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Cuba y la noche : Una sola patria

Fuentes: Rebelión

Recién concluyó en La Habana la 29 edición del Festival de Nuevo Cine Lationamericano. «Dos Patrias: Cuba y la Noche«, documental escrito, producido y dirigido por el alemán Christian Liffers, fue una de las obras presentadas que trató el tema de la diversidad sexual en Cuba. La pasada década de los 90 el séptimo arte […]

Recién concluyó en La Habana la 29 edición del Festival de Nuevo Cine Lationamericano. «Dos Patrias: Cuba y la Noche«, documental escrito, producido y dirigido por el alemán Christian Liffers, fue una de las obras presentadas que trató el tema de la diversidad sexual en Cuba.

La pasada década de los 90 el séptimo arte tuvo un acercamiento especialmente notable a este tema. El filme de ficción «Fresa y Chocolate» (Tomás Gutiérrez Alea, 1993) así como los documentales «Y Hembra es el Alma Mía…» (Lisette Vila, 1994), «Gay Cuba» (Sonja de Vries, 1994) y » Mariposas en el Andamio» ( Margaret Gilpin y Luis Felipe Bernaza, 1995) entre otros, iniciaron y potenciaron un debate público, aunque entonces tímido, sobre el reconocimiento y el respeto a la diversidad sexual en nuestro país. Obras recientes como «Suite Habana» (Fernando Pérez, 2003) y «Sexualidad, Un Derecho a la Vida » (Lisette Vila, 2004), abordaron con respeto y alto vuelo artístico el tema de las personas transgénero (transformistas, travestis y transexuales).

« Dos patrias…» , producción alemana, deviene en retrato más fresco y en ocasiones novedoso de la compleja realidad de los hombres homosexuales y los transgéneros cubanos. El documental nos muestra el mundo interior o parte de las historias de vida de seis personas: un trabajador social, un escritor, un fotógrafo, un transformista, un ex bailarín y un transgénero que se autodefine como transexual.

De cada una de las historias Liffers extrae excelentes testimonios que impactan al espectador. Cada persona cuenta con profundidad y franqueza sus frustraciones, sueños y esperanzas. El documental muestra las diferentes expresiones de la homosexualidad masculina, aunque ignora por completo el también complejo y subterráneo mundo de las lesbianas y de los bisexuales.

Entre sus principales valores está el abordaje de la problemática homosexual en zonas suburbanas y rurales, la necesidad de espacios públicos para las personas homosexuales en perfecta armonía con los sitios tradicionalmente reconocidos para heterosexuales, la discriminación dentro de la propia familia, la marginalidad, así como la exclusión de la vida pública y de los escenarios sociales en épocas pasadas a estas personas y, como contrapartida, la situación cada vez más favorable en los últimos 10 años.

Resulta impactante y justa la historia del transformista seropositivo al VIH, quien reconoce la calidad de la atención médica totalmente gratuita a estas personas, así como su reclamo de crear sitios legales- que pudieran estar incluso regulados por el Estado- donde el transformismo tenga un lugar para la manifestación artística y de entretenimiento.

El acercamiento a la relación entre religión afrocubana y diversidad sexual es otra cuerda favorablemente pulsada por el director. El testimonio de un babalawo, que habla sobre la apertura de la religión yoruba a las personas con orientación sexual homosexual, es más que elocuente.

En el desarrollo del documental la música, interpretada por un trovador callejero, conduce y articula eficazmente cada uno de los testimonios.

Sin embargo, el documental «Dos Patrias…» es un filme engañoso y manipulador. Desde el primer plano hasta el último, cada personaje lee fragmentos de la obra del escritor cubano Reinaldo Arenas (Holguín 1943-Nueva York 1990), con referencia a los momentos más oscuros de su quehacer literario. Su obra literaria inicial, publicada en Cuba, es reconocida dentro de las letras cubanas contemporáneas de los años 60 y de comienzos de los 70 del pasado siglo y algunos especialistas la enmarcan dentro del neobarroco cubano.

La utilización de Reinaldo Arenas resulta en gancho fácil para la comercialización de este filme y remarca la asociación perniciosa y casi refleja que se tiene sobre la homosexualidad en Cuba y la figura de este personaje retorcido, inadaptado y sociópata, que se ha hecho tristemente célebre desde la publicación de su autobiografía «Antes que Anochezca» . Para muchos es conocida la versión cinematográfica de este bodrio panfletario y pseudoliterario («Before Night Falls «, Julian Schnabel, 2000), empeño aún más fallido y mentiroso de convertir a Reinaldo Arenas en una especie de «loca mártir anticastrista».

Resulta así mismo repulsivo e inaceptable que el documental tenga un título como este. Puede que su director no sepa, allá en Europa, el significado del poema original de nuestro apóstol José Martí «Dos Patrias», escrito en el destierro en los tiempos de la dominación colonial española y que Reinaldo Arenas tomó para escribir, en 1986, otros versos, esta vez sórdidos y antipatrióticos, cuya última estrofa se explica por sí sola:

«(…) Si ésa es la patria (la patria, la noche)
que nos han legado siglos de egoísmo,
yo otra patria espero, la de mi locura.

Pero, ¿es Reinaldo Arenas el punto de referencia de la discriminación a la homosexualidad en Cuba? Sin negar en lo absoluto la compleja época que le tocó vivir a este malogrado escritor, como en muchas otras regiones del mundo, en Cuba se discriminó a muchas personas homosexuales. El contexto internacional a finales de los años 1960 nos lleva a recordar los sucesos de Stonewall en la ciudad de Nueva York, con el precedente en la década de 1950 cuando muchos homosexuales sufrieron persecución durante el Macartismo.

En nuestro país se cometieron errores en el tratamiento a los homosexuales por la aplicación de políticas sexistas y machistas además de que en esa época la homosexualidad era considerada un trastorno y una enfermedad psiquiátrica por las ciencias médicas. Muchos de los escritores y artistas sufrieron los efectos del llamado «quinquenio gris». En un amplio debate realizado recientemente con los intelectuales se analizaron las condiciones y contradicciones que llevaron a este problema. Muchos de los artistas y escritores que tuvieron estas vivencias permanecieron en Cuba y hoy sus obras gozan de reconocimiento nacional e internacional. ¿Nos preguntamos por qué no resulta de interés conocer sobre estas personas, muchos de los cuales aun brindan lo mejor de sí?

La saga de «Antes que Anochezca» no es más que un intento de seguir politizando el tema de la diversidad sexual en Cuba. Es un sustrato útil para las campañas políticas anticubanas.

El tratamiento de la homosexualidad en Cuba en nuestros tiempos no es un problema político, es un fenómeno sociocultural que, en consecuencia, evoluciona lentamente pero con resultados palpables y con una situación mucho más favorable que en otros países de la región con antecedentes históricos similares.

Es lamentable que los elementos positivos del documental, expuestos al inicio de este trabajo, se malogren con una reiterada referencia a este personaje, totalmente fuera de contexto en nuestra realidad. Nuestro país tiene aún mucho que avanzar en materia de respeto y reconocimiento a la diversidad sexual y, aunque algunos se empeñen en negarlo, tenemos instituciones y personas trabajando arduamente por lograrlo.

Afortunadamente para muchos de las cubanas y los cubanos que formamos parte de la comunidad de gays, lesbianas, bisexuales y transgéneros, Reinaldo Arenas no es un ícono. Para nosotros Cuba es una sola patria.


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Dos Patrias
José Martí

Dos patrias tengo yo: Cuba y la noche.
¿O son una las dos? No bien retira
su majestad el sol, con largos velos
y un clavel en la mano, silenciosa
Cuba cual viuda triste me aparece.
¡Yo sé cuál es ese clavel sangriento
que en la mano le tiembla! Está vacío
mi pecho, destrozado está y vacío
en donde estaba el corazón. Ya es hora
de empezar a morir. La noche es buena
para decir adiós. La luz estorba
y la palabra humana. El universo
habla mejor que el hombre.
Cual bandera
que invita a batallar, la llama roja
de la vela flamea. Las ventanas
abro, ya estrecho en mí. Muda, rompiendo
las hojas del clavel, como una nube
que enturbia el cielo, Cuba, viuda, pasa…

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