En un campo dominado por hombres una mujer irrumpe y enamora. Treintona, periodista, inquieta, bebedora, rebelde, sexualmente libre, burguesa desclasada, fracasada en amores y con un profundo sentido del honor y la justicia, así es Verónica Rosenthal. Personaje literario de Sergio Olguín, es la heroína de su trilogía de novela negra compuesta por «La fragilidad […]
En un campo dominado por hombres una mujer irrumpe y enamora. Treintona, periodista, inquieta, bebedora, rebelde, sexualmente libre, burguesa desclasada, fracasada en amores y con un profundo sentido del honor y la justicia, así es Verónica Rosenthal. Personaje literario de Sergio Olguín, es la heroína de su trilogía de novela negra compuesta por «La fragilidad de los cuerpos», «Las extranjeras» y «No habrá amores felices».
De profesión periodista Verónica Rosenthal encarna al detective que resuelve un misterio y hace justicia. Sin embargo, la fuerza de las novelas de Sergio Olguín se encuentra más allá del enigma y la solución del misterio, está en la descripción de la sociedad, en la complejidad del crimen como fenómeno social y en el drama interno que enfrenta la protagonista. Mientras salva la vida y resuelve misterios Verónica vive su cotidianidad entre ser lo que esperan que sea o rebelarse a su destino. Elige mal, se equivoca, pero siempre a su modo y conforme a un impulso instintivo por la libertad. Es la colocación del personaje en medio de una tormenta personal y social que nunca parece tener fin.
La violencia brutal es el nudo de las novelas, una violencia que no es irracional e individual, sino que es social, producto de una sociedad injusta en decadencia. Es una violencia contra los pobres, los niños, las mujeres, una violencia organizada y corrupta, de los de arriba sobre los de abajo. La ciudad de Buenos Aires es el contexto, ciudad de la furia, del contraste y la contradicción.
Verónica es el polo del bien al que se agregan jóvenes pobres, curas comprometidos, obreros, niños de barrio, mujeres del pueblo, una ex-monja y su eterno enamorado , que se enfrentan a la maldad encarnada en policías, religiosos de altos vuelos, matones, mafiosos y familias poderosas de Argentina. Aunque enmarcada en Argentina es una novela latinoamericana, la violencia, la sociedad y la crisis es compartida.
Una mujer como protagonista hace de estas novelas algo especial. Sergio Olguín se adentra en territorios inexplorados por la novela negra latinoamericana. La mirada de mujer se impone a lo largo de las novelas. Las relaciones familiares, las relaciones sexuales y amorosas, se describen desde la óptica de la mujer, no desde un modelo victimista de lo femenino sino desde la mujer empoderada y libre.
Con esta trilogía Sergio Olguín se consagra como figura de la novela negra latinoamericana y su Verónica Rosenthal como una nueva heroína. Un personaje entrañable, humano y complejo, una mujer indomable que perfila la mujer de los nuevos tiempos. ¿Qué nuevas aventuras y tormentas le esperan a Verónica Rosenthal? No queda más que esperar la prometida siguiente entrega de está fascinante saga.
La novela negra goza de cabal salud en Latinoamérica como no podía ser de otro modo. La violencia, la monstruosa desigualdad, la inestabilidad, la sangre derramada y la necesidad urgente de héroes y heroínas son buen terreno para este tipo de literatura. Sirvan estas palabras para invitar a la lectura de esta trilogía y caer en los encantos de Verónica Rosenthal.
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