El Ejército norteamericano está reclutando a decenas de miles de milicianos procedentes de las tribus iraquíes para reforzar la seguridad de las zonas en las que sea necesario retirar a sus tropas. El proyecto ha encontrado la oposición del Gobierno iraquí, ya que la mayoría de estos milicianos, armados y preparados por EEUU, son suníes. […]
El Ejército norteamericano está reclutando a decenas de miles de milicianos procedentes de las tribus iraquíes para reforzar la seguridad de las zonas en las que sea necesario retirar a sus tropas. El proyecto ha encontrado la oposición del Gobierno iraquí, ya que la mayoría de estos milicianos, armados y preparados por EEUU, son suníes.
Los norteamericanos pretenden organizar a 70.000 milicianos en grupos a los que ha denominado Ciudadanos Locales Concienciados. Se trata de una estrategia empleada con éxito en otras guerras civiles, como las de El Salvador y Argelia.
En paralelo, el primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, va a integrar en las fuerzas de seguridad a 18.000 integrantes de las milicias chiíes, según el diario iraquí Al Zaman. Los políticos suníes, incluido el vicepresidente del país, Tariq Al Hashimi, se oponen por considerar a esas milicias responsables del asesinato de miles de suníes.
Las tribus han conseguido un protagonismo en la vida pública del país que no tenían durante la dictadura de Sadam Hussein. Su ofensiva contra Al Qaeda es uno de los factores claves en el descenso de la violencia ocurrido en los últimos tres meses.
El líder del Consejo de Jeques de Tribus, Mayed Abdel Razaq, dijo ayer en El Cairo que son las tribus las que han devuelto la seguridad y la confianza a Irak. «Todo el mundo sabe que las nobles tribus árabes son las que han devuelto la seguridad y la confianza al país, y no el Gobierno y las tropas estadounidenses. Nosotros combatimos contra Al Qaeda en cada lugar del país», alardeó el líder tribal.
El Pentágono está a punto de poner fin a su escalada militar iniciada en febrero, porque no tiene unidades suficientes como para mantener el actual nivel de tropas. 3.000 soldados de la Primera División de Caballería han comenzado a abandonar la provincia de Diyala. Serán sustituidos por una fuerza menor, lo que -unido a otros relevos similares- terminará por originar un descenso de la presencia militar norteamericana en Irak, que actualmente está integrada por unos 165.000 soldados.
Los analistas sostienen que antes del verano del 2008 esa cifra se verá reducida a 140.000. Progresivas reducciones serán posibles si se confirma el descenso de la violencia y si las milicias tribales están a la altura de las palabras de Mayed Abdel Razaq en El Cairo.