Traducido por Manuel Talens
El gobierno del Estado español ha saboteado una conferencia internacional que debía celebrarse en la región autónoma de Asturias, en el noroeste del país, con la presencia de representantes de la Resistencia iraquí. Esto significa que España apoya abiertamente al régimen de ocupación en Bagdad impuesto por USA.
De haberse celebrado la conferencia el gobierno de Madrid hubiese abierto la puerta a conversaciones entre la Unión Europea y los únicos representantes legítimos del pueblo iraquí.
El 21 de junio, una delegación de los participantes internacionales en la fallida conferencia entregó una Declaración de protesta a un grupo de parlamentarios españoles en Madrid.
La cancelación de la conferencia es el corolario de la inestabilidad del régimen fantoche iraquí. Por su parte, la actitud del gobierno de Madrid es la demostración fehaciente de la subordinación de España, tanto al imperialismo europeo como a Washington.
Hasta mediados de mayo la preparación de la conferencia seguía su curso y el Ministerio de Asuntos Exteriores de España había garantizado visas («visados» en el castellano peninsular) a los participantes iraquíes, todos ellos representantes legítimos de las comunidades de Iraq, algunos de los cuales han visitado anteriormente España con unas visas que entonces el gobierno de Madrid no les negó.
Sin embargo, tras la visita del vicepresidente usamericano Joseph Biden, el gobierno español dejó de hacer honor a la palabra dada a los organizadores de la conferencia y se negó a emitir las visas. Los organizadores decidieron entonces seguir adelante y celebrarla por medios electrónicos (videoconferencia). Contaban con el apoyo decidido de los gobiernos de la ciudad de Gijón y de Asturias, además del respaldo generalizado de la población asturiana.
El gobierno español dio un paso reaccionario adicional al convertirse en correveidile de las amenazas aparentemente proferidas contra las familias de algunos organizadores españoles por parte de milicias (escuadrones de la muerte) próximas al actual régimen de Al Maliki en Iraq. En ningún momento Madrid se comprometió a tratar de proteger a los ciudadanos españoles o a los iraquíes invitados; muy al contrario, los presionó para que cancelasen la conferencia.
En tales circunstancias, el 18 de junio los organizadores de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la soberanía de Iraq (CEOSI) tomaron la decisión de cancelarla.
El gobierno de España actuó de esta manera a pesar del apoyo generalizado al pueblo y a la Resistencia iraquíes entre la población del país, un apoyo fácilmente detectable en Asturias. A pesar de la cancelación, los asturianos se las arreglaron para expresar su solidaridad de forma alternativa: en una fiesta anual contra la monarquía y a favor de la República -que por pura casualidad se celebra anualmente el 19 de junio- las intervenciones que más aplausos recibieron de los cientos de asistentes fueron aquellas que hacían hincapié en la solidaridad con la Resistencia iraquí.
John Catalinotto dirigiéndose a los asturianos solidarios con la Resistencia iraquí
Denuncia de la ocupación usamericana de Iraq
En los últimos años los medios de comunicación corporativos -de capital yanqui- se han dedicado a minimizar y distorsionar la realidad de Iraq. Tachan las acciones legítimas de la Resistencia iraquí de sectarias o incluso de «terroristas», y ello a pesar de que la Resistencia nunca ataca a la población civil y sus objetivos son siempre legítimos: los soldados y los mercenarios de las fuerzas de ocupación y sus títeres.
Los medios también han dado la falsa impresión de que el actual régimen iraquí es estable y democrático, elegido en las urnas.
Sin embargo, no sólo el régimen iraquí es antidemocrático y corrupto, sino que las presiones extraordinarias que ha ejercido sobre el gobierno español -probablemente «cocinadas» en Washington- indican que teme por su estabilidad.
Tal como se menciona más arriba, el 21 de junio una delegación que representaba a los participantes internacionales que habían acudido a España para la fallida conferencia se reunieron con miembros del Parlamento español en Madrid, a quienes les entregaron una declaración firmada por muchos de los grupos asistentes, tanto de Iraq en el exilio y España como de Inglaterra, Luxemburgo, Bélgica, Alemania, Suecia, Portugal y USA.
En dicha declaración podía leerse lo siguiente: «El actual régimen iraquí está sustentado completa y absolutamente en la ocupación; es un régimen construido sobre la corrupción y el saqueo, sobre el sectarismo y la división étnica de la sociedad iraquí que impuso la propia ocupación y que ahora amenaza con aniquilar algunas de las minorías y convertir a Iraq en un Abú Ghraib».
A continuación se afirmaba que «los siete años largos de ocupación estadounidense han destruido el Estado iraquí, su economía, sus sistemas educativo y sanitario y la infraestructura iraquí y amenaza con destruir lo que queda del tejido social iraquí» y se daba como ejemplo el uso por parte de USA de armas de fósforo blanco y uranio empobrecido.
Tres diputados nacionales, Gaspar Llamazares, de Izquierda Unida (IU), uno del Bloque Nacional Gallego (BNG) y otra del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tomaron nota de los puntos señalados en el texto. Tanto IU como el BNG expresaron la solidaridad de sus partidos con los iraquíes y prometieron apoyar estos esfuerzos.
Llamazares también prometió que en sesión parlamentaria le preguntaría al gobierno por qué entre abril y junio cambió su política con respecto a las visas. Aludió a la visita de Biden a España y a las presiones ejercidas no sólo desde la Zona Verde de Bagdad, sino también desde Washington.
Los participantes internacionales, incluidos los iraquíes en el exilio, aceptaron continuar sus esfuerzos destinados a apoyar y desarrollar la solidaridad con la Resistencia iraquí, exigiendo entre otras cosas la «total e incondicional retirada de todas tropas y mercenarios de Iraq y el pago de compensaciones por los daños de la invasión y la ocupación».
El 21 de junio los sindicatos de Galicia anunciaron huelgas para el 24 contra las «reformas» del gobierno, que rebajan los sueldos y desprotegen a los trabajadores. Al igual que con las huelgas generales que se están preparando, podría decirse que los activistas a favor de la Resistencia iraquí unen sus voces con las de los trabajadores en una misma consigna: ¡La lucha continúa!
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Fuente: ttp://www.workers.org/2010/world/_iraqi_resistance_0701/
Artículo original publicado el 25 de junio de 2010
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