Según el informático Luigino Bracci, este medio se ha estado utilizando «para cosas que no se permitirían en ningún país del mundo», como amedrentamiento y divulgación de datos personales. El periodista Andrés Cañizález asegura que «en los últimos meses se han venido implementando algunas trabas a la libre circulación de información por las redes sociales» […]
Según el informático Luigino Bracci, este medio se ha estado utilizando «para cosas que no se permitirían en ningún país del mundo», como amedrentamiento y divulgación de datos personales. El periodista Andrés Cañizález asegura que «en los últimos meses se han venido implementando algunas trabas a la libre circulación de información por las redes sociales»
Las redes sociales y los medios virtuales son herramientas de comunicación disponibles en Internet para que las ciudadanas y los ciudadanos, además de entretenerse, se mantengan informados de una manera mucho más inmediata que con los medios tradicionales, con la posibilidad de interactuar también con las emisoras y los emisores de estos mensajes.
Sin embargo, existen diversas opiniones y cuestionamientos sobre el rol que estos espacios virtuales han cumplido en el contexto de la polarización política que actualmente existe en Venezuela, la cual ha devenido en los últimos tres meses en manifestaciones violentas.
En días pasados, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, acusó al Gobierno Nacional de aplicar presuntas restricciones al acceso a Internet y bloquear sitios web para reprimir las manifestaciones opositoras. La acusación fue desmentida por el Ejecutivo.
Desde la ciudad de Miami, la bloguera cubana y opositora a la Revolución Bolivariana, Yoani Sánchez, también se refirió al tema, al asegurar que la oposición venezolana estaba «dando una batalla en las redes sociales».
Este hecho, en su opinión, «es un ejemplo que vale la pena imitar», con lo que incitó al levantamiento de su pueblo, a través del ciberespacio, contra la gestión del mandatario Raúl Castro. Para ello, pidió a sus compatriotas residentes en EEUU con acceso a la isla facilitar estas tecnologías.
Sánchez, quien se ha hecho conocida a través de Twitter y de su blog Generación Y, manifestó que veía en las redes sociales «un apoyo, un complemento, para desarrollar campañas cívicas». Pero no cree que «todo pueda quedarse en el mundo virtual» y, en ese sentido, señaló que había que «tener la responsabilidad de pasar del clic a la realidad».
Voceros del gabinete ministerial venezolano han denunciado que, vía Twitter, simpatizantes de la oposición han puesto a circular una serie de imágenes de otras naciones para abonar la matriz de que en el país se violan masivamente los derechos humanos.
En un reciente artículo divulgado por Aporrea.org, Alexis Anteliz, integrante de la comunidad de Software Libre de Venezuela, recordó que el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha sostenido que «internet es un excelente ejemplo de cómo los terroristas pueden actuar de manera verdaderamente transnacional».
Destaca en su escrito que «la regulación de los contenidos relacionados con el terrorismo que aplican los Estados, varían desde estrictos controles reglamentarios a los proveedores de servicios de Internet y otros proveedores de servicios similares, hasta el uso de tecnologías para filtrar o bloquear el acceso a algunos contenidos».
No obstante, señala que «en Venezuela los terroristas recurren a Internet para llevar a cabo actividades de propaganda, operaciones psicologías, manipulación informativa e incluso reclutamiento y adiestramiento de miembros para sus guarimbas».
MECANISMO DE CONVOCATORIA
Luigino Bracci, licenciado en computación, asegura que desde que se iniciaron las protestas en Venezuela, en febrero pasado, «la internet ha sido utilizada por la oposición como mecanismo de convocatoria, tanto de sus marchas pacíficas como de las violentas».
Incluso, aseveró que este medio se ha estado utilizando «para cosas que no se permitirían en ningún país del mundo», como amedrentamiento y divulgación de datos de ubicación e información personal de ciudadanas y ciudadanos chavistas que viven en urbanizaciones de clase media, con el fin de que estos sean atacados.
En redes sociales se han colocado fotos de otros países como si fuesen de las protestas en Venezuela
Entrevistado por el Correo del Orinoco, Bracci sostiene que «aunque John Kerry diga que en Venezuela se está limitando la libertad que hay en Internet para evitar que se convoque a manifestaciones, la realidad es que aquí ocurre todo lo contrario».
Señaló el informático que lo primero que hay que destacar es que las cuentas en Twitter que tienen mayor cantidad de seguidoras y seguidores son las del sector opositor. «Estamos hablando de numerosos políticos como Leopoldo López, cuyas cuentas tienen entre 2 y 2,5 millones de seguidores», detalló.
También hizo alusión a los usuarios en esa red social de artistas que viven en el extranjero como Ricardo Montaner, «que es uno de los que tiene más seguidores en Venezuela», y Willie Colón, quien de igual manera tiene una gran fanaticada en ese espacio virtual.
Indicó que en la cuenta del salsero nacido en Nueva York «se inició una campaña contra las personas que la semana pasada agarraron a los guarimberos que se metieron en unas casa en Santa Fe y los entregaron a la Guardia Nacional».
Asimismo, se refirió a los perfiles de personalidades como el periodista Nelson Bocaranda, quien tiene casi 2 millones de seguidoras y seguidores, y de medios como La Patilla, con más de 3,5 millones de usuarias y usuarios.
Dijo que además se han estado utilizando cuentas con menor cantidad de seguidoras y seguidores, «pero que son muy influyentes», para atacar por medio de esa vía a quienes se identifican con el proceso revolucionario.
«Hay una cuenta anónima que tiene cientos de miles de seguidores llamada @pk2noticiosos, desde la cual se ha identificado y atacado constantemente a gente del chavismo, diciendo, por ejemplo, que viven en tal sitio, en tal apartamento y que hay que silenciar a esos sapos», reveló.
De acuerdo con el informático, «en ningún momento se ha evitado que todas esas personas y medios utilicen las redes sociales, tanto para propósitos pacíficos como para generar violencia en el país».
NO SANCIONAN A OPOSITORES
A juicio de Luigino Bracci, «cuando se ofrecen públicamente datos personales, dirección y teléfonos de alguna persona, y se dice que a esa persona hay que matarla, silenciarla o amedrentarla, eso no es otra cosa que fascismo».
Destaca que sitios como Facebook y Twitter tienen mecanismos con los que se pueden reportar a modo de denuncia este tipo de situaciones que violan las normas de estos espacios, y aunque esgrime haberlo hecho en varias ocasiones, lamenta que no haya habido respuesta por parte de las empresas que prestan los servicios.
Caso contrario ha ocurrido con algunas cuentas pertenecientes al sector revolucionario: «Una vez un camarada consiguió en una página pública la dirección del Dr. Marquina en Miami, quien estaba difundiendo informaciones erradas sobre la salud del comandante Chávez, y la publicó, y por esa razón le bloquearon la cuenta inmediatamente», refutó.
Dijo que como estas empresas están radicadas en Estados Unidos y sus dueños «son empresarios capitalistas que ganan millones de dólares al año», estas se ven en la obligación de cumplir sus leyes.
Por ello considera que «si el gobierno de ese país les pide que entreguen la información de las y los venezolanos, ellos la entregan, más aún si hay un acuerdo monetario de por medio, que seguramente lo hay, de acuerdo con lo que ha revelado Edward Snowden».
TWITTER NO FUE RESTRINGIDO
Asegura Bracci que, de acuerdo con lo que ha podido indagar, el Gobierno venezolano no ha restringido los accesos a Facebook ni Twitter. Sin embargo, refirió que el pasado 12 de febrero «hubo un problema puntual cuando se bloqueó una página que permitía subir imágenes a Twitter».
Esa interrupción de cuatro horas, evalúa el especialista, no necesariamente tiene que haber sido causada por una orden de bloqueo. Con base en su experiencia, asegura que también pudo tratarse de un problema técnico.
El Twitter de la periodista Luz Mely Reyes, directora de 2001, es fuente de información y espacio para opiniones diversas
«Dentro del mundo informático hay aparatos que se llaman detectores de intrusos que, si no se configuran bien, puede ser que dentro de un tráfico muy grande decidan bloquear automáticamente a una página web del mismo software», describió.
Para el experto, fue contradictorio que por causa de ese bloqueo la gente haya estado diciendo a través de la propia red social que el Gobierno venezolano estaba restringiendo los accesos a la misma, lo que ratifica que «Twitter no fue bloqueado, sino la página de imágenes».
A diferencia de lo que ha sucedido en las redes sociales, contrasta Bracci, «a través de algunos proveedores de Cantv hay páginas web que sí han sido bloqueadas», y esa información no es exclusiva, aclara, pues «la misma puede ser chequeada por cualquier informático». Una de ellas, refiere, fue Zello.com, desde donde se descarga una aplicación que lleva el mismo nombre, que permite hacer llamadas en tiempo real y dejar mensajes de audio.
En su opinión, la acción se justifica dado que dicha herramienta «estaba siendo utilizada no solo para hacer llamados a las guarimbas, sino para dar instrucciones de cómo preparar determinado tipo de bombas molotov».
Además, recalcó que sirvió para instruir a las y los manifestantes opositores sobre cómo hacer los tendidos de alambrada, «los cuales, como sabemos, se han cobrado la vida de varias personas».
Por ella también «se estimulaba a la gente a lanzarles ácido en la cara a los Guardias Nacionales y a dispararles». Incluso se habló por esa vía de que si ninguna de estas técnicas funcionaba, habría que comenzar a colocar bombas, acotó.
«Cuando llegamos a ese tipo de locuras y, aparentemente -porque no se ha reconocido de manera oficial, pero es lo que uno puede ver como informático- el Gobierno decide bloquear esa página, creo que está totalmente justificado», reiteró.
Bracci considera que si de verdad hubo algún tipo de intervención gubernamental, «eso debió anunciarse públicamente», ya que, a su criterio, «no hay porque avergonzarse de haber bloqueado una página que estaba fomentando terrorismo».
Para el especialista, los llamados de violencia promovidos por grupos extremos mediante Zello y redes sociales como Twitter constituyen un «abuso absoluto del derecho de la libertad de expresión».
Recordó que por Twitter justamente se difundieron mensajes en los que se aseguraba que Eliézer Otaiza, presidente del Consejo Municipal de Libertador asesinado recientemente, era el jefe de los colectivos y que por lo tanto había que matarlo.
«Aquí a ningún opositor se le ha prohibido decir que no le gusta Maduro, que quieren salir de Maduro, o que piden la renuncia de Maduro, pero cuando se estimula el terrorismo es difícil apoyar esa libertad de expresión», sentenció.
INFORMACIÓN CON TRABAS
Una visión distinta sobre esta situación ofrece Andrés Cañizález, periodista experto en comunicación y democracia, al considerar que «en los últimos meses se han venido implementando algunas trabas a la libre circulación de información por las redes sociales, en el marco de las protestas contra el Gobierno».
Consultado por el Correo del Orinoco, expresó que esas acciones, que han sido demostradas a través de distintos trabajos realizados por organizaciones como Espacio Público, «constituyen una manera de controlar la libertad de expresión».
Asegura que en respuesta al «blackout o ausencia de información» que, a su parecer, se ha estado dando en los medios venezolanos y, muy especialmente en la televisión, ha habido una «explosión de circulación de información» por las redes sociales.
Ante esa situación, refiere que «el Gobierno, en esa lógica que tiene de controlar la información, ha tomado un papel sobre todo lo que circula por esos espacios; no tanto con censura, sino con mecanismos indirectos».
En ese sentido, señaló que gracias al control que se tiene sobre la estatal telefónica, Cantv, el ejecutivo cuenta con la capacidad de «cortar o ralentizar el servicio de Internet en algunas zonas».
Cañizález basa su afirmación en el testimonio de algunos estudiantes que «han expresado que en situaciones puntuales de manifestaciones en zonas específicas, prácticamente se cae el Internet mientras ocurren hechos represivos».
Por medio de estas tácticas, esgrime el docente e investigador de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), «el Gobierno estaría tratando de evitar que el país como un todo esté al tanto de lo que ha estado ocurriendo en los últimos días».
MEDIDA INJUSTIFICADA
En opinión del periodista, intervenir de cualquier forma la internet para impedir la libre circulación de información representa una medida injustificada. «La Constitución Nacional prevé que, incluso, en los estados de excepción se debe mantener el derecho a la información», especificó.
Bajo esa premisa, insiste en que lo que se ha venido practicando «es una restricción del derecho a la expresión» de las ciudadanas y los ciudadanos, en un momento cuando la propia situación demanda mayor información.
«En contextos de manifestaciones, de protestas, de una situación de conflictividad en general, la gente demanda más información, pero paradójicamente lo que hemos obtenido en el contexto actual que estamos viviendo es menos información», fustigó.
Aun cuando haya gente que no participe en las manifestaciones, esgrime que todas las personas deberían contar con información acerca de lo que está ocurriendo en distintas ciudades, incluso para determinar cómo hacen para desplazarse hacia un determinado lugar y qué vías de acceso deben tomar.
INTERNET SIN REGULACIÓN
Cañizález manifiesta que en las actuales condiciones no es conveniente aprobar ningún tipo de normativas que regulen la internet, porque a su parecer, eso podría prestarse para extralimitaciones por parte de quienes detentan el poder.
«En los últimos meses -según los cálculos que ha hecho Espacio Público- el Gobierno ha sacado de internet por lo menos unos 500 sitios de diversas naturaleza, que seguramente difundían información que no les convenía», comentó.
Por tal motivo, cree que en el contexto político que estamos viviendo en este momento en Venezuela «no sería favorable que se abra la posibilidad de aprobar una ley» que imponga control sobre el medio virtual, tal y como lo está haciendo Brasil.
«En el caso venezolano no es un asunto que debería colocarse en agenda; aquí más bien hay que pelear porque el Gobierno no tenga tanto control indirecto sobre el Internet», anticipó el catedrático.
NUEVOS ESPACIOS PARA EL DEBATE
Cañizález sostiene que, ante la carencia de espacios donde debatir, la sociedad venezolana ha ido buscando otros escenarios distintos para propiciar el intercambio de ideas; de allí el auge de usuarias y usuarios en Facebook y Twitter, por ejemplo.
«Si en los medios tradicionales no encuentra el espacio para debatir, este se traslada a otros lugares», dice Cañizález, y en ese sentido aclara que hasta ahora la pluralidad de las redes sociales han brindado oportunidades a todas y todos.
«Las redes sociales permiten -contrario a los medios tradicionales que por su formato son muy unidireccionales- el diálogo, el debate, pero obviamente en el caso de Venezuela eso está bastante matizado por el tema de la polarización política», precisó.
Afirmó que no existe ninguna posibilidad de que las redes sociales sirvan como mecanismos efectivos para tumbar gobiernos. «A los gobiernos los siguen tumbando quienes tienen las armas; es decir, militares o grupos que puedan organizarse con el poder de las armas», aseveró.
Lo que ocurrió con la llamada «Primavera Árabe», precisó, no fue producto del uso de esas herramientas. «Las redes sociales se convirtieron en un mecanismo por el cual se comunicaba la gente, pero lo que tumbó a esos gobiernos dictatoriales fue que millones de personas se congregaron en las plazas y permanecieron físicamente ahí hasta que los gobiernos cayeran», describió el periodista.
Dijo que las posibilidades reales de un cambio político están estrechamente relacionadas con el poder de las armas, en las Fuerzas Armadas o en la capacidad de presión física, concreta, que pueda ejercer una sociedad. «El hecho de que el Presidente de un país reciba un millón de mensajes negativos en Twitter no quiere decir que vaya a renunciar», puntualizó.
DECLARACIONES DE KERRY SOBRE PRESUNTO BLOQUEO A INTERNET BUSCAN DESVIAR EL DEBATE
El bloguero e informático venezolano Luigino Bracci aseguró que el secretario de estado norteamericano, John Kerry, «está intentando desviar el debate con sus declaraciones sobre el presunto bloqueo de Internet en el país, para poner a las venezolanas y los venezolanos a la defensiva».
Con esto, advierte el especialista, el funcionario estadounidense estaría tratando de «evitar que en Venezuela nos unamos a otros países como Brasil, que está discutiendo en este momento el marco regulatorio de Internet», luego que el ex agente de la CIA, Edward Snowden, denunciara que Washington lo estaba espiando.
«Nosotros más bien deberíamos estar discutiendo hasta qué punto permitimos que empresas privadas, radicadas en el extranjero, puedan tener tanta influencia sobre las y los venezolanos sin que haya ninguna regulación gubernamental», expresó al Correo del Orinoco.
Para Bracci, «esto sería similar a permitir que Coca Cola vendiera sus refrescos en Venezuela sin que los revisara sanidad, que Monsanto vendiera semillas a los campesinos sin que las revisara el Ministerio de Agricultura y Tierras o que Ford fabricara carros con las especificaciones que les diera la gana».
No obstante, aclara que como estas empresas están fuera de Venezuela, si las mismas llegan a violar nuestras leyes no hay manera de citar a sus dueños ni de hacerles llegar algún reclamo.Un bloqueo general es técnicamente posible, opina el experto, «pero sería algo que causaría mucho descontento en la población, no solo en el lado opositor, sino también dentro del chavismo».
REDES HAN EVOLUCIONADO
Hablar de redes sociales en Venezuela, hace unos años, era casi imposible. Pero a partir del año 2009 su uso se fue incrementando. En el 2010, la mensajería en Twitter experimentó un crecimiento mucho mayor en el país, cuando el comandante Hugo Chávez sorprendió al pueblo anunciando su incursión en este medio.A partir de entonces, el debate político se trasladó a las redes sociales a través de la actividad impulsada por millones de usuarios y mensajes, tanto bolivarianos como opositores, básicamente en Facebook, Twitter y YouTube.
De acuerdo con el balance correspondiente al año 2013 de la empresa Tendencias Digitales, 250 millones de personas utilizan Internet en América Latina, lo que equivale a 42% de la población regional. Para ese mismo periodo, destaca el informe, Venezuela se ubicó de primera en el índice al totalizar 92% de usuarias y usuarios de Internet y 87% de participantes en las redes sociales.
El boom tuitero ha sido tan grande, que en enero pasado el presidente Nicolás Maduro decidió crear un Viceministerio de Redes Sociales adscrito al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información, el cual «buscará hacer de las redes un espacio de paz e inclusión», según explicó el ingeniero José Miguel España, tras su designación frente a este nuevo despacho.
Hoy día no hay medida del Gobierno venezolano que no sea anunciada por ese medio, pero también abundan los mensajes de respaldo, así como las críticas, los insultos y ofensas.
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/especialistas-difieren-sobre-rol-internet-protestas/