la justicia. La muerte, y la vida. No hay nada más verdadero que entrevedar narrativamente los opuestos, no hay nada más vivo que las contradicciones en marcha. El escritor apunta en unas páginas un ramillete de historias que son creación social, mira desde el ojo particular la vida, ha seleccionado algunos acontecimientos para que den luz y aparezca ante nosotros el panorama general, o el sentimiento que produce el mundo.
Miguel Ángel San Miguel Valduérteles ha escrito libros de Geografía e Historia, y otros con fines didácticos, ha sido profesor de Instituto, pero su entrega personal, siempre a favor de los trabajadores y de quienes han tenido y tienen más dificultades, le ha llevado a formar parte del movimiento 0,7%, a formar parte del Movimiento Social por la Escuela Pública, ahora también a integrar el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe, y conduce los proyectos de cooperación con Palestina. Siempre con el compromiso social por delante. A quién no le gustaría conocerlo y poderle saludar. Hace falta más gente así, pero siempre será anónima porque su condición es la humildad y la dedicación a ras de tierra. A eso hay que sumar que a su trabajo voluntario de compromiso social y político, se oponen los grandes medios informativos con todos sus promotores.
La primera novela de Miguel Ángel San Miguel Valduérteles, «Desde el silencio», es una novela de testimonio, elaborada con escritura lenta, un tanto despaciosa, que rescata del pasado la vida humilde de las gentes trabajadoras de pueblos que se encerraban en sí mismos, sobrellevando la opresión que les cayó como resultado de la guerra llamada «civil».
La vida pública que aparecía plana, llevaba a su contraria por debajo, una amasada mezcla de sentimientos y actitudes, combinaciones de peligrosos detalles urdidos para la sobrevivencia. La atmósfera tan cargada por los peligros exigía una dedicación exclusiva al trabajo del campo, a la recolección, a la guarda temerosa de lo que se pueda para el futuro incierto; todo ello nos aproxima a una sociedad de riesgos y rasgos primitivos. Pero los seres humanos de pensamiento libre ansían, para ellos mismos, para los de su estirpe, para los de su clase, asían sacudirse la esclavitud, romper con un mundo en el que unos pocos siembran el miedo, y la mayoría sobrevive conteniendo el pensamiento y la palabra libres. La ciencia ficción en ocasiones habla de esos mundos, pero el que nos menciona Miguel Ángel San Miguel no está en el futuro si no en el pasado nuestro, donde se cuida la ocultación de los actos mínimos basados en la equidad, en la justicia. De fondo, la república aplastada.
Miguel Ángel San Miguel dice que no olvidemos, que saber nuestro pasado nos da entidad, que la memoria histórica es el instrumento para reconocer el presente, que los interesados en que no sepamos lo sucedido echaron raíces entonces y crecieron como ramas de su tronco para no dejarnos ver en los colegios, en los periódicos, en las direcciones formando grupos que tienen intereses en la continuación de la injusticia. Recoge las palabras de Italo Calvino: «Somos lo que recordamos», y asume para ésta tarea novelística las de Brecht: «Un pueblo sin novela es una pueblo sin alma». Contesta a quienes le decían que «había que pasar página»: «¿Pero es que acaso puede pasarse página sin haberla leído antes?». Y continúa: «Desde el silencio» es una obra que no quiere abrir heridas; es una obra contra el olvido, … porque los libros … nunca han de estar sujetos a la obediencia … quiero seguir escribiendo… desobedecer … para que los olvidados no sigan condenados al olvido. …escribir compromete, lo mismo que la vida, … hay que elegir entre el silencio y el deber, porque los que no vieron nacer el sol ni madurar los trigos así nos lo demandan».
«Contra el silencio» es una mirada serena, sencilla, cronológica, con su intención fresca y estimulante de mostrar la fuerza que tiene la memoria sensible y clara. En la lectura conocemos a la familia que sufre el fusilamiento del padre; pero éste sobrevive y lo esconden. El embarazo de la esposa pone en peligro a toda la familia. El terror exterior lo invadirá todo, aunque el apoyo sin desfallecimiento, la afinidad, el amor generador de compromiso, les permitirá soportar condenas y sobreponerse. La conciencia que no se rinde puede descubrir la oportunidad y sostenerse con el conocimiento histórico, ese aprendizaje total que toma asiento en la memoria.
Las dos existencias que componían la vida de los protagonistas, entre el miedo y la palabra libre ocultada en la intimidad al comienzo, se habrán modificado en sus formas al final, y la explotación como emigrantes del campo a la ciudad conformará en ellos una dualidad nueva, la de la explotación en las fábricas junto a otros que les corresponden en sus ideas. Ansiarán volver al campo y su memoria reconocerá el punto de partida, la tierra «regada con sangre de los nuestros».
Título: Desde el silencio.
Autor: Miguel Ángel San Miguel Valduérteles.
Ediciones KRK.