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El antiguo Estado-Nación podría desaparecer

Elecciones en Irak: el comienzo del fin

Fuentes: CounterPunch

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Irak se desintegra como Estado unido. La elección de esta semana a la Asamblea Nacional podría marcar un punto sin retorno. «Una solución bosnia a la crisis iraquí está ahora en el orden del día,» dice Ghassan Attiyah, un veterano comentarista iraquí. La elección es decisiva porque los árabes chiíes y suníes y los kurdos – las tres principales comunidades iraquíes – muestran todos los signos de que votarán siguiendo líneas étnicas y religiosas. Grupos laicos y nacionalistas que buscan apoyo más allá de sus propias comunidades se encuentran con la espalda contra la pared.

EE.UU. y Gran Bretaña han presentado tantos eventos en Irak durante los últimos dos años y medio como puntos espurios de mejora que la importancia crítica de la elección para la asamblea nacional de 275 miembros el jueves es subestimada fuera de Irak. El antiguo Estado iraquí unitario creado por Gran Bretaña después de la Primera Guerra Mundial podría estar desapareciendo.

Todavía no se ha emitido el veredicto. Existen fuerzas por la unidad, así como por la desintegración. Pero desde la caída de Sadam Husein, éstas han resultado ser las más fuertes. Los iraquíes comienzan a hablar de partición como un resultado probable de la crisis. Ya ha ocurrido en Kurdistán. Los kurdos, un quinto de la población de 26 millones de Irak, ya tienen casi-independencia, con su propio gobierno y fuerzas armadas. Un iraquí árabe tiene dificultades para conseguir una habitación en un hotel en Arbil, la capital kurda.

Los dirigentes árabes de Irak aceptan en gran parte lo que ha ocurrido en Kurdistán, aunque sea porque no pueden hacer nada para cambiarlo. Adnan Pachachi, antiguo ministro de exteriores y nacionalista dijo: «Todos reconocen que los kurdos pueden tener su Estado separado. No hay diferencias de opinión al respecto.»

Pachachi dice que la verdadera amenaza para Irak es que los chiíes en el sur de Irak podrían crear su propio súper cantón. Los chiíes iraquíes y los kurdos votaron por esto abrumadoramente, cuando aprobaron la nueva constitución federal en un referendo el 15 de octubre. Abdul Aziz Hakim, líder del partido chií más poderoso – el Consejo Supremo por la Revolución Islámica en Irak (Sciri) – quiere crear una súper región chií, con casi todos los poderes de un estado independiente, en las nueve provincias chiíes. Esto representa la mitad de las 18 provincias de Irak. Otras cuatro provincias son efectivamente controladas por los kurdos, dejando sólo un resto de cinco provincias que bajo el control parcial del gobierno en Bagdad.

«El gobierno central podría terminar por no ser otra cosa que unos pocos edificios en la Zona Verde,» dijo un ministro iraquí. «EE.UU. y Gran Bretaña trabajan desesperadamente por impedirlo. Señaló que el gobierno kurdo había firmado recientemente un contrato con una compañía petrolera noruega para perforar en busca de petróleo. Bajo la nueva constitución las súper regiones kurda y chií poseerán las nuevas reservas de petróleo cuando sean descubiertas. Esto les dará independencia económica.

Irak es gobernado por una coalición de los kurdos y de los partidos chiíes, que triunfaron en la elección de enero. Los suníes árabes boicotearon entonces la votación, pero probablemente votarán este jueves. EE.UU. y Gran Bretaña quisieran que a un dirigente como Iyad Allawi, el primer ministro del gobierno interino en 2004-5, de quien se considera que tiene credenciales nacionalistas le vaya bien en la elección. El señor Allawi es chií y fue baazista antes de convertirse en oponente a Sadam. Su hábil propaganda en la televisión promueve su atractivo como dirigente duro con algo que ofrecer a las tres comunidades.

Pero es también el primer ministro que aprobó el asalto de las tropas usamericanas contra la ciudad suní de Faluya y la ciudad sagrada chií de Najaf el año pasado. El último fin de semana fue expulsado del santuario de Iman Ali en Najaf por fieles que le lanzaron zapatos. Dijo que estaban tratando de asesinarlo. Ha tratado de atraer a los votantes suníes. Les podrán gustar sus opiniones nacionalistas, pero probablemente votarán por el Frente del Acuerdo Iraquí, la alianza que representa a los tres principales grupos suníes.

Ahmed Chalabi, primer ministro adjunto en el gobierno, también está bajo presión. Participó en la última elección como miembro de la Alianza Unida Iraquí, la coalición de los partidos chiíes respaldada por el clero chií. Esta vez tendrá que ir solo. Su mayor atractivo será hacia los votantes que tienen un sentido de su identidad chií, pero que son laicos y rechazan un gobierno clerical.

Es probable que los vencedores en la elección sean la Alianza Unida Iraquí chií, el Frente del Acuerdo Iraquí suní, y la Lista de Coalición de Kurdistán. A EE.UU. y Gran Bretaña les gustaría lograr un gobierno de coalición. Pero representaría también una receta para la inactividad ya que los ministros y los funcionarios tienen sus puestos como representantes de sus comunidades. Es casi imposible despedirlos por incompetencia o corrupción.

Todas las instituciones del estado se están convirtiendo en reservaciones de una comunidad u otra. Cuando Ibrahim al-Jaafari, el primer ministro, accedió al poder despidió a todos los empleados anteriores de su oficina. Bayan Jabr, el ministro del interior del Sciri, ha estado ajustando su ministerio, que tiene 110.000 hombres bajo las armas, convirtiéndolo en un reducto chií. Han disuelto unidades militares suníes. La Organización Badr, la milicia del Sciri, ha infiltrado los comandos de policía paramilitar, a las que los suníes consideran como escuadrones de la muerte con licencia.

Badr no es la única milicia que crece en poderío. Si ésta controla los comandos policiales, la milicia del Ejército Mehdi de Muqtada al-Sadr tiene bajo su control gran parte de la fuerza policial de Bagdad. EE.UU. ha tratado de mantener su control sobre el ministerio de defensa, pero los batallones del ejército son chiíes, suníes, o kurdos. De 115 batallones dicen que sólo uno es mixto.

La capacidad de EE.UU. y Gran Bretaña de determinar la suerte de Irak disminuye con cada mes que pasa. EE.UU. trata de recurrir a países como Egipto, Turquía y Arabia Saudí, a los que ignoraba hace dos años. Ya no se habla de cambiar el Medio Oriente. Los soldados británicos se han retirado en general a sus bases alrededor de Basora. Los suníes participarán en la elección pero seguirán tratando de terminar con la ocupación.

Irak seguirá, a pesar de todo, siendo un nombre en el mapa. Será difícil dividir Bagdad, aunque es en gran parte una ciudad chií. La mayoría de los árabes iraquíes dicen que quisieran formar parte de un solo país. Pero el futuro más probable es que Irak se convierta en una confederación débil.

http://www.counterpunch.org/patrick12122005.html