Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez
Según un informe de Amnistía Internacional (AI) hecho público el martes, el gobierno iraquí mantiene cárceles secretas y los sospechosos que custodia han sido objeto de torturas sistemáticas desde antes de la invasión estadounidense de 2003. El documento, «Cuerpos destrozados, mentes torturadas: Trato abusivo y negligente de personas detenidas en Iraq», afirma que las tropas iraquíes y estadounidenses han detenido a decenas de miles de personas sin garantizarles un juicio justo, facilitarles acceso a un abogado ni ofrecerles la oportunidad de rebatir las condiciones legales de su detención. Según el informe, el Tribunal Penal Central de Iraq condena habitualmente a los acusados basándose en confesiones extraídas mediante tortura y malos tratos. AI afirma que, cuando los liberan, los prisioneros suelen abandonar los centros de detención con secuelas psicológicas graves:
Dado que las fuerzas estadounidenses entregaron a decenas de miles de detenidos a las autoridades iraquíes entre principios de 2009 y julio de 2010 sin ninguna garantía de futura protección, lo más probable es que sigan aplicándose torturas y otros malos tratos de forma generalizada. Estos abusos tienen consecuencias demoledoras para las víctimas, no sólo en el momento de sufrir las torturas o malos tratos sino a menudo durante los años siguientes o incluso durante el resto de su vida. Es preciso actuar con urgencia para acabar con la práctica sistemática de abusos y ayudar a las víctimas y sus familiares.
El hacinamiento y la ausencia de tratamiento médico también contribuyen a agravar la situación denunciada en el informe. El primer ministro iraquí , Nouri al-Maliki ha negado las similares afirmaciones hechas a principios de esta semana por Human Rights Watch (HRW) .
Gran número de organizaciones de defensa de los derechos humanos han reaccionado ante los informes de tortura de detenidos en Iraq. En el mes de septiembre, AI publicó un informe donde denunciaba que el gobierno iraquí estaba deteniendo ilegalmente y torturando a miles de detenidos . El pasado mes de junio, el Enviado Especial de Naciones Unidas para Iraq, Ad Melkert, instó al gobierno iraquí a ratificar la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes . Melkert afirmaba que Iraq había realizado progresos en el reconocimiento de violaciones de los derechos humanos, pero la implantación de la política oficial todavía debe superar obstáculos importantes. La convención fue adoptada por la ONU en 1984 y ha sido ratificada por 147 países. Iraq sigue siendo uno de los 45 países miembros de la ONU que todavía no ha ratificado el tratado. En abril, HRW informaba sobre la tortura reiterada de detenidos iraquíes en una cárcel secreta de Bagdad. HRW indicaba que a los detenidos confinados en las instalaciones secretas de Muthanna, administradas por las autoridades iraquíes, se los colgaba boca abajo, se les privaba de aire y se les golpeaba, azotaba, pegaba, aplicaba corrientes eléctricas y sodomizaba durante las sesiones de tortura que padecían cada tres o cuatro días.
rCR