Según ha informado el Washington Post, el instituto de secundaria McLean, en Virginia, ha contratado a una empresa especializada en detectar el plagio en los trabajos de los estudiantes. La empresa se llama Turnitin y posee una base de datos de 22 millones de trabajos escritos por estudiantes de todo el mundo, así como fuentes […]
Según ha informado el Washington Post, el instituto de secundaria McLean, en Virginia, ha contratado a una empresa especializada en detectar el plagio en los trabajos de los estudiantes.
La empresa se llama Turnitin y posee una base de datos de 22 millones de trabajos escritos por estudiantes de todo el mundo, así como fuentes de Internet y archivos de periódicos electrónicos. Con ella, el centro podrá contrastar y detectar de forma rápida si ha habido plagio en los trabajos de clase de los estudiantes.
Pero los estudiantes de este centro estadounidense sostienen, a través de un comité formado para proteger los derechos de los estudiantes, que sus miembros no copian ni justifican el plagio. Creen que el sistema de Turnitin, que añade automáticamente sus trabajos a la base de datos, infringe los derechos de propiedad intelectual.
Turnitin ya se utiliza en algunas universidades como la de Georgetown y la de Maryland.
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