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Sadam Husein fue ejecutado por seguidores de as-Sáder como concesión del gobierno Bush

EEUU cierra 2006 con una situación crítica en Iraq

Fuentes: IraqSolidaridad

2006 ha finalizado con la confirmación de dos certezas respecto a la guerra de Iraq: la primera, el carácter imbatible de la resistencia iraquí, definida y medida ésta por el número de soldados que EEUU y otros países ocupantes pierden en combate en el país, entre tres y cuatro al día; el segundo, la necedad […]

2006 ha finalizado con la confirmación de dos certezas respecto a la guerra de Iraq: la primera, el carácter imbatible de la resistencia iraquí, definida y medida ésta por el número de soldados que EEUU y otros países ocupantes pierden en combate en el país, entre tres y cuatro al día; el segundo, la necedad mostrada por el gobierno Bush a la hora de afrontar el colapso de su proyecto de dominación de Iraq, reiterada en los días finales del año y por partida doble, con la decisión de incrementar su presencia militar y por la forma en la que ha sido ejecutado el ex presidente Sadam Husein, auténtico linchamiento que ha de golpear más pronto que tarde la cabeza del inquilino de la Casa Blanca como si de un bumerán se tratara.

Bajas en diciembre

Según datos oficiales del Pentágono, en diciembre EEUU ha perdido en combate a 98 militares, entre tres y cuatro como media diaria [1]; otros 15 soldados estadounidenses han muerto por causas «no hostiles». En diciembre también han muerto en ataques de la resistencia un soldado británico (el día 28 en Basora,) y dos letones (el día 27 cerca de Diwaniya), en ambos casos por detonación de una bomba al paso de convoyes militares. Dentro del grupo de 22 países ocupantes (además de EEUU y Reino Unido), Letonia mantiene en Iraq un contingente de 136 militares [2].

El número de bajas estadounidenses en combate en el último mes de 2006 es sólo una menos que en octubre, que fue el mes del año que acaba de terminar en que los estadounidenses registraron el mayor número de muertos como consecuencia de ataques y enfrentamientos con la resistencia, sólo por detrás de los registrados en abril y noviembre de 2004 (126 y 125 muertos en combate, respectivamente), asociados a los ataques contra Faluya [3]. Diciembre ha registrado en cambio el número más alto de soldados estadounidenses muertos por detonación de los denominados «artefactos de fabricación casera» (los IED, su sigla en inglés) desde el inicio de la ocupación: 65. Este año que concluye, el Pentágono ha destinado más de 3.000 millones de dólares a la lucha contra este tipo de armas, la principal de la resistencia iraquí [4].

En los primeros días de 2007, EEUU rebasó la cifra de 3.000 soldados muertos en Iraq, de ellos 2.425 en combate.

Aumento de tropas

Todo parece indicar que el presidente Bush impondrá finalmente su idea de incrementar las tropas actualmente desplegadas en Iraq (135.000 soldados). La cifra barajada de los nuevos efectivos alcanza hasta los 30.000 soldados, cifra que esencialmente se alcanzaría retrasando el retorno de dos regimientos del Cuerpo de Marines desplegados ahora en la provincia occidental de al-Anbar y enviando a Iraq a una brigada paracaidista y varias brigadas del Ejército de Tierra, cuyo traslado al país estaba previsto para la próxima primavera [5].

Los nuevos efectivos se desplegarán en Bagdad y en su área circundante, la cual alberga al 20% de la población del país, además de mantener la guerra en el cinturón de las provincias en torno a la capital, donde los combates con la resistencia son más intensos. Máximos mandos militares de EEUU habrían dado por fin su visto bueno al incremento de tropas, tras mostrar su oposición en semanas anteriores, por considerar que un aumento de la presencia militar estadounidense en Iraq no supondría cambio alguno sobre el terreno en la lucha contra la resistencia, una guerra que se considera que no se puede ganar militarmente [6].

Con esta decisión, el gobierno estadounidense renuncia, al menos temporalmente, a asumir las recomendaciones del informe de la comisión demócrata-republicana denominada Grupo de Estudios de Iraq y de la Junta de Jefes de Estado Mayor relativas a reducir y destinar los efectivos estadounidenses en Iraq a tareas de adiestramiento del nuevo ejército iraquí, limitando su implicación en el combate directo con la resistencia. Tal cambio de misión de las tropas de ocupación de EEUU debía ir acompañado de la apertura de un diálogo oficial con Irán y Siria y, al mismo tiempo, de la reanudación de los contactos con el campo anti-ocupación, incluida su resistencia armada.

La ejecución de Sadam Husein

La rápida aplicación de la pena de muerte dictada contra Sadam Husein y el modo en que se ha llevado a cabo suponen la confirmación del abandono definitivo por parte de Bush de cualquier intento de negociación con la resistencia iraquí, una alternativa recomendada para compensar el peso hegemónico del campo confesional shií por el embajador de EEUU en Bagdad, Jalilzad, por los propios mandos militares estadounidenses sobre el terreno, por el Grupo de Estudios de Iraq demócrata-republicano y, más recientemente, por la instancia internacional International Crisis Group, que, en su informe del 19 de diciembre, considera el campo sectario shií y kurdo ­y al propio gobierno al-Maliki- como una «parte más» del conflicto iraquí [7].

Sadam Huseín fue ejecutado en una instalación de seguridad del barrio de al-Khadimiya, en la capital iraquí, bajo control de los paramilitares del clérigo Moqtadar as-Sáder, como han confirmado fuentes iraquíes a la CEOSI. Previamente, el ex presidente iraquí había sido entregado en la Zona Verde por los estadounidenses, quienes le mantenían desde su captura en el centro de internamiento del Aeropuerto Internacional y, temporalmente, en algún país vecino del Golfo. Las declaraciones de testigos presenciales de la ejecución coinciden en señalar que Sadam Husein fue ejecutado ante seguidores de as-Sáder [8], tal y como confirma el vídeo difundido posteriormente por internet y captado al parecer por un teléfono móvil. Al-Jazeera citaba este miércoles, 3 de enero a Sami al-Askari, un político shií, señalando que los eslóganes a favor de as-Sáder partieron de uno de los verdugos encapuchados y que fueron coreados por representantes oficiales iraquíes, lo que motivó que uno de los fiscales amenazara con abandonar la sala de ejecución si no cesaban las consignas de los presentes.

El procedimiento de sumaria y vejatoria ejecución de Sadam Husein no puede ser considerado por todo ello casual, aunque ahora comiencen a oírse voces molestas por lo ocurrido, además de las provenientes del otro sector del colaboracionismo iraquí, el representado por los dirigentes kurdos Talabani y Barzani, quién afirma no haber dado el visto bueno a la ejecución como le correspondía como presidente de Iraq. El gobierno Bush sancionaba su renovada estrategia de pleno alineamiento con el campo confesional shií aceptando que la ejecución de Sadam Husein se convirtiera en un vil linchamiento llevado a cabo por verdugos de Moqtadar as-Sáder, hoy por hoy el principal apoyo del primer ministro al-Maliki y a cuya milicia, El Ejército del Mahdi, se le atribuye esencialmente la sangrienta oleada de asesinatos contra miembros de la sociedad civil y la limpieza étnica contra la comunidad sunní que los escuadrones de la muerte están llevando a cabo en los últimos meses en Bagdad.

El clérigo as-Sáder y su tornasolada corriente nada y guarda la ropa, afianzando su protagonismo en el Iraq ocupado: ostenta hasta seis ministerios en el gobierno colaboracionista de al-Maliki pero mantiene un discurso anti-ocupación que conecta adecuadamente con el sentir mayoritario, también dentro de la comunidad shií, comunidad a la que los ayatolás venidos de Irán prohibieron, por decreto en 2003, combatir en las filas de la resistencia; además, y para beneficio de los ocupantes, sus escuadrones de la muerte aterrorizan a la comunidad sunní y asesinan sistemáticamente a los representantes de las organizaciones civiles anti-ocupación y a miembros de los sectores seculares iraquíes, siendo al tiempo el mejor resorte que tiene Irán para apretarle las clavijas a EEUU en Iraq con vistas a un proceso de normalización bilateral.
As-Sáder ha sido, además, el más furibundo crítico de la revisión de las leyes de desbaazificación impuestas por Paul Bremer en 2003; se ha opuesto a cualquier proceso de reconciliación nacional que incluyera a los baazistas, y ha sometido a EEUU a la desestabilización de la violencia sectaria de estos últimos meses como represalia por su tímida apertura hacia un diálogo con sectores de la resistencia armada iraquí, ahora ya cerrado. Para contenerle, y como muestra de buena voluntad, Bush le ha ofrecido en bandeja la cabeza de Sadam Husein.

Mal negocio para EEUU en cualquier caso. Si se trata de renovar la alianza de los ocupantes con el que ha sido su principal apoyo en la invasión del país, el confesionalismo shií pro-iraní, el gesto es sin duda indicativo de la precaria situación de EEUU en Iraq. Como señalaba un testigo estadounidense de la ejecución de Sadam Husein: «¿Cómo vamos a pretender ahora controlar a las milicias [sectarias] tras este regalo [que les hemos hecho]?» [9].

Notas:

1. http://icasualties.org/oif/
2. Véase en IraqSolidaridad:
Se mantiene y extiende al sur la ofensiva de la resistencia. Además de los 150.000 efectivos de EEUU, 23 países mantienen en Iraq otros 17.500 soldados
3. Véase en IraqSolidaridad:
Carlos Varea: Guerra abierta y más violencia sectaria. EEUU pierde en combate en Iraq en diciembre una media diaria de cuatro soldados – Testimonio gráfico: Ramadi, bajo control de la resistencia
4. Véase en IraqSolidaridad:
Paul Rogers: «Guerra desigual»: la derrota de EEUU en Iraq. Los ocupantes cercan Bagdad para intentar impedir los movimientos de la resistencia y enlaces relacionados.
5. The New York Times, 29 de diciembre, 2006.
6. Véase en IraqSolidaridad:
Patrick Martin: El Pentágono dibuja un sombrío panorama para EEUU en Iraq. Los militares estadounidenses, contrarios a aumentar los efectivos en Iraq
7. En inglés:
English «After Baker-Hamilton: What to Do in Iraq». Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Guerra abierta y más violencia sectaria. EEUU pierde en combate en Iraq en diciembre una media diaria de cuatro soldados – Testimonio gráfico: Ramadi, bajo control de la resistencia
8. Al-Jazeera y The Washington Post, 31 de diciembre, 2006. No se permitió la asistencia a ninguno de los abogados de Sadam Husein a la ejecución.
9. Citado en The Washington Post, 31 de diciembre, 2006