Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Carne, Carnal, Cuerpos… Cuerpos humanos. Cuerpos masculinos, Cuerpos femeninos… Cuerpos ocupados, carne ocupada, conocimiento carnal de la Ocupación.
El Cuerpo, el Cauce, el Vehículo…
Bombardea, arresta, detén, encarcela, encadena: constriñe su espacio. Y después, apréstate a dirigir tu personal ataque contra el «otro», esa «bestia viviente» -golpea, azota, pega, fustiga, hiere, quema, rompe, aplasta, sodomiza, viola, orina, defeca, dispara, mata-: el Cuerpo.
El cuerpo. El punto Central. Carne de la carne. Excava en la materia de la Carne…
Entradas, aperturas, cavidades, orificios, agujeros: boca, ano, vagina, orejas, ojos, fosas nasales… los lugares por donde las sensaciones se instalan y se mudan, circulan, flotan, se intercambian, se agarran, se perciben, se registran, se memorizan, se transmiten, se reciben, se dan…
Invadir y Ocupar los sentidos.
Invadir con tu presencia cada entrada, convertirla en un control que examinar, para una búsqueda, para un escáner óptico, para una evolución biométrica, para una huella digital… Codifícala, numérala y borra su identidad…
Enjaula el cuerpo y los sentidos: sacos de arena sobre la cabeza, bandas sobre los ojos, esparadrapos sobre la boca, tapones en los oídos para acallar los sonidos, amordázalos con agua, orina, o déjales secarse de hambre y sed…
Quiebra el vehículo, destrózalo. Destruye la carne de la carne… pero antes…
Agarra la carne, lacérala, deja tus marcas antes de seguir adelante, antes de disponer de Ella. Esos apetitosos poros diminutos, millones de ellos…
Piensa, piensa, rápidamente, ingeniosamente, creativamente, apodérate de ellas para que se abran de nuevo para Ti. Un millón de aberturas. Invádelas, ocúpalas, todas ellas.
La Epidermis, dermis a dermis, piel a piel. Y la piel aparece virgen como… una tierra virgen, como una exuberante tierra en barbecho, como una jungla salvaje, como una naturaleza salvaje…
Descúbrela, desnúdala, exponla a tus miradas. Úsala, continúa usándola. Es tuya, así lo crees.
Dóblala, retuércela, tírala, ocúpala, ábrela, ciérrala, dale la vuelta, siéntala, humíllala, atraviésala… de frente, por atrás, por los lados, arriba, abajo…
Ata, revienta, golpea, cuelga, destroza, machaca, dale puñetazos, quema, hiere, azota…
Ahora que has invadido ya los millones de aberturas, los millones de poros…ve a por las aberturas mayores -donde se entierran los secretos, donde las indecibles historias permanecen escondidas, donde el conocimiento se oculta, donde la experiencia se nubla… Ve a por todo eso también.
Los grandes agujeros. Acomódate dentro, ocupa ese espacio, fuerza la entrada, penétralo, poséelo, hazte su dueño, domínalo… con tu fuerza. Porque eres tan poderoso…, eso es lo que crees.
Pero no olvidéis insultarle y humillarle, mientras seguís devastándole…
Ahora ya podéis escupir, relajaros y fumaros un cigarrillo, calmaros, recostaros, y ya hasta tenéis derecho a sonreír con satisfacción. Pero no os descuidéis, porque tenéis que seguir trabajando con el Cuerpo, el Cuerpo bajo Ocupación.
El cuerpo está en el rincón, escondido, encogido, devenido en vegetal…
Aún respira, su pulso aún late, el Cuerpo sigue resistiendo… Resistiéndoos.
A por él, ve a por él de nuevo.
La Dermis, los Orificios… no es suficiente. Necesitas introducirte más, mucho más profundamente…
Hay todavía nervios que no has tocado, intestinos a los que no has llegado, órganos que aun no has palpado.
Pero, ¿cómo?, piensas para ti. Deja que esos juicios creativos fluyan. Vamos, puedes hacerlo mejor, mucho mejor…
Sí, aquí estás de nuevo. Arráncale las Vísceras, arráncale las uñas, córtale el pene, mutílale los labios, córtale las orejas, córtale la lengua, sácale los ojos, taládrale las costillas, la espalda, el abdomen, las piernas… Ya lo tienes.
Paralízale, pero mantenle aún con un poco de vida porque tu orgía no ha terminado.
¡Ah! Los alaridos, la agonía, los gritos… ¿te resultan insoportables? Quizá no, después de todo, te los ganaste…
Ahora ya vas sintiéndote cansado, necesitas un respiro, necesitas reponerte. Remátale, sigue destrozándole hasta que expire o, más fácil aún, dispárale.
Buen trabajo. Has hecho un buen trabajo.
Y ahora, los trofeos.
Juega al fútbol con la cabeza, desgárrale el torax y arráncale la cabeza, ofrece sus miembros como un regalo a tu familia, guarda el cerebro en una jarra como souvenir…
Por si todo eso es demasiado sangriento y espantoso para ti, y tu estómago no puede digerir más y ya estás harto, siempre puedes mearte y defecar sobre él.
En el exterior, otra ronda de cuerpos espera… los ojos vacíos, los cuerpos en los huesos, los pómulos sobresalientes de hambre y miseria… Las ropas demasiado holgadas, el aspecto demasiado pálido, los cuerpos demasiado enfermos, los estómagos tan vacíos, los miembros tan frágiles…. Otra ronda de cuerpos Ocupados, que esperan…
P.S.: Deseo agradecer a todas las víctimas iraquíes, tanto a las que han muerto como a las que han sobrevivido, por haberme inspirado con sus historias REALES, historias de sus experiencias carnales sobre el CUERPO BAJO OCUPACION.
Deseo dar las gracias, también, a mi propio cuerpo, por haber sobrevivido con coraje… sobrevivido a la Ocupación, para poder ofrecer testimonio.
Enlace con texto original en inglés:
http://arabwomanblues.blogspot.com/2008/04/body-under-occupation.html