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Chris Marker ha muerto

El fondo del aire es menos rojo

Fuentes: Rue89

Traducido para Rebelión por Carmen García Flores

Chris Marker ha muerto el domingo en su domicilio parisino a la edad de 91 años. El autor de La Jetée deja una abundante obra que ha inspirado a cineastas y documentalistas no solo franceses.

El título más emblemático de Marker es La Jetée una película fantástica experimental de 28 minutos hecha esencialmente con imágenes fijas y una única voz, con música de Trevor Duncan, obra poética muy personal.

Hombre de preguerra, que estudió en un instituto de secundaria parisino en el que uno de sus profesores se llamaba… Jean Paul Sartre, Chris Marker se unió a la Resistencia durante la Segunda Guerra mundial.

Intelectual comprometido con la izquierda, Chris Marker, cuyo verdadero nombre era Christian-François Bouche-Villeneuve viajó mucho, especialmente por el mundo socialista de posguerra, China e incluso a Corea del Norte.

Es a partir de 1967 y sobre todo después del 68 cuando renueva el género del film militante sobre los grandes compromisos sociales e internacionales de su época, de nuestra época.

Se encuentra lógicamente en el corazón de la aventura colectiva Loin de Vietnam , una película sobre el principal conflicto de los años sesenta, al lado de Jean-Luc Godard, de Agnès Varda, de Alain Resnais, de Claude Lelouch, de Joris Ivens y de William Klein. Es Chris Marker quien coordina el proyecto y realiza el montaje.

En 2008 Arte ha difundido Le fond de l’air est rouge, una de las obras más destacadas de Chris Marker realizada treinta años antes. En Rue89, el historiador y periodista cinematográfico Antoine de Baecque la presenta así:

Le fond de l’air est rouge comienza por una lección de montaje que es a la vez una ilustración del título elegido por Chris Marker en 1977 y un comentario visual de su proyecto en sí mismo: cuenta en tres horas diez años de historia de la izquierda mundial desde la muerte del Che en 1967 hasta la ruptura del programa común en 1977 como el diario íntimo de un profundo fracaso.

La muerte y la melancolía son quienes dominan este paisaje revolucionario de crepúsculo como una crónica lírica de la derrota de una idea y de las desapariciones sucesivas de grandes héroes de la revolución.

La difusión, tras la edición del DVD, de Le fond de l’air est rouge surge en el momento en que Francia, y no solamente la izquierda, recuerda el mayo del 68, cuarenta años más tarde, treinta años después de la película de Marker. Y ya no es tiempo de melancolía en esta tristeza creadora tal como la concibió Chris Marker.

Por un lado, se trata más bien de acentos nostálgicos y reivindicativos, los de los «viejos», testigos que retoman como un ritual cada diez años el postulado conmemorativo: el 68 cambió Francia, saquemos algunas buenas lecciones para no cambiar demasiado en el presente.

Y por otro lado se oye el escepticismo, el discurso del olvido voluntario e incluso el de la liquidación de una herencia presentada como indigna de donde se sacaría una Francia que no querría trabajar, que se opondría a la modernidad liberal, que instalaría rigidez donde el poder de turno querría ver fluidez, circulación y comunicación aceleradas.

Chris Marker ha liderado proyectos personales innovadores y ha colaborado con una cantidad impresionante de proyectos colectivos, ha puesto su talento y su visión al servicio de los otros. Y todo con una discreción extrema: rehusaba ser fotografiado, entrevistado, (a excepción notable de esta entrevista por e-mail acordada por Liberación en 2003), de presentar sus películas.

El presidente de la Filmoteca francesa, el cineasta Costa Gavras, (Z, L’Aveu…) que ha colaborado con él más de una vez, ha firmado este lunes junto con Serge Toubiana un homenaje en este punto:

Chris Marker es todavía la paradoja dinámica de un creador que a la vez que hizo obras personales, como si fuera un artesano, puso también su genio organizativo al servicio de los otros, de la causa de los otros, iniciando con ello experiencias artísticas y políticas decisivas como la obra colectiva titulada Loin de Vietnam (1967) o películas obreras principalmente realizadas en el marco de los Grupos Medvedkine que toman el nombre del cineasta soviético a quien también consagró una película «a solo», Le tombeau d’Alexandre.

El mundo cinematográfico de Marker contiene de todo: el individuo y el colectivo, el presente y la memoria, lo íntimo y lo espectacular de las luchas, el bricolaje y la alta tecnología, las pequeñas formas (la danza sublime del elefante sobre música de Stravinsky durante los cuatro minutos de Slon Tango, 1993) y la gran historia (Le fond de l’aire est rouge, L’heritage de la chouette). Gran arte a la escala de un solo hombre.

Fuente: http://www.rue89.com/rue89-culture/2012/07/30/chris-marker-est-mort-le-fond-de-lair-est-moins-rouge-234261