Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Cuatro miembros de Christian Peacemaker Team (CPT) [Equipo de Conciliadores Cristianos] en Bagdad han sido recientemente secuestrados y tomados como rehenes. Este evento me horroriza profundamente, ya que he conocido a miembros de CPT desde antes de aventurarme a ir a Irak.
En noviembre de 2003, mientras estaba en Ammán, Jordania, esperando para ir a Irak, encontré a un miembro del CPT que había estado trabajando en Palestina. Me dijo que caminaba con niños palestinos que iban a la escuela, a fin de impedir que los atacaran los colonos israelíes.
Después supe que el mismo individuo volvió a Palestina y fue golpeado con tanta brutalidad por colonos israelíes que tuvo que ser hospitalizado durante varias semanas.
El Día de Acción de Gracias, el 24 de noviembre de 2004, compartí una comida con miembros del equipo en Bagdad, junto con varios de nuestros amigos iraquíes. Dimos gracias en conjunto por estar en Bagdad en solidaridad con nuestros hermanos y hermanas iraquíes. Todos nosotros – los miembros del CPT y yo – estuvimos entonces y seguimos plenamente empeñados en hacer que la verdad salga a la luz sobre la ocupación ilegal e inmoral de Irak.
En el sitio en la Red de CPT hay una cita de una referencia en las escrituras que dice: «Nadie muestra un amor más grande que el que sacrifica su vida por la uno de sus amigos.»
Es lo que he visto de primera mano que hacen los miembros del CPT en Bagdad. Con gentileza me mostraron sus archivos de documentos, cuando estaba trabajando en historias sobre iraquíes que han estado en centros de detención militar de EE.UU. dentro de Irak. Han trabajado ampliamente en la lucha por los derechos de los detenidos iraquíes y apoyando a sus familias. El equipo documenta los allanamientos de casas realizados por los militares de EE.UU. y ha trabajado para ayudar a gente desplazada dentro del país (refugiados) que se quedan sin hogar por brutales operaciones militares de EE.UU., como las realizadas en Faluya y Al-Qa’im.
Además, el CPT ha sido esencial en la atracción de la atención mediática a aldeas y ciudades en Irak que han sufrido el castigo colectivo de los militares de EE.UU.
Cada uno de los miembros del CPT en Irak que he encontrado está empeñado en la no-violencia y en ser un testigo veraz de los estragos de la guerra y la ocupación. Han sido acusados por sus apresadores de ser espías o misioneros. Simplemente no es el caso. Si hay algún grupo en la actualidad en Irak que trabaje incansablemente por terminar el sufrimiento de los iraquíes, es CPT.
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