Conociendo de la celebración en el Estado de Israel del próximo congreso de Wikimanía y a propósito de que recientemente se han renovado desde la blogosfera contrarrevolucionaria los ataques contra la Enciclopedia Colaborativa Cubana, EcuRed, reproduzco esta entrevista que me realizara el estudiante de periodismo Claudio Peláez para la revista Alma Mater. Un nuevo muro […]
Conociendo de la celebración en el Estado de Israel del próximo congreso de Wikimanía y a propósito de que recientemente se han renovado desde la blogosfera contrarrevolucionaria los ataques contra la Enciclopedia Colaborativa Cubana, EcuRed, reproduzco esta entrevista que me realizara el estudiante de periodismo Claudio Peláez para la revista Alma Mater.
Un nuevo muro en la red
El pasado diciembre, en el Palacio Central de Computación tuvo lugar el lanzamiento oficial de la EcuRed, que aspira a construir colectivamente una mirada diferente a la que nos han impuesto los centros productores de conocimiento a lo largo de la historia.
Su nombre viene de ecúmene, que significa mundo.
Inmediatamente después de su salida, algunos enemigos de la Revolución Cubana se apuraron en atacarla, calificándola de «iniciativa del gobierno cubano». Iroel Sánchez, de la Oficina para la Informatización, quien ha llevado adelante el proyecto, explica en su blog La pupila insomne: «Que quienes atacan a Martí y denigran al Che cuestionen a EcuRed, indica, sin dudas, que esta es ya un arma cargada de futuro«.
¿Qué es la EcuRed?
EcuRed surge como un proyecto en la Web 2.0 al cual hemos llamado Enciclopedia Colaborativa. Es cubano en su origen, pero no en sus contenidos. Pretende una universalidad de temas y se construye colectivamente desde cualquier lugar de la Isla. Aquellos que tengan un correo .cu se pueden registrar y subir contenidos que, dentro de la política editorial publicada y con un perfil enciclopédico, se sientan en condiciones de aportar. Ya hay más de diez mil colaboradores y 40 mil artículos*. Es como un ser vivo, que crece, se desarrolla, se modifica.
¿De qué forma está organizada?
Cualquier usuario registrado puede colgar fotos, textos, siempre de acuerdo con las políticas y el estilo. Hay una comunidad que lo ve, discute, participa, comenta. Cada colaborador tiene su página de discusión. Existen también moderadores, quienes han ido ganando, por la calidad de su trabajo y por la cantidad de aportaciones, ese derecho. La enciclopedia tiene un foro, para ayudar a su mejoramiento, llamado «La esquina de las dudas», donde la gente pregunta, aporta. EcuRed es un gran muro donde la gente puede escribir, pero hay un consenso, y la filosofía para ello se sustenta en la transparencia.
¿Son ellos quienes deciden colocar los contenidos que la integran?
Son los colectivos dentro de EcuRed los que proponen desarrollar determinados temas. En Sancti Spíritus hay un ecugrupo que se puso de acuerdo para abordar los contenidos de su provincia. Es una especie de sociedad del conocimiento sobre la base de la colaboración y en la cual los Joven Club de Computación tienen un alto protagonismo. La enciclopedia se proclama con un objetivo descolonizador, no se trata de repetir la visión del mundo que viene desde los centros que históricamente han producido un conocimiento eurocéntrico y nos ven de una manera subordinante.
A pesar de los problemas tecnológicos, tenemos algo muy ventajoso: en cada municipio hay al menos dos Joven Club, bibliotecas, museos. Ellos funcionan respectivamente como puntos de acceso y fuentes de contenido que permiten participación y autenticidad desde abajo en lo que se está aportando.
¿Cuán cubana y alternativa es la Enciclopedia?
Uno de nuestros propósitos con la EcuRed radica en que todas las instituciones como los museos, las bibliotecas, las escuelas, los policlínicos, las universidades, colaboren en gestionar todos esos contenidos. Que cualquier poblado por pequeño que sea esté presente y no solo su historia, sino las personalidades, las instituciones de ese pueblo -a los que no van a tener en cuenta nunca los grandes centros de producción del conocimiento, pero sí la sociedad cubana en su diversidad.
A través de la EcuRed fortalecemos no solo nuestra soberanía tecnológica sino también cultural, viéndonos y también ver el mundo a través de nuestra percepción. No hay dato pequeño ni poco importante.
Tenemos el reto de hacer vivir todo el contenido que el país tiene disponible -que es enorme- en la red; pues, a pesar de los libros, hoy la tendencia es que se usen más los medios digitales. A la hora de buscar información, muchas veces se recurre a fuentes como la Encarta, la Wikipedia; en las que por la pirámide del acceso a las tecnologías, las visiones predominantes son las mismas de quienes dominan todo lo demás: aquellos que no pueden entender un proceso como el boliviano, no tienen una visión solidaria hacia Haití o no comprenden una realidad como la nuestra. Debemos librar esa batalla en el mundo digital, de lo contrario arriesgamos nuestra soberanía educativa y cultural.
¿Qué impacto ha tenido a solo pocos meses de su lanzamiento oficial?
La EcuRed ha devenido pequeña revolución cultural con todos los muchachos de los Joven Club. Se han visto en la necesidad de ir a los monumentos, a fotografiar, de investigar en un museo, o conversar con el historiador de la localidad. Una movilización cultural en el afán de buscar información para el proyecto.
Los ataques de muchos enemigos de la Revolución nos han hecho ver también la importancia del proyecto. Sirve de vía para que muchos jóvenes participen de manera activa en la defensa de la Patria, construyendo su identidad y enfrentando una problemática concreta.
Hay quienes la llaman la «Wikipedia cubana»…
Los grandes medios de comunicación trabajan con estereotipos. Cuando salió la EcuRed fue una noticia tremenda, los principales medios del mundo en todos los idiomas lo refirieron.
¿Por qué tuvo ese impacto?
Porque hasta ese momento los mass media habían construido una imagen de Cuba como enemiga de Internet. Y de pronto se cayó el estereotipo. Tuvieron que decir que había un millón y medio de cubanos con servicios en la Red, que existen 610 Joven Club.
Para superar la mentira anterior, crean una nueva: ¡Cuba quiere vencer a la Wikipedia! Cuba lo que quiere es hacer su proyecto, contra nadie, con nuestra visión, porque somos un pequeño fragmento de los que hablan español pero en las ideas, en la cultura y en la educación no queremos ser colonia de nadie.
Wikipedia tiene sus defectos, fruto de las condiciones desiguales, donde los haitianos no tienen la posibilidad de participar igual que los franceses. La historia de Haití en Wikipedia es la que han hecho prevalecer los colonizadores, como sucede con Cuba.
A finales del año 2010, en Wikipedia se mostraba un anuncio en el que solicitaban donaciones.
La Wikipedia pide donaciones, pero sus grandes vías de ingreso son a través de grandes corporaciones. Por ejemplo, Google el año pasado le dio dos millones de dólares a Wikipedia. Microsoft le da otra cantidad de dinero y otras muy vinculadas a la subversión como Open Society también le aportan. «Dime con quién andas y te diré quién eres».
¿De qué forma se sostiene EcuRed?
Por la característica de nuestro país, un proyecto como este solo es viable con la voluntad de las instituciones. Muy pocas personas tienen como trabajo solo la EcuRed, me sobran los dedos de las manos para contarlas. Es un fruto de la colaboración de las instituciones, de mucha gente que con entusiasmo se ha ido sumando. Cualquier sitio Web cuesta más que EcuRed. La filosofía de la colaboración y el amor de mucha gente hacia el proyecto son la base de su desarrollo.
Algo que pasó con los grandes medios fue atribuirle este proyecto al gobierno cubano. Para ridiculizarlos, tomamos de las páginas de usuario en EcuRed un grupo de fotos de moderadores, muy jóvenes, líderes de este proyecto y las pusimos en La pupila insomne, para preguntar si ese era el gobierno cubano, diciendo: «Feliz el gobierno que puede contar con gente tan joven, talentosa, comprometida, que trabaja enamorada de un proyecto así. Envidien al gobierno cubano.»
¿En un futuro podrán colaborar personas de otros países?
A eso aspiramos y ojalá lo pudiéramos hacer hoy, pero debemos tener las condiciones tecnológicas para pasar a esa etapa. Cuando haya una comunidad fuerte, con el respaldo tecnológico suficiente, y miles de cubanos participando, los que compartan las políticas, desde cualquier lugar del mundo, y hablen español podrán participar, esa es nuestra aspiración. De hecho hay mucha gente que lo ha pedido ya; sin embargo, sería un error convocar a eso y que al otro día el sitio se caiga porque la conexión o los servidores no sean suficientes.
El récord es 42 mil visitas en un día (el 14 de diciembre de 2010, fecha de su presentación) con el 27 por ciento de accesos desde Estados Unidos y otro 6 por ciento de México, por ejemplo. Esas cifras demuestran la confianza en la visión de Cuba, pues muchos de esos contenidos existen en otras partes y vienen a buscarlos en EcuRed.
¿La EcuRed no está exenta de sufrir ataques como los realizados por Google contra Cubadebate el pasado mes de enero?
Tenemos que crear condiciones de seguridad. El imperialismo, la burguesía como clase, utiliza los mecanismos de la democracia mientras pueda vencer en ellos y cuando empieza a perder da un golpe de Estado. La democracia dura hasta el mismo momento en que la burguesía pueda perder. Lo mismo pasa con Internet, mientras ellos puedan ganar van a decir que es libre, cuando comienzan a perder entonces es que bloquean el canal en YouTube de Cubadebate.
Es la misma clase del mundo real actuando en el virtual. El ataque viene cuando te conviertes en una amenaza para el sistema. Hay límites que no se pueden transgredir, cuando eso ocurre tienes el «honor» de que el imperio se vire hacia ti. Esa es la realidad del mundo y resultaría una ingenuidad pensar lo contrario. Internet es libre hasta el momento que se pueda hacer algo que vaya contra los intereses del sistema.
¿Cuán importante puede ser la colaboración de las universidades cubanas en la EcuRed?
Que los universitarios se incorporen a EcuRed de manera masiva será una de las garantías de su calidad. En nuestras universidades están muchas veces los que más saben sobre determinado tema. Incluso donde hay buena conectividad, como en la UCI, una estrategia puede ser utilizarla intensivamente en la docencia, para encargar proyectos y tareas dentro de su mismo entorno.
Puede parecer una utopía, pero es el camino: una pizarra dinámica y muy colectiva en la que se puede escribir, corregir, discutir. Lo necesario es humildad para compartir el conocimiento y para sentir que los demás también nos pueden aportar.