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El gobierno de Maliki abre la puerta a las bases permanentes estadounidenses

Fuentes: The Carpetbagger Report

Traducido para Rebelión por Paloma Valverde

Si nos retrotraemos en el tiempo, Tom Engelhardt señaló el pasado mes de febrero de 2006 que el ‘debate’ sobre las bases permanentes de Estados Unidos [EEUU] en Iraq era prácticamente inexistente. Después de buscar en la base de datos de LexisNexis [1], explicaba, «[…] los periodistas estadounidenses obedecen una simple regla: las palabras ‘permanente’, ‘bases’ e ‘Iraq’ nunca deben aparecer en la misma frase, ni siquiera en el mismo párrafo; de hecho ni siquiera en el mismo artículo».

No tenía gran misterio. La clase política consideraba de mal gusto hablar de bases permanentes. Era el asunto mejor relegado a los blogs y a las tertulias de la radio. Cuando los congresistas demócratas empezaron a hablar seriamente de la cuestión, los congresistas republicanos cerraron enseguida la puerta a cualquiera de las propuestas políticas que pudieran limitar una presencia permanente de EEUU en Iraq.

Teniendo esto en cuenta, la noticia de hoy no es muy alentadora. El gobierno de Iraq, que busca protección contra las amenazas extranjeras y los golpes de Estado internos, ofrecerá la presencia a largo plazo de tropas estadounidenses en Iraq a cambio de garantías de seguridad como parte de una relación estratégica, confirmaron dos altos cargos iraquíes el lunes [26 de noviembre].

La propuesta, descrita a The Associated Press [AP] por dos altos cargos iraquíes familiarizados en el asunto, es uno de los primeros indicadores de que EEUU e Iraq están empezando a ver cómo podría ser su relación una vez que EEUU limite de forma significativa la presencia de sus tropas.

Como explica Spencer Ackerman: «[…] No nos equivoquemos, es Nouri al-Maliki quien ofrece una presencia permanente estadounidense a cambio de garantizar la seguridad de su gobierno (…); a cambio de una plataforma para la proyección indefinida del poder estadounidenses en todo Oriente Próximo, el gobierno Bush probablemente considere la protección de Maliki y de su círculo como un precio mínimo a pagar».

En el artículo de AP, los altos cargos del gobierno Bush minimizan el significado de estos acontecimientos.

Cuando se le preguntó por el plan, Mirembe Nantongo, portavoz de la embajada estadounidense, señaló que los altos cargos iraquíes expresaron su deseo de una relación estratégica con EEUU en una declaración [realizada] en agosto [el día 26] y del fin del mandato de la fuerza multinacional.

«[…] A partir de entonces, la cuestión se convirtió en una relación bilateral entre Iraq y los países [implicados] en la fuerza multinacional», afirmó. «[…] En ese punto, nosotros queremos relaciones bilaterales a largo plazo, estamos de acuerdo con el planteamiento iraquí en este asunto y pretendemos establecer una relación a largo plazo sobre diferentes aspectos: político, económico, de seguridad, etc., etc.»

En relación con cualquier debate en profundidad sobre las preferencias respecto a las bases o a las inversiones, afirmó que «[…] queda mucho, mucho camino por recorrer». Sin embargo, los altos cargos iraquíes van muy deprisa.

Los responsables iraquíes manifestaron que bajo la fórmula propuesta, Iraq asumiría la total responsabilidad respecto a la seguridad interna y las tropas estadounidenses se redistribuirían en bases [situadas] a las afuera de las ciudades. Los altos cargos iraquíes vislumbran una presencia permanente de alrededor de 50.000 tropas estadounidenses por debajo de las actuales cifras de más de 160.000 tropas.

Haida al-Abadi, miembro destacado de Dawa -el partido de Maliki- afirmó a la cadena televisiva Alhurra que en los próximos días el primer ministro se dirigiría al Parlamento para informar a los legisladores de que su gobierno pretende la renovación del mandato de Naciones Unidas «[…] por última vez».

Es más, Ackerman señaló, asimismo, que la declaración conjunta de ‘principios’ [2] para una ‘relación y cooperación’ suscrita esta mañana [26 de noviembre] por Bush y Maliki, incluye las siguientes estipulaciones sobre acuerdos de seguridad EEUU-Iraq:

«1. Aportar garantías de seguridad y compromisos a la República de Iraq para disuadir de agresiones extranjeras contra Iraq que violen la soberanía e integridad de sus territorios, de sus aguas o de su espacio aéreo. 2. Apoyar a la República de Iraq en su empeño por combatir a todos los grupos terroristas, a la cabeza de los cuales están Al Qaeda, los sadamistas, y otros grupos fuera de la ley sin importar su filiación, y destruir sus redes logísticas y sus fuentes de financiación, derrotarlos y desterrarlos de Iraq. Este apoyo se ofrecerá unido a mecanismos y acuerdos para establecer los acuerdos de cooperación bilateral aquí mencionados. 3. Apoyar a la República de Iraq en entrenar, equipar y armar a las Fuerzas de seguridad iraquíes para que sean capaces de proteger Iraq y a sus gentes, y completar la construcción de su organización administrativa de acuerdo con lo solicitado por el gobierno iraquí» [3].

En otras palabras, se espera que las fuerzas estadounidenses protejan al gobierno al-Maliki en un futuro inmediato, una promesa que se hace en un momento en el que un creciente número de conservadores que apoyan la guerra están dispuestos a derrocar a al-Maliki, bajo el gobierno de Bush, tras una serie de reveses políticos.

Notas de la T.

1. LexisNexis es una consultoría que ofrece servicios de información en el mundo entero. Disponible en internet (www.lexisnexis.com).

2. Véase en español texto íntegro de la declaración en Rebelión en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=59783

3. El autor no cita literalmente los puntos 1, 2 y 3 del acuerdo y lo hace en orden aleatorio. Aquí se han incluido éstos puntos literalmente y siguiendo el orden en el que aparecen en el texto original del acuerdo. (Véase en inglés: http://www.whitehouse.gov/news/releases/2007/11/print/20071126-11.html y en español en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=59783)

Fuente: www.uruknet.info?p=38629