Anonimato y comunicación continúan sufriendo con la arcaica persecución por parte de los regios y sus camarillas. La élite, tan propensa a mantener su condición privilegiada gracias a un anonimáto de pago en el que el secreto, la conspiración y las malas artes son requisito indispensable para que sus oscuros negocios se transformen en algo […]
Anonimato y comunicación continúan sufriendo con la arcaica persecución por parte de los regios y sus camarillas.
La élite, tan propensa a mantener su condición privilegiada gracias a un anonimáto de pago en el que el secreto, la conspiración y las malas artes son requisito indispensable para que sus oscuros negocios se transformen en algo lo suficientemente bello a ojos de los ignorantes, tienen un lógico pánico al enemigo oculto y a esta nueva capacidad de organización silenciosa que se les ha escapado de las manos en las redes sociales.
La distorsión y la mentira ha estado controlada desde la creación de la escritura por aquellos que hablaban en nombre de Júpiter, Dios, el Rey y ahora de la democracia. Han llamado comunicación a la difusión que tanto daño nos ha hecho, han llamado ley a normas que en definitiva solo son y sirven para apaciguar a las clases bajas y que han conseguido esclavizar de un modo «cómodo» a las gentes hastiadas de esas guerras en nombre del capital de los poderosos, han llamado libertad de expresión a una estupenda maquinaria de la desinformación donde todo aquel con ideas propias o en favor de la verdad y de la justicia ha sido aniquilado, han llamado democracia a un sistema que se pasa la Constitución por el forro y siempre a favor de los mismos, llaman crisis a uno de los mayores saqueos de la historia, saqueo concienzudo en donde el mal parado no tiene un amigo en la política o en una corporación, y el que lo tiene suele ser espía o traidor con cara de hada madrina, un chivato clandestino… anónimo.
Los enemigos del planeta y del ser humano, aquellos que ansían el poder por encima de vidas humanas y que trafican con seres vivos a los que manipulan con juegos virtuales como «los mercados», que no son más que el robo continuado a las clases trabajadoras a las que ya no se les respeta ni los mínimos, estos personajes sí tienen comunicación, sí tienen anonimato.
Sus negocios, los paraísos fiscales, su inmunidad con las leyes, sus medios de difusión, cómplices de la gran desgracia que se nos avecina, y todos sus mecanismos disuasorios están fundamentados en unos pilares básicos del que se les ha escapado Internet… por ahora. Esos pilares son el secretismo, la manipulación informativa, desprestigio y/o eliminación del potencial enemigo y por supuesto evitar la comunicación fluída y anónima… dicho de otro modo, evitar la falta de control de las masas. De aquellos que mientras creen en la democracia, sufrirán para pagarles las vidorras a los que les utilizan.
El tráfico de datos es un negocio de tal calibre que une en conceptos a la mafia de los estados y a las corporaciones capitalistas. El márketing y el consumo tienen como aliado a esos falsos políticos que gobiernan bajo un sistema caduco en el que el hecho de votar nos convierte en lo que creemos que es mejor que lo que ha pasado y nos ciega de cara al futuro de nuestros hijos y nietos.
Los gobiernos actuales, beneficiarios y cómplices del saqueo, son potentes especialistas en la siembra del miedo y la creación de potentes enemigos que calan en la imaginación de los estúpidos seres humanos que podemos llegar a ser.
El anonimato y la comunicación entrañan peligros, es cierto. Sin embargo, para el pueblo, esos peligros están muy lejos de aquellos a los que hemos sido sometidos históricamente por las falacias creadas por chalados ansiosos de poder bajo los cuales se han cometido verdaderas barbaries. El mayor peligro que entrañan el anonimato y la comunicación es ahora mismo que la población deje de ser ignorante, se una en la búsqueda de un mundo mejor y termine con esta plaga de descerebrados que por mantener su caja fuerte llena no dudaría en reventar poblaciones enteras.
El anonimato permite y permitirá que escritos como este, no puedan ser vigilados por los censores y las «hadas madrinas» que con esa sonrisa «profiden» te la meten clavada por la espalda.
Es la hora de ponerle nombres y apellidos a quellos enemigos del pueblo y en mi lista ya tengo a una con cara de hada madrina: Randi Zuckerberg hermanita del creador de Facebook. Google + también sigue la senda de lo que exigen los mercados.