Al menos 67 personas murieron este lunes por la violencia en Irak. Sólo en un ataque de Estados Unidos contra una casa considerada escondite de un militante de la red Al Qaeda, cerca de la frontera con Siria, perdieron la vida 40 civiles. Además, siete efectivos estadunidenses fueron abatidos, reconoció el propio ejército invasor, al […]
Al menos 67 personas murieron este lunes por la violencia en Irak. Sólo en un ataque de Estados Unidos contra una casa considerada escondite de un militante de la red Al Qaeda, cerca de la frontera con Siria, perdieron la vida 40 civiles.
Además, siete efectivos estadunidenses fueron abatidos, reconoció el propio ejército invasor, al cerrar octubre como el tercer mes con mayor cantidad de bajas para Estados Unidos con 93 víctimas fatales, de acuerdo con un balance del Pentágono.
Un médico en la ciudad de Qain, localidad atacada por la aviación estadunidense, aseguró que 40 personas murieron y 20 resultaron heridas, la mayoría mujeres y niños, y un líder tribal, no identificado por Reuters, indicó que en el lugar no había guerrillas.
«Es difícil transportar cadáveres al hospital, dado que los puentes sobre el Eufrates están obstruidos (por el ejército de Estados Unidos) y las escasas barcas son utilizadas para llevar a los heridos», denunció el doctor Alí Ani.
Un vocero del ejército estadunidense señaló que el bombardeo de «precisión» tenía la intención de evitar víctimas civiles.
Las autoridades iraquíes y estadunidenses describen Qaim y el valle del Eufrates, al sureste de la frontera siria, como un conducto principal para los combatientes islámicos extranjeros que se dirigen a Bagdad.
De su lado, el Ministerio del Interior refirió que al menos 20 personas fallecieron y otras 45 resultaron heridas en un atentado con coche bomba perpetrado esta noche en un mercado abarrotado de la sureña ciudad chiíta de Basora.
El atentado, agregó la fuente, al parecer tenía como objetivo una patrulla de policía, pero la mayor parte de las víctimas son civiles. La explosión ocurrió hacia las 20:30 horas (local) en la calle Al Jazair, en un centro comercial recientemente inaugurado donde numerosos habitantes hacían sus compras para la fiesta de Aid al Fitr, que marca el final del ayuno musulmán del Ramadán que se celebrará dentro de algunos días.
En más acciones de la resistencia, cuatro militares estadunidenses perdieron la vida en un ataque con bomba en la localidad de Yusufiyah, al sudoeste de Bagdad, y otros dos en las mismas circunstancias en el norte de Bagdad. Un séptimo pereció en combate el domingo al oeste de la capital, cuando una bomba estalló al paso de su vehículo.
Así, octubre fue el tercer mes con mayor cantidad de bajas para Estados Unidos en Irak desde el comienzo de la invasión en marzo de 2003, con 93 víctimas fatales, según un balance elaborado con datos del Pentágono. El vocero de la dependencia, Lawrence Di Rita, explicó que el número elevado de muertos refleja el poder y la sofisticación creciente de los atentados con bombas cometidos por insurgentes iraquíes y extranjeros.
Noviembre de 2004 fue el peor mes para los estadunidenses, con 137 muertos, seguido por abril de 2004, con 135. En estas cifras están incluidos los soldados muertos en los combates y los que perdieron la vida en otras circunstancias.
Bush y Berlusconi refuerzan vínculos
En el plano político, el presidente estadunidense, George W. Bush, y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, insistieron hoy en la fuerza de los vínculos que unen a Estados Unidos e Italia, y evitaron hablar públicamente sobre la oposición a la guerra en Irak y el futuro de las tropas en ese país.
«Las relaciones entre Italia y Estados Unidos son fuertes», afirmó Bush tras una reunión con Berlusconi en la Casa Blanca, y saludó «el fuerte compromiso» del premier italiano con «la libertad de los pueblos afgano e iraquí».
Los dos dirigentes se limitaron a hacer breves declaraciones ante las cámaras, y no aceptaron preguntas de los periodistas, como ocurre a menudo cuando el presidente estadunidense recibe a una personalidad extranjera.
«Estamos orgullosos de estar al lado de nuestro aliado estadunidense para extender las fronteras de la democracia y de la libertad en el mundo, a fin de alcanzar la paz», sostuvo Berlusconi.
La reunión se dio en un momento especialmente delicado entre ambos mandatarios, que hasta hace poco mantenían una relación estrecha.
Algunas fuentes en Washington sugieren que Estados Unidos está enfadado por los comentarios de Berlusconi hechos al canal de televisión La 7, en los cuales el premier afirmó el fin de semana que intentó convencer a Bush de no atacar Irak.
Por otro lado, el primer ministro iraquí, Ibrahim Jaafari, accedió a una demanda del presidente Jalal Talabani para excarcelar y hospitalizar a Barzan Tikriti, hermanastro del derrocado líder iraquí, Saddam Hussein, debido a que padece cáncer.
Tikriti, que pidió ayuda a la comunidad internacional, entre otros a Washington y a los dirigentes iraquíes para ser hospitalizado, fue detenido en abril de 2003 y el pasado 19 de octubre compareció junto con Hussein y otros seis ex funcionarios ante el alto tribunal penal iraquí por la matanza de unos 150 chiítas en 1982 en el norte de Bagdad.