Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
La creciente violencia experimentada últimamente en Iraq está haciendo que se incremente el temor de que el país pueda deslizarse de nuevo hacia el caos antes de que las tropas estadounidenses se vayan a finales de 2011. En Kirkuk, a 280 kilómetros al norte de Bagdad, el pasado lunes [27 abril] se halló asesinados a varios miembros de dos familias cristianas, al parecer con armas provistas de silenciadores, según ha declarado la policía. Un oficial árabe de policía, el Mayor Saleh Al-Yaburi, fue asesinado en su casa el pasado miércoles por unos pistoleros que, según se ha informado, hablaban en kurdo. Los jefes de los clanes árabes han denunciado el asesinato y el portavoz de la Agrupación Republicana Árabe en el Consejo Judicial de Kirkuk declaró que su grupo pensaba boicotear las reuniones del consejo durante una protesta de un día por la matanza étnica de árabes en Kirkuk.
El arzobispo de Kirkuk, Louis Sakou, dijo que el asesinato de las dos familias cristianas se perpetró en diferentes lugares de Kirkuk de forma simultánea y, por tanto, tuvo que formar parte de un crimen «premeditado». «El objetivo es extender el caos y el miedo entre los habitantes de Kirkuk», señaló. Sakou hizo un llamamiento a los cristianos de Kirkuk para que no se dejaran intimidar.
Los habitantes de Kirkuk esperan con ansiedad el informe especial que Stefan de Mistura, el enviado del secretario general de Naciones Unidas para Iraq, va a presentar sobre Kirkuk inminentemente. Los informes de prensa dicen que el informe contiene cuatro propuestas acerca del futuro de la ciudad, una de las cuales pide el reforzamiento del Artículo 140 de la Constitución iraquí, que rechazan tanto árabes como turcomanos.
En Mosul, un nuevo gobernador ha tomado posesión de su cargo mientras prosigue la violencia. Se trata de Azil Al-Nuyaifi, jefe de la Lista Hadbaa que ganó las recientes elecciones, quien ha prometido restaurar la normalidad en Nínive. Pero por el momento está teniendo que sufrir los desafíos de los funcionarios kurdos en algunos de los distritos de Nínive. Los kurdos, que rechazan la designación de Al-Nuyaifi como gobernador, están amenazando con ceder sus distritos de Nínive y unirse en su lugar al gobernorado de Irbil. No es probable que los políticos, tanto de Mosul como de Bagdad, aprueben ese propósito.
Debido a la violencia en Mosul y Diyala, las fuerzas estadounidenses han revocado su decisión de retirarse ya de los dos gobernorados.
En Bagdad, el Primer Ministro Al-Maliki emitió un comunicado denunciando el ataque de fuerzas estadounidenses contra un hogar en Al Kut, situada cerca de Waset, a 120 kilómetros al sureste de Bagdad. Durante el ataque, los estadounidenses mataron a dos personas y arrestaron a otras seis. Se dijo que Al-Maliki había ordenado a las fuerzas estadounidenses que entregaran a las autoridades iraquíes a los responsables del ataque y que liberaran a los detenidos. Acusó a las fuerzas estadounidenses de violar el acuerdo de seguridad entre los dos países, porque todos los ataques contra casas privadas necesitan, antes de llevarse a cabo, la aprobación previa de los iraquíes.
Mientras tanto, las tropas iraquíes arrestaron a dos comandantes del ejército local en Waset el domingo 26 de abril, acusándoles de permitir que las tropas estadounidenses desencadenaran el ataque. Según el portavoz de defensa Mohamed Al-Askari, los dos oficiales violaron sus órdenes al permitir que las fuerzas estadounidenses perpetraran el ataque. El acuerdo de seguridad firmado con Washington exige que las tropas de EEUU obtengan la conformidad del gobierno iraquí antes de asaltar cualquier hogar. La casa atacada pertenece a Abdel-Moneim Al-Bedeiri, jefe del clan Al-Bedeiri, y está situada en la parte Tammuz de Al-Kut.
Cuatro sucesos llevados a cabo mediante suicidas-bomba se produjeron en Bagdad y Diyala la pasada semana, trayendo a la memoria los penosos recuerdos de 2006 y 2007, cuando tales ataques se producían a diario. El miércoles, un suicida-bomba, posiblemente una mujer, se inmoló en el momento en que una muchedumbre recibía de la policía alimentos en la sección Al-Karadah de Bagdad. Treinta personas murieron, incluidos diez policías. En el espacio de una hora, otro hombre hizo detonar la bomba que llevaba encima en Baquba, Diyala, en un restaurante situado en una carretera frecuentada por los peregrinos, matando a cincuenta personas. Muchas de las víctimas eran nacionales iraníes en visita a los santos lugares.
El pasado viernes [24 abril], el mausoleo del Imam Al-Kazim, en el distrito de Al-Kazimiya, situado al oeste de Bagdad, fue alcanzado por dos suicidas-bomba, provocando la muerte de sesenta fieles, muchos de los cuales eran iraníes. En consecuencia, Irán decidió cerrar sus fronteras con Iraq para impedir nuevos sucesos.
En abril han muerto alrededor de trescientas personas y varios miles más resultaron heridas, convirtiéndolo en el mes más sangriento en lo que va de año, aunque menos letal que los de 2006 y 2007, cuando el número de víctimas mortales alcanzó al menos la cifra de tres mil en cualquiera de sus meses.
El Primer Ministro Al-Maliki ha ordenado una investigación inmediata de los sucesos de Al-Kazimiya y ordenó el arresto de dos oficiales de seguridad encargados de la supervisión de la seguridad en la zona.
Un editorial del periódico estatal Al-Sabah ofreció dos explicaciones a los sucesos: «Tenemos dos explicaciones para lo que ha ocurrido. Una es que las diferencias políticas entre los partidos internos les mueven a socavar al gobierno golpeándole en su principal logro, que es la mejora de la seguridad. Otra es que las fuerzas estadounidenses están detrás de todo, porque necesitan una excusa para prolongar su ocupación del país».
Una tercera explicación es la ofrecida por el Ministro del Interior Yawad Al-Bulani en referencia a Al-Qaida. El portavoz del Frente para el Acuerdo, Salim Al-Yaburi, acusó a quienes «se benefician de la presencia de las tropas estadounidenses» de planear y organizar la colocación de las bombas.
El General Abdel-Karim Jalaf, del Ministerio del Interior, dijo que las bombas colocadas en Al-Kazimiya «no van a impedir la asunción por las fuerzas iraquíes de los deberes de seguridad acordados».
La Secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, se reunió con el Presidente Talabani y el Primer Ministro Al-Maliki durante una fugaz visita que realizó a Iraq la pasada semana. La Sra. Clinton manifestó que EEUU está determinado a retirarse a finales de 2011 y que se asegurará de que los iraquíes tienen todo lo necesario para reforzar la ley y el orden. Pero el General Ray Odierno, el alto comandante del ejército estadounidense en Iraq, insinuó la posibilidad de que las tropas estadounidenses puedan permanecer en Mosul y Baquba, si fuera necesario, una vez terminado el mes de junio (la fecha límite para la retirada de las fuerzas estadounidenses de las ciudades iraquíes). No ha habido reacción alguna por la parte iraquí.
Mientras tanto, las tropas británicas empezaron el martes a retirarse de Iraq. El Reino Unido mantiene actualmente en Iraq a 4.000 soldados y se espera que la mayoría de ellos se hayan ido ya a finales de mayo, permaneciendo unos 400 para ayudar en el entrenamiento de las fuerzas iraquíes.
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