La organización Farmacéuticos Mundi advierte que el Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA), creado en defensa de la propiedad intelectual en internet, «pone en peligro» el tratamiento de millones de personas con medicamentos genéricos. Fuentes de esta ONG, con sede en Valencia, han asegurado a EFE que el ACTA, firmado el pasado mes de enero por veintidós […]
La organización Farmacéuticos Mundi advierte que el Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA), creado en defensa de la propiedad intelectual en internet, «pone en peligro» el tratamiento de millones de personas con medicamentos genéricos.
Fuentes de esta ONG, con sede en Valencia, han asegurado a EFE que el ACTA, firmado el pasado mes de enero por veintidós estados miembros de la Unión Europea, entre ellos España, «podría frenar el comercio legal de medicamentos genéricos de calidad al considerarlos falsificaciones, en virtud de la defensa de la propiedad intelectual y no de la protección de salud pública».
El Acuerdo Comercial Anti-Falsificación (ACTA, en sus siglas en inglés) es la propuesta de un acuerdo comercial multilateral para el establecimiento de normas internacionales sobre la aplicación de los derechos de propiedad intelectual, especialmente en las economías emergentes.
El ACTA, según Farmacéuticos Mundi, «aumenta la confusión» entre los medicamentos falsificados y los genéricos, ya que considera que un producto es una falsificación «cuando viola la propiedad intelectual y hace un uso deliberado y fraudulento de una marca, con el fin de engañar a los consumidores».
La ONG recuerda que las multinacionales farmacéuticas tienen «frecuentes conflictos» con las empresas de genéricos, ya que en muchas ocasiones los genéricos tienen un nombre o presentación similar al medicamento de marca, porque con ello intentan transmitir al consumidor la bioequivalencia con ese producto.
Por ello, al ser considerados «falsificaciones», los medicamentos genéricos «corren el riesgo real de ser perseguidos y retenidos en las aduanas, acusados de atentar directamente contra la marca en virtud de duras normas de control de ACTA».
Farmacéuticos Mundi considera que existe una «voluntad evidente» de la industria farmacéutica por «intentar frenar el uso de genéricos bajo el pretexto de la falsificación de marca» y pide que se redefina «de forma clara» qué son medicamentos falsificados.
La ONG denuncia que el ACTA añade una «dificultad más» para conseguir que la salud «sea un derecho universal» y recuerda que un tercio de la población mundial -más de 2.000 millones de personas- «no puede acceder a los fármacos que necesita».
Además, señala que el ACTA prevé que «bajo sospecha de infracción de marca» las autoridades aduaneras «podrán retener bienes que estén en tránsito, incluso si no infringen ninguna propiedad intelectual en el lugar de producción o en los países de consumo».
Este es el caso, según la ONG, de genéricos de calidad legítimamente producidos en la India y que son distribuidos a países empobrecidos donde su comercio está igualmente permitido.
«Bajo la apariencia de un acuerdo supuestamente encaminado a proteger al ciudadano frente a los medicamentos falsificados, se esconde un tratado que busca reforzar la propiedad intelectual y no proteger la salud del consumidor», afirma Farmamundi.
La ONG considera que el ACTA «únicamente servirá para impedir la producción y distribución de medicamentos genéricos asequibles, favoreciendo los monopolios farmacéuticos y reforzando los derechos de las industrias de marca».
Además, señala que el acuerdo comercial contra las falsificaciones «hace peligrar la exportación legal de medicamentos genéricos de calidad al perseguir igualmente a productores, distribuidores y comerciantes».
Esto, en su opinión, podría acabar elevando el precio de los tratamientos e incluso abriendo la posibilidad de la aparición de un «mercado negro», algo que podría «poner en peligro la salud pública, sobre todo de los más vulnerables».