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Reseña de "La defensa de Madrid" de Geoffrey Cox

El primer libro sobre la defensa de Madrid

Fuentes: Rebelión

Hubo cuatro momentos trascendentales en 1936 durante la defensa de Madrid: la llegada masiva de gentes que buscaban refugio en la capital antifascista, lo que hizo crecer en pocos días la población en más de 300.000 habitantes; la huida del gobierno derrotista que hasta «confundió» las cartas que dejaba con órdenes para aquellos en los […]

Hubo cuatro momentos trascendentales en 1936 durante la defensa de Madrid: la llegada masiva de gentes que buscaban refugio en la capital antifascista, lo que hizo crecer en pocos días la población en más de 300.000 habitantes; la huida del gobierno derrotista que hasta «confundió» las cartas que dejaba con órdenes para aquellos en los que delegó la jefatura en la defensa de la capital, el general Miaja y el teniente coronel Rojo; la exaltación del pueblo de Madrid en defensa de su libertad ante la próxima llegada de los asesinos -dice Martín Minchom en la magnífica introducción a «La defensa de Madrid», de Geoffrey Cox: «En palabras de Rojo, «desde los primeros cañonazos del atardecer del 6 hasta las primeras horas del 7 había transcurrido una noche de verdadera fiebre bélica para aquel enfermo que era Madrid, y la espiritualidad del enfermo pasaba del máximo desaliento a la máxima exaltación»-; y, por último, la inyección moral que supuso al pueblo de Madrid la llegada de la Columna Internacional, que al poco se la denominaría Brigadas Internacionales.

La ciudad que ha sufrido el mayor cerco de la historia contemporánea, 3 años, padeció las consecuencias del vacío institucional tras el golpe militar, la confusión que estuvo a punto de hacer de ella un objetivo fácil, y vivió una subida portentosa de su conciencia democrática. Como dice Geoffrey Cox al terminar su hermoso libro: «…la defensa de Madrid en estos días de noviembre y diciembre constituye, contra cualquier pronóstico, uno de los más bellos capítulos en la historia de los pueblos del mundo».

Martín Minchom señala en la Introducción la no presencia en el relato de quien más tarde sería nombrado general, Vicente Rojo, y esto tiene su explicación. Geoffrey Cox llega a Madrid enviado por un periódico inglés, el New Chronicle, en sustitución de su reportero que había sido capturado por los invasores cerca de Seseña. El chofer y el guardaespaldas los fusilaron en el mismo lugar de su captura. En el coche iban dos periodistas que «fueron llevados como trofeos por la zona nacional, desde Talavera a Salamanca», uno de ellos era aquél a quien sustituiría Cox, en un intento,por parte del periódico, de mantener la información sobre el transcurso de la guerra en España del modo más independiente posible.

El periodista que en sus reportajes describió la vida de quienes defendieron la ciudad sitiada al final de 1936, cuando todavía el futuro General Rojo era un Teniente Coronel desconocido, fue el primero que recopiló sus documentos en un libro que entregó a los lectores. El Teniente Coronel Rojo sería nombrado General por el gobierno republicano en Enero de 1937, como reconocimiento por su labor de dirección en la defensa popular antifascista de la capital.

Geoffrey Cox cuenta sus propias experiencias, las vividas entre los defensores antes y después del «primer gran ataque aéreo a una capital europea desde la Primera Guerra Mundial»; los bombardeos fascistas de las plazas más concurridas, como la de Cuatro Caminos, con bombas alemanas de hasta mil kilos; los panfletos que lanzaron sobre la ciudad ante la imposibilidad de entrar en ella: «Si la ciudad no se rinde antes de las cuatro de esta tarde los bombardeos se reanudarán sin piedad»; los incendios provocados en las zonas populosas; y el que «Una bomba incendiaria había alcanzado el refinado palacio de Liria, casa del Duque de Berwick y Alba, descendiente de los Estuardos, amigo del rey George V, uno de los aristócratas de mayor alcurnia de España, que era uno de los representantes de Franco en Londres. A partir de julio el partido comunista había conservado el palacio como museo del presente para que el pueblo pudiera contemplar cómo vivía la aristocracia. A sus tesoros artísticos sólo los superaban los del Museo del Prado».

Aun así y todo el pueblo les resistía en todos los frentes, no estaba dispuesto a dejarles pasar: «…los trabajadores de Madrid habían probado desde julio una vida más llena y rica que nunca. … Habían probado la libertad de expresión, el respeto propio, el poder y no iban a permitir fácilmente que se les devolviera por la fuerza a la servidumbre».

El libro de Geoffrey Cox es todo un texto histórico vibrante, lleno de emoción, con una cualidad esencial: que es accesible a cualquier tipo de lector. Un texto destacado para nuestro conocimiento de lo acontecido, para nuestra memoria histórica.

Título: La defensa de Madrid.

Autor: Geoffrey Cox.

Editorial: Oberon.