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Nuevo libro de Ramón Reig y Aurora Labio

El laberinto mundial de la información

Fuentes: Rebelión

El Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación (GREHCCO), dirigido por el Prof. Dr. Ramón Reig, y el Grupo de Investigación Medios, Políticas de Comunicación y Democracia en la Unión Europea (DEMOC-MEDIA), dirigido por la Profesora Dra. Aurora Labio -ambos adscritos a la Universidad de Sevilla (España)- se complacen en anunciarles […]

El Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación (GREHCCO), dirigido por el Prof. Dr. Ramón Reig, y el Grupo de Investigación Medios, Políticas de Comunicación y Democracia en la Unión Europea (DEMOC-MEDIA), dirigido por la Profesora Dra. Aurora Labio -ambos adscritos a la Universidad de Sevilla (España)- se complacen en anunciarles la aparición del libro El laberinto mundial de la Información. Estructura mediática y poder, una investigación intergrupal y a la vez interuniversitaria española, que desea contribuir a cubrir un vacío considerable -a nivel mundial- en los estudios bibliográficos basados en enfoques estructurales de la Información, a gran escala. La obra ha sido editada en Barcelona por Anthropos/Siglo XXI México y Argentina y es novedad de otoño 2017.

Presentación

En torno a la Universidad de Sevilla (España) gira la Escuela Sevillana de Estructura de la Información (ESEI). Este libro pertenece a sus miembros. No están todos los que son pero sí una representación muy notable. No todos trabajan en Sevilla pero sí se hallan conectados de alguna manera a su universidad a través de dos grupos de investigación: el Grupo de Investigación en Estructura, Historia y Contenidos de la Comunicación (Grehcco), dirigido por Ramón Reig, y el Grupo de Investigación Medios, Políticas de Comunicación y Democracia en la Unión Europea (DEMOC-MEDIA), dirigido por Aurora Labio. Sin ánimo de caer en localismos científicos, con este volumen hemos querido dar a conocer quiénes y sobre qué trabajan los miembros que pertenecen a la ESEI. Los motivos de focalizar en esta ciudad los estudios de Estructura de la Información tienen que ver con la necesidad de reconocer un núcleo importante de investigación asociado a una ciudad universal, una de las más importantes del sur de Europa, capital del mundo en el siglo XVII y perenne punto de enlace entre Europa y América Latina. También hemos considerado destacable el hecho del recorrido histórico de la propia Universidad de Sevilla, fundada en 1505 y, por tanto, con más de cinco siglos de existencia. La ciudad ha estado asociada a escuelas artísticas, como la barroca, o a pintores como Murillo y Velázquez, al igual que a una poco valorada escuela ilustrada (con Blanco White o Alberto Lista) o a nombres claves de la poesía contemporánea en lengua castellana, como Gustavo Adolfo Bécquer y Luis Cernuda.

No es cuestión de chovinismos innecesarios, pero quizás sí de vincular lugares con los hombres y mujeres que en ellas trabajan y con la producción que realizan. Imposible olvidar así que en Sevilla se fundó el Ultraísmo a principios del siglo XX, con Borges como uno de sus colaboradores, y que de Sevilla es Vicente Aleixandre, premio Nobel de Literatura, o Antonio Machado, uno de los nombres más destacados de la Generación del 98. Por cierto, hijo de uno de los padres de la escuela sevillana y andaluza de antropología: Antonio Machado y Álvarez, «Demófilo», y nieto de Antonio Machado y Núñez, catedrático de Mineralogía y Zoología de la Universidad de Sevilla y uno de los introductores del pensamiento darwinista en Sevilla y España, lo cual le acarreó no pocas dificultades con las estructuras de poder, como sigue sucediendo en algunos puntos del sur de EEUU y del resto del planeta.

En el mundo de la comunicación destaca Sevilla por ser la primera ciudad española donde en 1924, la radio (EAJ-5), inicia emisones regulares así como por ser la cuna de Manuel Chávez Nogales (Sevilla, 1897-Londres, 1944), uno de los periodistas que más ha influido en generaciones posteriores, hasta la actualidad. En Sevilla se abre, en 1989, la primera facultad de ciencias de la información del sur de España; en ese año se forma el germen de la ESEI. Además, con motivo de la Exposición Universal que en 1992 se celebra en la ciudad, aparece el diario digital Expo-92, la primera experiencia en Europa de este tipo de prensa, que podía consultarse de forma interactiva por medio de pantallas situadas dentro del recinto de la Exposición, las cuales ofrecían información continuamente actualizada: La primera experiencia real de prensa cibernética desarrollada en Europa fue Diario Expo 92, que se editó durante la Exposición Universal Sevilla 1992. Casi cuatro millones de personas leyeron algunos de sus 179 números, distribuidos de forma simultánea en tres idiomas a través de las 255 pantallas táctiles del Sistema de Información a Visitantes que IBM instaló en el recinto de la muestra1. Los terrenos de aquel evento acogen en la actualidad el Parque Tecnológico Cartuja (PTC), donde trabajan unas 16.500 personas y en el que se ubican las redacciones de distintos medios de comunicación así como los estudios de comunicación y telecomunicaciones de la Universidad de Sevilla y los de comunicación de CEADE, un centro adscrito a la Universidad Pablo de Olavide, lo cual eleva la cifra de habitantes diarios del PTC a 25.000 personas, aproximadamente2.

Todo este recorrido por la Sevilla que fue y que es, nos conecta con la ciencia, el conocimiento y la producción investigadora universitaria. Y en ese contexto se sitúa la Escuela Sevillana de Estructura de la Información (ESEI), que intenta con sus trabajos reivindicar un método, el enfoque estructural, que nos permita comprender algo mejor el mundo en el que vivimos. Las estructuras de poder de todo tipo que están detrás de la comunicación y el periodismo son el principal sentido de la ESEI. Estudiamos los entresijos de la comunicación y el periodismo, más importantes que el periodismo propiamente dicho porque pueden determinar su libre ejercicio y, por tanto, la democracia. La citada escuela pretende enlazar con esa Sevilla universal que se proyecta mucho más allá de sí misma. Este libro es una muestra. Conscientes de que los ciudadanos en la actualidad carecen, en mayor o menor grado, de tres requisitos indispensables para una debida formación: tiempo para el estudio reposado (frente a la llamada lectura digital), dinero para adquirir libros que suelen ser muy costosos, y ganas para dedicarse a la lectura en lugar de entregarse en exceso al mundo del ocio y la evasión, hemos elaborado un volumen que en relativamente pocas páginas, ofrece lo fundamental y esencial que hay que saber para asimilar un tema muy amplio y complejo que, sin embargo, nos afecta a todos: la interrelación entre poder, comunicación y periodismo a nivel mundial. Para ello hemos debido realizar un enorme esfuerzo de síntesis que, esperamos, haya logrado su objetivo.

Son muy escasas las ilustraciones que contiene este libro a pesar de que suelen abundar en cualquier publicación. Ello se debe a que los capítulos son deliberadamente cortos y a que nuestra intención -aunque pequemos de «utópicos»- es «obligar» a leer y a asimilar (no memorizar), en lugar de mirar, simplemente. Estimamos que la concentración sobre y en el texto escrito es imprescindible para que no sólo se adquiera información sino también conocimiento. Una abundancia de ilustraciones nos hubiera llevado a un libro muy extenso -y por tanto costoso- donde la síntesis de ideas hubiera sido mayor. Hay que recordar que, por muy de nuestros días que sean las ilustraciones, una cosa es un libro sintetizado y otra una especie de comic. Como hace ya bastantes años afirmó Ignacio Ramonet en las páginas de Le Monde Diplomatique, «Informarse cuesta»:

(…) querer informarse sin esfuerzo es una ilusión más acorde con el mito publicitario que con la movilización con la que el ciudadano adquiere el derecho a participar inteligentemente en la vida democrática. Numerosas cabeceras de la prensa escrita continúan, a pesar de todo, por mimetismo televisual, por endogamia catódica, adoptando las características propias del medio audiovisual: la maqueta de la primera página concebida como una pantalla, la reducción del tamaño de los artículos, la personalización excesiva de los periodistas, la prioridad al sensacionalismo, la práctica sistemática del olvido, de la amnesia, en relación con las informaciones que hayan perdido actualidad, etc. Compiten con el audiovisual en materia de marketing y desprecian la lucha de las ideas. Fascinados por la forma olvidan el fondo. Han simplificado su discurso en el momento en que el mundo, convulsionado por el final de la guerra fría, se ha visto considerablemente más complejo3.

Hemos introducido en esta obra una novedad en nuestra metodología docente: junto a unos capítulos eminentemente teóricos y fácticos, las aplicaciones prácticas finales se han concretado mediante un par de «problemas» -a los que hemos llamado enunciados- seguidos de sus correspondientes soluciones o respuestas. Nuestra intención es doble: demostrar una vez más la complejidad del tema y cómo la metodología del enfoque estructural (articulación de elementos) nos permite abordarlo con garantías de éxito.

Bajo estos y otros apartados comunes a todos los capítulos, los autores han gozado de una autonomía en la elaboración formal de sus respectivas colaboraciones, como por ejemplo en el sistema de citas, que ha girado en torno a unas variaciones sobre una misma forma internacional de mencionar las correspondientes referencias (normas APA). De esta forma, se ha querido dar homogeneidad al volumen pero sin constreñir en exceso la libertad de los investigadores, para que cada capítulo tenga también la personalidad de quiénes escriben. Un último apunte en este sentido, nos lleva a referirnos a dichos autores, en su mayoría doctores en comunicación, predoctores y/o profesionales de la comunicación en ejercicio, unidos por el común denominador de no conformarse con lo que a simple vista se ve o nos dicen sobre los medios y la comunicación sino que desean saber qué se esconde tras sus logotipos y sus mensajes.

Ramón Reig, Aurora Labio Mayo de 2017

Notas

1 https://trabajotie.wordpress.com/2010/05/10/5-diario-expo-92/, recuperado 6/5/2017.

2 Ver http://www.pctcartuja.es/

3 Ignacio Ramonet (1995) : » Informarse cuesta», disponible en: http://monde-diplomatique.es/informarse_cuesta.html

Índice

Presentación

PARTE I. Fundamentos metodológicos y contextuales

  1. Metodología para el estudio de la estructura mundial de la información. Ramón Reig.

  2. Contexto: la estructura mundial de la información. Aurora Labio.

PARTE II. El dominio occidental y un apunte sobre España

  1. Estados Unidos: concentración, tecnologías y control mundial. Aurora Labio y Victoria García-Prieto.

  2. Europa: la pérdida de su diversidad y la sombra de EEUU. Lorena R. Romero-Domínguez y Miriam Suárez-Romero.

  3. Japón: a la vanguardia de la tecnología, paradigma de diversificación e internacionalización del mercado. Antonia Isabel Nogales-Bocio y Mª. Dolores Ortiz-Herrera.

  4. España: duopolio televisivo, cambio de liderazgo y nuevo equilibrio de fuerzas. Gema Alcolea-Díaz y Victoria García-Prieto.

PARTE III. Otras regiones

  1. América Latina: concentración mediática y cambios en la regulación del sector. Rosalba Mancinas-Chávez.

  2. África al sur del Sahara: colonos, capital y tecnología. Sebastián Ruiz-Cabrera.

  3. Mundo árabe e islámico: en busca de un modelo propio en un entorno globalizado. Rafael Fernández-Ruiz y Ana Ortega-Pérez.

  4. Rusia y China: el control estatal de la comunicación. María José García-Orta.

PARTE IV. La Red

  1. La concentración del poder en el gran mundo digital. Rafael Avilés.

  2. ¿Enredados o desenredados?: en torno a las Redes Sociales. Ramón Reig.

  3. Nuevas iniciativas en periodismo online: casos de nativos digitales en España, EEUU y Latinoamérica. José Antonio González-Alba.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.