Max Aub, ese gran escritor, ese clásico de la literatura en castellano que debería ser conocido en todas las casas, y en colegios, institutos y universidades, nos llama a conocernos, a conocer nuestra Historia, la Historia inmediatamente pasada, y a leer literatura con su serie «El laberinto mágico». Haciendo una referencia a Pérez Galdos por […]
Max Aub, ese gran escritor, ese clásico de la literatura en castellano que debería ser conocido en todas las casas, y en colegios, institutos y universidades, nos llama a conocernos, a conocer nuestra Historia, la Historia inmediatamente pasada, y a leer literatura con su serie «El laberinto mágico».
- Haciendo una referencia a Pérez Galdos por su interés en unir novela y teatro, Max Aub explica cómo su elaboración literaria va dirigida a construir un arte de novelar que incorpore el arte cinematográfico o a ciertas técnicas del cine. Considera que tanto el cine como la televisión son partes distintas de las técnicas y formas de trabajo de la novela, y, de ahí que ésta de título «Campo francés», cuarta entrega de la serie «El laberinto mágico», se nos presente como una búsqueda en esa dirección, en esa forma visual de contar una historia humana envuelta en la Historia del éxodo español entre enero de 1939 y verano de 1940.
- Max Aub lo escribió al salir del campo de concentración y de viaje a México. Pegado a la realidad, él mismo declara que son memorias, y nos relata su experiencia. Por lo que respecta a la técnica empleada atribuye su aprendizaje a la lectura y relecturas que hizo de «La esperanza» de André Malraux. En estos días en que la derecha fascista y sus seudo historiadores niegan por enésima vez la Historia tras haberla ocultado, es preciso que no se olvide algo que Max Aub subraya: » (en la guerra)… se jugó algo más que la vida. El petróleo, las colonias, el oro no fueron motores ni razones determinantes. La furia ética, la justicia y hasta el derecho se jugaron la existencia y, por lo menos temporalmente, la perdieron.»
- «Campo francés» se inicia con un numeroso grupo de gentes del pueblo en marcha hacia Francia y cerca de Gerona. La aviación fascista hace una pasada y los bombardea y ametralla. Después un batallón republicano en formación va cantando «Las compañías de acero», una canción que promete la victoria.
- En París se escucha por la radio y se lee en los periódicos a Hitler, y París anestesiado; la vida no se ve alterada un ápice, sino es porque en España algún familiar puede resultar herido. Entonces se abre un calendario en el que los días se suceden bajo el alubión de los refugiados que cruzan la frontera francesa e ingresan en campos de concentración. Eso por un lado, por otro el doctor Negrín y el gobierno republicano llegan a Madrid, 1º de Febrero, con el fin de sostener la lucha antifascista. Sigue el calendario y el día 27 del mismo mes, el fascismo con Franco a la cabeza tiene el reconocimiento de dos gobiernos que se auto titulaban «democráticos»: Inglaterra y Francia.
- Sigue el calendario destapando traiciones al gobierno legítimo, 2 de Marzo, Petain nombrado embajador ante Franco, 5 del mismo mes, Casado, Besteiro,…, dan su golpe de Estado contra el gobierno republicano, se enfrentan a los republicanos para pactar con Franco. Los fascistas han conseguido su objetivo: someter al pueblo que eligió su futuro en las urnas y luego se defendió contra enemigos y traidores. Sólo 10 días más tarde del golpe contra la República por parte de Besteiro , Casado, …, el día 15 de Marzo, Hitler empieza su conquista: ocupa Bohemia, Moravia y entra en Praga. El comienzo de la novela es contundente, los acontecimientos personales, sociales e Históricos; la cortina se ha descorrido y vemos sucederse las escenas. Todas las posturas e imposturas ante el nazismo creciente, la Humanidad entera va abriendo los ojos con atolondramiento, con inocencia infinita, con valor y cobardía, con chulería, con doblez, …, vamos descubriendo también nosotros la intrahistoria, lo que pasaba a la gente, se nos muestra una pintura fresca de la conciencia y los comportamientos humanos. «Campo francés» nos entera de lo terrible que fue aquello para gentes de toda condición, así fuesen españoles, judíos, franceses, internacionalistas, excepto para los nazi-fascistas franceses que se dedicaban a detener a mansalva. Y se van caracterizando los personajes, la acción se precipita, se manifiesta el poder, la sumisión, la búsqueda del favor personal da paso a infiernos desconocidos, la denuncia que busca la venganza o la salvación, y aun dentro de esto los chivatos colaboradores. Mil historias enredándose y desenredándose atravesadas de parte a parte por la de un hombre que adocenado, simple, sin conciencia pretendiendo ser de «orden» se ve arrastrado por la riada, y en el campo quiere demostrar sus buenos propósitos juzgando a los demás bajo los rótulos de «buenas personas» y «no son buenas personas», sin tener en cuenta su intenciones; de la misma manera le parece una tontería luchar por una sociedad más justa, solo quiere un mundo en el que «se trate con respeto». Y entre tanto la obediencia ciega de los burócratas, de los oficiales, de los soldados, la miseria humana. Pero nuestro hombre no se quedará así, la realidad abrirá su inteligencia, un poco más allá será su conciencia la que desbroce la misma realidad que le rodeaba antes de ser detenido y la que ha vivido después. Mientras, su mujer, todas la mujeres de los que allí se encuentran irán abriéndose camino, pisando, aplastando el odio, el fascismo, llevando adelante una convivencia en lucha que hace verdaderos nudos dramáticos: emoción, emoción y emoción.
- ¿Cómo no leer la obra de Max Aub?, eso le gustaría a los actuales sucesores de quienes lo prohibieron porque prohibían el conocimiento de la verdad, eso les gustaría a quienes falsifican la Historia, eso les gustaría a quienes difunden una literatura de consumo, la «literatura» que no cuestiona, inútil para formarnos una idea del mundo. ¿Cómo no leer la obra de Max Aub? Le recomiendo a Max Aub, léalo, y recomendará a Max Aub.
- Título: Campo francés (Cuarta entrega de «El laberinto mágico»).
- Autor: Max Aub.
- Editoriales: Alfaguara y Punto de Lectura.