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El presidente Lula, la sociedad civil de Brasil y Richard Stallman están a favor de la libertad

Fuentes: Barrapunto

Lamentablemente el artículo que el Sr. Antonio José Chinchetru publicó en Libertad Digital –«Stallman odia la libertad»– no hace algo que es básico en la comunicación periodística: corroborar las fuentes. Con el ansia de propagar que el gobierno del Presidente Lula es populista y que Richard Stallman es totalitario, este señor se basa en informaciones […]

Lamentablemente el artículo que el Sr. Antonio José Chinchetru publicó en Libertad Digital –«Stallman odia la libertad»– no hace algo que es básico en la comunicación periodística: corroborar las fuentes.

Con el ansia de propagar que el gobierno del Presidente Lula es populista y que Richard Stallman es totalitario, este señor se basa en informaciones que no condicen con la realidad.

Bien, vamos a los hechos:

Las principales motivaciones del gobierno brasileño para desarrollar un programa de implantación de Software Libre están vinculadas a motivos macro-económicos, a la garantía de una mayor seguridad de las informaciones del gobierno, a la ampliación de la autonomía y capacidad tecnológica del país, a la mayor independencia de los proveedores y a la defensa de la socialización del conocimiento tecnológico como alternativa para los países en desarrollo.

Brasil transfiere para el exterior, anualmente, más de mil millones de dólares por pago de licencias de software en un mercado interno que mueve por año tres mil millones de dólares. Esto significa que un tercio de lo que maneja la industria de software en Brasil es transferido, en forma de pago de royalties, a las grandes empresas monopolistas de software estadounidenses.

Esa realidad, además de significar un aumento del déficit en la balanza internacional de servicios, torna inviable el desarrollo de empresas de informática en Brasil.

La seguridad y la privacidad también son factores importantes para la decisión gubernamental. Sin el código fuente es imposible auditar los programas para ver si hacen solamente aquello que el fabricante dice que hacen, si no hay una «puerta traseras» quebrando la privacidad de las informaciones.

La autonomía y independencia tecnológica es otro factor. ¿Cómo pensar en la inclusión de Brasil en la sociedad del conocimiento, sin que nuestras universidades, empresas, centros de investigación, gobiernos y sociedad tengan conocimiento pleno de la tecnología que está siendo diseminada en nuestro país? Por lo tanto, cualquier programa de inclusión digital o de inserción en la Sociedad de la Información sólo será consistente si se realiza con Software Libre. Esto es la razón mas importante.

La cuestión de la independencia de proveedores: Un gobierno, por la lógica del derecho público, debe comprar, sea lo que sea, con la máxima transparencia y tornarlo público a través de licitación. Además, el gobierno tiene el derecho de conocer lo que está comprando. Las dependencias tecnológicas causadas por las plataformas propietarias inhiben la competencia, imposibilitan el conocimiento sobre el contenido del producto adquirido y crean una reserva de mercado para la empresa que le vendió al gobierno. Esto es contra los principios públicos de administración.

Señor Antonio José Chinchetru, estas razones son suficientes para que cualquier gobierno del mundo adopte una política pública favorable al software libre. Calificar eso de populismo, es como mínimo, una posición sectaria o prejuiciosa en relación a las posibilidades de un país del sur del Ecuador de ser protagonista de la Sociedad de la información y dejar de ser apenas un consumidor de tecnologías propietarias y secretas oriundas del hemisferio norte.

En segundo lugar, el gobierno del presidente Lula nunca impuso a RITS la utilización de software libre. No lo podría hacer. Vivimos en un país democrático y por esa razón no es nuestro deseo ni sería posible al gobierno imponer algo a una organización de la sociedad civil.

Admito que la entrevista a Richard Stallman que fue fuente de sus comentarios tiene una serie de imprecisiones y distorsiones que están siendo aclaradas por el entrevistado. Esto es, tiene fallas de interpretación del editor de la entrevista, imputando a Richard Stallman una declaración que el no hizo y que sería imprudente de su parte.

Por último, me gustaría declarar que tanto el gobierno como la sociedad civil brasileña están sintonizando en una política favorable al uso de software libre en el sector público. No existen diferencias o divergencias en este aspecto como podemos ver en partes de las declaraciones del propio presidente en su reciente viaje a Africa: «Vamos a hacer de la inclusión digital una poderosa arma de inclusión social. El diálogo del Estado con la sociedad civil es decisivo. […] Tenemos que saciar el hambre de conocimiento. El acceso a los avances tecnológicos debe ser el derecho de todos, y no el privilegio de pocos. Tenemos urgencia en promover la inclusión digital.[…] El Software Libre responde a estos imperativos. Su gran mérito está en favorecer la transferencia de tecnología entre individuos y naciones, contribuyendo para que todos puedan ingresar en la Sociedad de la Información.»

Tengo que decir también que consideramos a Richard Stallman un luchador por la libertad y jamás por el totalitarismo. La trayectoria de RMS a lo largo de estos años es prueba de eso. Si hoy Brasil está siendo referencia mundial en la cuestión de software libre, le debemos mucho a la historia y práctica de Richard Stallman.

En Brasil, sociedad civil y gobierno están juntos en busca de una nueva sociedad de la información, más justa e incluyente. Mejor infórmese más sobre nuestro país antes de disparar conclusiones muy alejadas de nuestra realidad.

Marcelo d’Elia Branco
marcelo AT softwarelivre.org
www.softwarelivre.org
Traducción del portugués: Beatriz (busaniche AT velocom.com.ar)