«Finalizado el periodo de transición se celebrarían elecciones libres, democráticas e imparciales de acuerdo a la Constitución, garantizándose la libre participación en ellas de todos los movimientos, partidos políticos y corrientes para conseguir el establecimiento de un sistema plural, democrático y nacional que respetaría los derechos humanos, garantizaría las libertades públicas y preservaría la unidad […]
«Finalizado el periodo de transición se celebrarían elecciones libres, democráticas e imparciales de acuerdo a la Constitución, garantizándose la libre participación en ellas de todos los movimientos, partidos políticos y corrientes para conseguir el establecimiento de un sistema plural, democrático y nacional que respetaría los derechos humanos, garantizaría las libertades públicas y preservaría la unidad de Iraq y de su pueblo, conseguiría su independencia y preservaría sus recursos materiales y humanos.»
Restos de un convoy atacado en las proximidades de Ramadi (Foto: ‘Iraq War Photography’) En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso.
«¡Señor! Infúndenos paciencia, afirma nuestros pasos, auxílianos contra el pueblo infiel!»[1]
[…] El [Partido] Baaz [Árabe Socialista] y su resistencia [2] presentan su programa político dirigido a la liberación de Iraq y a conseguir su independencia nacional y la unidad de su pueblo y de su territorio, conforme a las prioridades y calendario que aparecen en este documento tal y como sigue:
Primero
Independencia nacional absoluta, que requiere la aceptación por las potencias ocupantes de los siguientes principios y exigencias:
– El reconocimiento de los países ocupantes de la Resistencia Patriótica Iraquí, y de todas sus formaciones armadas y [sociales y políticas] no armadas, como la única representante legítima del gran Iraq.
– Una declaración sobre la resolución de retirada completa e incondicional de Iraq en un plazo determinado que se establecerá de forma coordinada entre la heroica resistencia iraquí y la ocupación.
– La aceptación total del Estado y de la soberanía nacional y de la independencia de Iraq y la preservación de la unidad de sus pueblos, territorios, lugares sagrados y recursos, rechazando todos los llamamientos y leyes que tengan como objetivo la partición y el desmembramiento de Iraq.
– El acuerdo para iniciar negociaciones serias, útiles y constructivas con el Mando de la Resistencia [3] o con sus representantes sobre la base de los derechos y principios de la patria y de su liberación, tal como se refleja en este documento, con el propósito de llegar a la formulación de un acuerdo sobre la completa liberación e independencia del país.
– Una declaración de EEUU y sus aliados en la que asuman su responsabilidad por la guerra y la ocupación y reconozcan que la ocupación de Iraq ha constituido una imposición y un acto de agresión que no se ajustaron a la legalidad internacional ni tampoco a justificación legal o moral alguna, y que se ha llevado a cabo al margen del Derecho Internacional.
– Una declaración de EEUU y sus aliados de su disposición a pedir perdón oficialmente al pueblo iraquí por los crímenes, transgresiones y violaciones cometidos contra él, y una disculpa a los dirigentes nacionales de Iraq por las medidas injustas, opresoras y destructivas que tomaron contra ellos y contra Iraq.
En el caso de que el ocupante declare su aceptación de los principios arriba expuestos, la dirección del Baaz y de su heroica resistencia declara su acuerdo de iniciar negociaciones serias y provechosas, conformes con lo siguiente:
Segundo
Las negociaciones exigen del ocupante y de sus aliados la aceptación de todos los derechos nacionales del gran pueblo iraquí y de los principios inalienables de su liberación, que representan la voluntad y los supremos intereses nacionales del pueblo de Iraq, y que se detallan a continuación:
1. Retirada completa [de las fuerzas de ocupación] de todos los territorios de Iraq, de su espacio aéreo y marítimo, sin límites ni condiciones.
2. La liberación, sin excepción alguna, de todos los presos, detenidos y cautivos, y el acuerdo de considerar a los actuales tribunales, que actúan contra los iraquíes, como nulos, ilegítimos e ilegales, así como la revocación de todas las medidas que hayan tomado, dado que lo fueron bajo la tutela de una ocupación ilegal, y aquello que se basa en falsedades es falso en sí mismo. Asimismo, [el establecimiento de]un acuerdo para reconocer la legitimidad de todas las instituciones del Estado -tanto gubernamentales como no gubernamentales- y de todas las leyes y convenciones que estaban vigentes antes de la odiada ocupación.
3. La anulación del sistema político actual, que funciona bajo la tutela de la ocupación y, asimismo, la derogación de todos los decretos, leyes y medidas políticas y económicas que se han tomado violado el Derecho Internacional y su aplicación, que exigen que cuando se produce una ocupación, las leyes del país ocupado sigan vigentes y efectivas, ya que, según la legislación internacional, no está permitido a los ocupantes promulgar leyes o decretos encaminados a lograr sus intereses o los intereses de sus lacayos.
4. La vuelta al servicio del Ejército iraquí y del resto de las Fuerzas Armadas nacionales de conformidad con sus leyes, normas y tradiciones vigentes con anterioridad a la ocupación y, asimismo, la derogación de la ley de erradicación del Baaz y el reconocimiento de su papel iraquí, pan-árabe e internacional en el liderazgo y la construcción de Iraq como un movimiento político, intelectual y social con una gran misión humanitaria, así como el fin a los ataques, persecuciones y detenciones de militantes del partido y de los combatientes de los diversos grupos armados de la resistencia [a él vinculados].
5. Un compromiso de compensación por todas las pérdidas, materiales y morales, sufridas por Iraq, sus individuos e instituciones, desde [el inicio de las sanciones en] 1990 hasta la fecha. Éste [compromiso] podría llevarse a efecto mediante un fondo que podría estar financiado por los países que ocuparon Iraq, en primer lugar EEUU y Gran Bretaña, así como por los demás países que han participado, apoyado y facilitado la ocupación, además de las enormes pérdidas materiales que ha sufrido el Estado iraquí por la sistemática destrucción, expolio y pillaje de sumas de dinero, fábricas, bancos, bienes arqueológicos, etc. Las compensaciones se realizarían a través de comités legítimos iraquíes y de otros países neutrales nombrados por el mando de la resistencia iraquí. Los fondos estarían gestionados por un gobierno nacional formado por la resistencia y, con posterioridad, elegido por el pueblo.
6. Derogación de todas las resoluciones internacionales actuales aprobadas contra Iraq desde el año 1990 hasta el día de hoy, en particular aquéllas [emitidas por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en 1991] relacionadas con el [nuevo] diseño de fronteras, compensaciones [económicas] [4] y otras materias.
7. Entrega de los lacayos, espías y traidores que cometieron el delito de alta traición contra el pueblo y la patria, para que puedan ser juzgados legalmente y reciban su justo castigo por la colaboración con el ocupante en la destrucción de Iraq, el asesinato de su pueblo, el expolio de sus riquezas nacionales y la profanación de sus lugares sagrados.
Cumplidas estas condiciones y, tras la liberación [de Iraq], la dirección del Baaz y su Resistencia Nacional harán públicas sus iniciativas nacionales, de acuerdo con los pasos previstos, en coordinación y con la participación de todas las fuerzas combatientes y de la resistencia, de la manera siguiente:
Tercero
Elecciones y gestión de los asuntos de Estado tras la independencia:
El mando de la resistencia iraquí constituirá un Consejo Consultivo (CC) temporal formado por entre 50 y 100 personalidades de la resistencia armada, partidos políticos y corrientes, y personalidades de la resistencia nacional que hayan rechazado la ocupación y a sus lacayos [5].
El CC, que incluirá a organizaciones de la resistencia, formará un gobierno de unidad nacional constituido por personalidades iraquíes conocidas por su oposición y resistencia a la ocupación, con un mandato de dos años. Este gobierno, bajo la supervisión absoluta de la dirección de la resistencia y del consejo consultivo temporal, asumirá las responsabilidades siguientes:
a) La supervisión completa de la gestión de los asuntos del Estado en todos los ámbitos.
b) La consecución de lo acordado por la dirección de la resistencia con los ocupantes en el curso de las negociaciones y, en particular, la operación de total e incondicional retirada de las fuerzas que invadieron Iraq para, a continuación, poner en marcha las disposiciones del acuerdo sobre la liberación nacional y la independencia.
c) La disolución de las milicias que pertenecen a la ocupación y a los partidos aliados con ella, sin excepción alguna, así como la disolución del actual ejército, policía y servicios de seguridad, creados bajo la tutela de la ocupación y su actividad, y trabajar para llevar a cabo el desarme de todo Iraq.
d) La reconstitución del antiguo Ejército nacional iraquí en todas sus formaciones, así como la de las antiguas fuerzas de seguridad y todos sus cuerpos; la restauración de todas las instituciones estatales disueltas mediante órdenes de la ocupación, la eliminación de los efectos demoledores de esas disposiciones y la compensación a quienes resultaron dañados, material o moralmente, por ellas.
e) La elaboración de una Constitución permanente para el país, que deberá debatirse en el CC y refrendarse en un plebiscito popular, y que regiría la vida política y pública en todo Iraq durante un periodo de cinco años a partir de la independencia. De acuerdo con ella, se elegirían el presidente y el parlamento; se garantizarían los derechos nacionales de los kurdos y de otras minorías y, en su marco, todos los pueblos con sus diferentes nacionalidades, religiones y sectas coexistirían en la unidad nacional indisoluble que ha caracterizado al pueblo iraquí a lo largo de toda su gloriosa historia. El parlamento electo tendrá el poder de cambiar la Constitución de conformidad con el desarrollo y la estabilidad de la situación política, económica y de seguridad en Iraq.
f) Finalizado el periodo de transición se celebrarían elecciones libres, democráticas e imparciales de acuerdo a la Constitución, garantizándose la libre participación en ellas de todos los movimientos, partidos políticos y corrientes para conseguir el establecimiento de un sistema plural, democrático y nacional que respetaría los derechos humanos, garantizaría las libertades públicas y preservaría la unidad de Iraq y de su pueblo, conseguiría su independencia y preservaría sus recursos materiales y humanos.
g) Emprender una campaña de reconciliación nacional exhaustiva basada en los derechos y principios nacionales expuestos en este documento. Las reuniones, diálogos, acuerdos y reconciliación estarían abiertos a todos los iraquíes, sus partidos políticos, movimientos e individuos que declaren la aceptación de estos principios, y su disposición a trabajar en su aplicación y luchar para conseguirlo. Esta reconciliación estaría precedida de una reflexión y análisis por parte de todas las fuerzas patrióticas existentes en el panorama iraquí, de la crítica y autocrítica en el más amplio sentido, y de la adopción del principio «Que Dios perdone lo ocurrido en el pasado», prescindiendo de la política de venganza y revancha para saldar cuentas, de [la política] de eliminación de los disidentes y del recurso a las armas, excepto contra el rapaz ocupante con el fin de liberar la patria y sus lugares sagrados. Todo ello, con el objetivo de crear un clima de confianza mutua e introducirlo en los corazones de todos los iraquíes para que constituya la garantía fundamental de su participación en la construcción de Iraq tras la liberación, lejos de cualquier monopolización del poder, gobierno personal, autoritarismo, extorsión o el establecimiento de privilegios de los unos sobre los otros.
Cuarto
Relaciones con Estados Unidos y con el resto de los Estados del mundo:
La resistencia patriótica iraquí y sus gobiernos [de ella emanados] establecerán las mejores relaciones políticas y económicas con todos los países del mundo, salvo con la voraz entidad sionista [establecida] en los territorios árabes de Palestina, con la finalidad de garantizar los intereses mutuos existentes entre Iraq y esos Estados y para conseguir la cooperación y respeto mutuo sin ingerencias en los asuntos internos de los unos sobre los otros.
El mando de la resistencia iraquí reconoce la naturaleza de los intereses vitales de EEUU como un gran Estado y está dispuesta a establecer buenas y permanentes relaciones [con esta nación] sobre la base del respeto mutuo y de la no-ingerencia en los asuntos internos, de conformidad con los acuerdos, tratados y convenciones internacionales que garantizan esos intereses, preservan la soberanía y la independencia de los Estados y los pueblos, y el respeto a su voluntad, lo que garantiza su derecho a disponer de sus recursos naturales, humanos y materiales como consideren.
La resistencia iraquí establecerá las mejores relaciones, basadas en el respeto mutuo y en los intereses compartidos, con todos los países limítrofes de Iraq, y en particular con los fraternales países árabes; respetará todos los acuerdos y tratados internacionales y no recurrirá a la fuerza para resolver diferencias bilaterales salvo en los casos de defensa de sí misma, de la nación y del pueblo contra cualquier agresión armada exterior.
Cinco
El Baaz y su patriótica resistencia consideran este programa como un primer paso global, adecuado y objetivo hacia una solución integral de la situación en Iraq, terminar con la ocupación y con todas sus consecuencias y repercusiones. La resistencia iraquí jamás aceptará un acuerdo reducido o parcial con el ocupante, puesto que no es posible aceptar un alto el fuego y el fin de la lucha en Iraq que pueda dar oportunidad a que el proceso político dirigido por la ocupación consiga su propósito a las órdenes de sus lacayos. La dirección del Baaz y la resistencia rechazan por completo el principio de participar en actividad política alguna tutelada por la ocupación o de acuerdo con sus deseos.
La dirección del Baaz, y de su patriótica resistencia, al mismo tiempo que presenta su programa patriótico para la liberación e independencia nacional, está resuelta a seguir combatiendo y liderando la lucha contra los ocupantes hasta conseguir la independencia de Iraq y su construcción de forma democrática y nacional. El Baaz y su resistencia, al establecer estos principios, cimientos y bases que representan los derechos del pueblo y de la patria, a los que no pueden renunciar o abandonar, con independencia de lo duro que sea el sacrificio, confían en que el ocupante los tendrá en consideración, vuelva a la cordura y se comprometa en un proceso basado en la verdad, la confianza en la racionalidad, la lógica y la historia, reconozca estos derechos y se comprometa a su cumplimiento.
Las fuerzas de liberación y resistencia populares no podrán ser derrotadas o quebrantadas [en su lucha] por conseguir la libertad, porque Dios, su [propio] pueblo y los pueblos libres de todo el mundo están a su lado. Vencerán, con la ayuda de Dios, la batalla contra los ocupantes e invasores, por larga que ésta sea. El ocupante no tiene otra elección que aceptar los principios inamovibles de la total liberación y la completa independencia de cualquier forma de hegemonía, dominación y explotación, y sentarse en la mesa de negociaciones para detener el baño de sangre y salvar lo que le queda de vergüenza o, en caso contrario, debe prepararse para afrontar la segura e ignominiosa derrota de sus fuerzas invasoras y el fin de su proyecto imperial de hegemonía y dominación. La victoria sólo proviene de Dios Altísimo y Todopoderoso.
¡Viva Iraq!
¡Victoria para su heroica resistencia!
¡Reconocimiento a los mártires y combatientes!
¡Viva Palestina, libre y árabe!
Notas de IraqSolidaridad:
1. Versículo tomado de la traducción del Corán de Julio Cortés.
2. El comunicado se refiere a las varias formaciones armadas territoriales de filiación baazista.
3. Referencia al Consejo Militar Supremo de los Muyahidín, estructura de coordinación de los distintos grupos de la resistencia nacionalista e islámica (excluidos los vinculados a Al Qaeda, que tienen su propia coordinadora) y establecida en noviembre de 2005 (véase en IraqSolidaridad: La resistencia armada se coordina bajo la dirección del Consejo Militar Supremo de los ‘Muyahidines’. Creado el Frente Patriótico Nacionalista e Islámico de Iraq).
4. Sobre Iraq pende aún la deuda derivada del pago de compensaciones por los daños causados durante la Guerra del Golfo de 1991. Véase en IraqSolidaridad: Jeff Leys: Iraq y el Fondo Monetario Internacional: ‘Guerra económica’. Draconianas condiciones del Acuerdo Temporal con el FMI para la liberalización económica
5. El marco democrático y plural para Iraq había sido ya aceptado formalmente por el Baaz en documentos previos: La resistencia armada se coordina bajo la dirección del Consejo Militar Supremo de los ‘Muyahidines’. Creado el Frente Patriótico Nacionalista e Islámico de Iraq y Reunión de la Delegación de la CEOSI con el Partido Baaz, la Unión del Pueblo y la Alianza Patriótica Iraquí – Proyecto de creación del Frente de Liberación Nacional. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea, Pedro Rojo y Houmad El Kadiri: Creado el Mando Político Unificado de la Resistencia Iraquí. Paso trascendental en la consolidación del campo anti-ocupación y de su alternativa nacional y democrática – Entrevista con un comandante de la resistencia iraquí
IraqSolidaridad (www.iraqsolidaridad.org), 31 de octubre, 2006
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Felisa Sastre