Los científicos han ido a la caza del «microbio» desde que Pasteur en el siglo XIX ayudó a crear la Teoría germinal de las enfermedades infecciosas, que plantea que toda enfermedad infecciosa la causa un agente microbiano que se puede aislar, y al inocularlo se induce la enfermedad, y por tanto se puede combatir. Para […]
Los científicos han ido a la caza del «microbio» desde que Pasteur en el siglo XIX ayudó a crear la Teoría germinal de las enfermedades infecciosas, que plantea que toda enfermedad infecciosa la causa un agente microbiano que se puede aislar, y al inocularlo se induce la enfermedad, y por tanto se puede combatir. Para ello, una de las cosas que hacían a principios del siglo pasado era poner animales «centinelas» en zonas en las que se sospechaba que había enfermedades infecciosas tipo la fiebre amarilla. En una de esas cacerías de microorganismos, los investigadores enjaularon a un macaco en un bosque de Uganda, el Zika, que significa «frondoso» en luganda, y observaron que el macaco tuvo fiebre, después, aislaron el virus de su sangre.
¿Qué es y cómo se transmite Zika?
Un virus es un ente que no es ni un ser vivo ni una partícula microscópica. Ya, pensaréis que eso de que no es un ser vivo es un poco exagerado. Bueno, yo dejaría de ser exactamente un ser vivo en medio de una jungla tropical, pero si me dais una navaja suiza y algo para hacer fuego podemos empezar a hablar. Lo mismo, un virus es una partícula minúscula rellena de material genético y dentro de su envoltorio (la cápsida) tiene un pequeño kit de supervivencia con las herramientas necesarias para que una vez dentro de una célula huésped pueda replicarse. Aunque la célula es el huésped, el virus no es bienvenido, por ello todos los organismos pluricelulares tienen sistemas de defensa contra esos seres.
Zika es de la familia de los Flavivirus, como el dengue o la fiebre amarilla. Tiene una cápsula que lo envuelve, pero es insuficiente para que pueda sobrevivir en la intemperie, así que para poder expandirse utiliza «vectores», los mosquitos del género Aedes. En España tenemos una especie de este género, Aedes albopictus, el famoso mosquito tigre. Por eso en España esposible la trasmisión del Zika.
El virus se detectó por primera vez en Brasil en 2015, aunque ya se conocían epidemias de este virus desde el 2007 en Micronesia. Y ya ha llegado a España, ha afectado a mujeres que han visitado zonas endémicas. Ya se han registrado cientos de casos de zika en España y elprimer caso de un bebé con microcefalia en Cataluña. La preocupación y la alerta son inevitables.
Microcefalia
El Zika ha pasado desapercibido para la mayoría de los mortales hasta hace pocos meses. En estos se está hablando de una extraña coincidencia. De repente, en Brasil se empezó a observar un aumento considerable de casos de bebés nacidos con la cabeza más pequeña de lo normal y con problemas cognitivos, es decir microcefalia. Además, se observó que en la mayoría de los casos las madres daban positivo para la infección con el virus Zika.
La epidemia del 2007 no pasó de unas fiebres, sarpullido, conjuntivitis y poco más. Por eso era muy importante averiguar si era algo más que una casualidad esa aparente correlación entre la presencia de la infección y la microcefalia.
A muchos investigadores biomédicos se nos frunce el ceño cuando todas las noticias abren con una epidemia de un nuevo virus. No olvidemos que otras, como la de la gripe aviar o el H5N1, fueron poco más que una excusa para vender millones de vacunas innecesarias. ¡Necesitábamos la prueba de que el virus causaba la enfermedad!
Primero se vio la correlación. Se detectó el virus en la sangre de al menos dos madres con bebés afectados y en la sangre y la retina de fetos afectados por microcefalia. Esto probaba que el virus podía atravesar la placenta, pero no que era el causante. Así mismo se había conseguido infectar células humanas en el laboratorio con una variante del virus de 1947. Este virus comparte el 90% del genoma con el virus «latinoamericano», pero en África no se han descrito microcefalias. Por tanto hacía falta utilizar la cepa brasileña para probar causalidad.
Se preguntarán qué más necesitamos los científicos para creernos que el virus es el causante de la enfermedad. Pues es una pregunta muy importante porque si no lo demostramos adecuadamente podemos sacar conclusiones erróneas. Imaginen que concluimos que es ese virus el causante de la microcefalia y ponemos mucho esfuerzo en encontrar una vacuna. Y resulta que la presencia del Zika coincide con la de otro, desconocido, que también se transmite por Aedes. La vacuna entonces no serviría. O a lo mejor puede estar causada por cualquier agente químico que esté en la zona de los mosquitos. De hecho, esto se sugiriócon un insecticida llamado Pyriproxyfen utilizado precisamente para matar las larvas del mosquito. Además, necesitamos saber cuál es el mecanismo con el que el virus genera la malformación a la hora de diseñar estrategias de prevención y tratamiento.
Muchos grupos de investigación a nivel internacional literalmente pararon todo lo que estaban haciendo y se pusieron a contrarreloj a estudiar el virus. En un margen de pocas semanas se han publicado por lo menos 3 estudios que demuestran in vivo que el virus atraviesa la placenta y altera el desarrollo embrionario.
Creo que es importante resaltar que en estos estudios el tiempo que pasó entre que fueron enviados a la revista y su aceptación fue excepcionalmente corto, algo bastante atípico y que seguramente es debido a la urgencia del tema.
En un estudio publicado en Nature, llevado a cabo por decenas de investigadores de todo el mundo, se demuestra que el virus Zika infecta el cerebro en formación de los fetos de ratón y les provoca microcefalia y un tamaño menor del cuerpo, de manera similar a lo que pasa en humanos. Estos investigadores aislaron el virus de la cepa brasileña de un paciente con fiebre. Con ese mismo virus infectaron a ratonas preñadas. Y a otro grupo de ratonas las infectaron con un virus inofensivo.
Como podréis apreciar hay claras diferencias de tamaño entre los infectados con el Zika y con el «Mock» (un virus inofensivo) . Pero lo más importante no es el tamaño, sino que la estructura del cerebro está bastante afectada, con malformaciones corticales. Además, observaron que las neuronas están bastante afectadas y que había marcadores moleculares de estrés y muerte celular. Sorprendentemente, cuando infectaron otra cepa de ratón, una un poco más parecida a lo que encontramos en naturaleza, el virus fue incapaz de atravesar la placenta y las crías nacieron normales. Este hecho es fundamental para entender por qué muchas mujeres no transmiten el virus al feto.
Para matar dos pájaros de un tiro hicieron un experimento interesante. Cogieron la cepa del virus original de África, que infecta principalmente monos, y la cepa brasileña, que ha evolucionado para infectar humanos, e infectaron cultivos de neuronas humanas que forman esferas. En esos cultivos se observó que los virus de la cepa «brasileña» son más agresivos que los de la africana.
Otros dos artículos «express» refuerzan estos resultados, pero se tuvieron que hacer en ratonas inmunodeprimidas. Y algo que queda por comprender, por qué pocos fetos de embarazadas infectadas desarrollan la enfermedad.
Cambio climático.
Es difícil entender por qué se da una epidemia de este tipo ahora. Hay gente que especula que el mosquito que transmite el virus, el Aedes aegyptus, se está expandiendo más (y mejor) debido al aumento de las temperaturas. Además, el ser humano, desplazado por la demografía, las hambrunas y las guerras cada vez vive más en la jungla y está expuesto a más enfermedades zoonóticas como, por ejemplo, el ébola. Sin embargo, el elemento fundamental es la capacidad enorme de los virus de transmitirse y mutar.
Soluciones
En este caso se está evidenciando que la comunidad científica internacional, financiada principalmente con dinero público, de centros públicos y trabajando de manera colaborativa y desinteresada, es la que está demostrando en un tiempo récord la asociación entre el virus y la microcefalia. Así que la solución es que se encuentre rápidamente una vacuna que sea accesible, universal y gratuita, que pare esta epidemia.
Fuente original: http://cienciamundana.wordpress.com/