Si hay algún médico en la sala probablemente adivinará la temática de éste artículo. Pero para todos aquellos que no hemos o vamos a comprometernos con el juramento hipocrático, decir que DICOM es el estándar oficial de intercambio de imágenes médicas. Voy a hablar de él porque creo que se puede sacar alguna reflexión jugosa […]
Si hay algún médico en la sala probablemente adivinará la temática de éste artículo. Pero para todos aquellos que no hemos o vamos a comprometernos con el juramento hipocrático, decir que DICOM es el estándar oficial de intercambio de imágenes médicas. Voy a hablar de él porque creo que se puede sacar alguna reflexión jugosa y además como éste blog pretende divulgar herramientas libres, pues a tirar millas.
Como he dicho en el anterior párrafo, DICOM es un estándar médico oficial y libre. Se utiliza en la mayoría de los hospitales de todo el mundo y su misión consiste en facilitar un medio de almacenamiento y digitalización de imágenes médicas. La digitalización se realiza con formatos de imágenes normales pero con una característica peculiar. Los metadatos están extremadamente protegidos y una vez que se han grabado hay que pasar un control de autenticación para modificarlos. Estas medidas son bastante lógicas si pensamos en la importancia que adquieren campos clave como el nombre del paciente; si se pudieran modificar a la ligera, y por ejemplo cambiar el nombre de varias radiografías, el daño que se podría ocasionar competiría con la muerte.
El almacenamiento se hace mediante un protocolo bajo TCP/IP implementado en cada una de las imágenes, de tal modo que al almacenarla en un dispositivo perteneciente a una red que soporte ése protocolo, se replica en varios servidores y se añade a diversas listas inteligentes, como la que clasifica al paciente, al médico, al hopital o a la máquina que ha generado el TAC o la radiografía. También es posible acceder a ellas remotamente o enviarlas a un nodo conectado remotamente mediante una VPN u otra puerta de enlace desde el mismo programa de gestión, ya que DICOM soporta ésas funcionalidades.
Existen diferentes visores, pero la mayoría se basan en el trabajo que realiza el instituto alemán OFFIS, que ha desarrollado y sigue desarrollando herramientas para gestionar éste tipo de archivos. En GNU/Linux disponemos de varias alternativas, como DICOMscope, Xmedcom o KradView, pero el que ha destacado en mi humilde análisis es Aeskulap. Este proyecto nos brinda un entorno muy asequible bajo el que trabajar con éstas imágenes siendo además bastante ligero y disponiendo de algunas (no muchas) funcionalidades. Se pueden abrir varias imágenes referenciadas a la vez y no hay que ser muy ducho en la informática para manejarlo.
Para Windows y otras plataformas nos encontramos con OsiriX, un visor mucho más potente que el anterior pero también más pesado y complicado de manejar. Un aspecto a destacar del proyecto OsiriX es su biblioteca de imágenes dcm, en la que encontramos desde radiografías a modelos en tres dimensiones. Muy útil si estás estudiando medicina y quieres acceder a archivos DICOM.
Es agradable observar cómo en campos tan importantes como la medicina el Software Libre representa un papel clave en su desarrollo. Al igual que en otras muchas disciplinas (¿debo recordar el porcentaje de servidores Apache? ¿O el de supercomputadoras libres?) los desarrollos libres proporcionan la estabilidad, modernidad y seguridad que diversas especialidades científicas exigen. Aunque la filosofía libre ha estado muy relacionada a círculos científicos o académicos, no solo debe circunscribirse a ésos entornos sino que su extrapolación a la vida cotidiana de cualquier persona es su objetivo natural.
Digo natural porque a pesar de la mierda que nos han metido en la cabeza lo natural y humano es compartir. Es casi un principio no escrito en entornos de investigación publicar los descubrimientos en revistas o publicaciones dedicadas a ello sin recibir nada a cambio, para que sea otro científico el que aplicando las reflexiones del primer investigador consiga aportar algo a la comunidad científica con otro descubrimiento. Como dijo Newton (creo recordar) hay personas que consiguen mirar más lejos porque están sobre los hombros de otras personas. Pero todo ésto que parece racional se queda en agua de borrajas cuando se aplica indiscriminadamente el copyright a cualquier obra creativa, Thomas Alba Edison es un ejemplo. Cuando los intereses creativos subyacen a los económicos, ocurren desastres como Bisbal o Pau Donés.
Desarrollos como DICOM muestran la potencia del software libre, muestran lo natural y social de su compromiso, pero solo tú puedes hacerlo grande, ya sabes, cuestión de hombros.
Fuentes: Cdmedicpacsweb