Un marine que fue grabado mientras disparaba a un iraquí aparentemente herido y desarmado en una mezquita de Faluya, al oeste de Bagdad, no se enfrentará a un tribunal marcial. El comandante de la I División de Infantería de los Marines, el general Richard F. Natonski, aseguró este miércoles que una revisión de las pruebas […]
Un marine que fue grabado mientras disparaba a un iraquí aparentemente herido y desarmado en una mezquita de Faluya, al oeste de Bagdad, no se enfrentará a un tribunal marcial.
El comandante de la I División de Infantería de los Marines, el general Richard F. Natonski, aseguró este miércoles que una revisión de las pruebas mostraban que las acciones del marine en el tiroteo fueron «consecuentes con las reglas establecidas de compromiso y la ley en los conflictos armados».
El Ejército abrió investigación por posibles crímenes de guerra después de que la cadena de televisión NBC difundiera un vídeo en el que un ‘marine’ dispara al iraqui. La investigación se centró en «posibles violaciones» de las reglas mínimas de la guerra del Pentágono sobre no disparar contra un enemigo indefenso.
El iraquí fallecido era uno de los cinco heridos que permanecían en la mezquita después de que los ‘marines’ asaltaran el edificio y uno adyacente y mataran a 10 rebeldes al abrirse camino hacia el corazón de la ciudad suni.
Mientras los soldados realizaban operaciones en la retaguardia y dejaban a los cinco heridos abandonados en la mezquita, un segundo grupo de marines entró en el edificio, para realizar una nueva inspección.
Fue entonces cuando un soldado se dio cuenta de que uno de los heridos aún respiraba. «Está fingiendo su muerte», aseguró antes de levantar su fusil y dispararle en la cabeza. En el vídeo, grabado por Kevin Sites, periodista freelance que trabajaba para la cadena de televisión NBC, se escucha al joven marine gritar una obscenidad, aludiendo a uno de los heridos, que se hacía el muerto. El soldado entonces eleva su fusil hacia el hombre tendido en el suelo y le dispara.
El soldado no ha sido identificado en el documento de dos páginas hecho público por Camp Pendleton, los cuarteles generales de esta fuerza expedicionaria, en el norte de San Diego (Estados Unidos).
El crimen se produjo el pasado 13 de noviembre.
Antes del asalto a Faluya, el 8 de noviembre, los comandantes de las fuerzas de los Marines indicaron a los soldados de infantería que las reglas de compromiso permitían el uso de la fuerza mortífera contra hombres en edad militar que parecieran intentar perpetrar una acción hostil, incluso si el enemigo no disparaba primero.