Traducido del inglés por Beatriz Morales Bastos
Las muertes directa e indirectamente atribuibles a la invasión y ocupación estadounidense de Iraq se acercan al millón de personas, una cifra mayor que la de los genocidios de Ruanda y Sudán juntos, según un informe reciente publicado por Just Foreign Policy [1].
Esto supone que la cifra de muertos causados por Estados Unidos en Oriente Próximo supera los tres millones de personas, sin siquiera contar las víctimas en Afganistán o Palestina.
El informe de Just Foreign Policy es una actualización de dos estudios polémicos publicados por la prestigiosa revista médica británica The Lancet. En 2003 The Lancet informaba de que se podía atribuir a la invasión estadounidense la muerte de más de 100.000 personas en Iraq [2].
En 2006 The Lancet actualizó su estudio y llegó a la conclusión de que desde la invasión estadounidense habían muerto más de 600.000 personas en Iraq [3].
Las muertes de iraquíes desde la invasión estadounidense incluyen la violencia ocasionada por el abrumador poder militar aéreo y terrestre del ejército estadounidense, las muertes causadas por la destrucción de la infraestructura civil, y las desapariciones y muertes causadas por el conflicto sectario y las luchas internas de poder entre las diferentes facciones iraquíes.
La metodología del informe es polémica ya que evita el modelo normal de verificación de la muerte – que requiere documentar todos y cada uno de los cadáveres individuales contabilizados por el gobierno, los hospitales y las morgues – y en vez de ello utiliza un modelo que se utilizó por primera vez para calcular las muertes ocasionadas por terremotos, huracanes y otros desastres naturales cuando los cadáveres a menudo nunca se encuentran.
Muchos defensores de la ocupación de Iraq afirman que la retirada del ejército estadounidense de Iraq haría estallar el genocidio debido a que el conflicto sectario y la guerra civil aumentarían hasta quedar fuera de control. De hecho, la violencia podría aumentar temporalmente a corto plazo tras la retirada de Estados Unidos. La naturaleza aborrece el vacío y la competencia entre las facciones iraquíes por el poder podría aumentar mientras se apresuran a llenar el vacío.
Sin embargo, lo que está claro es que la invasión estadounidense y la continua ocupación de Iraq constituye en y por sí mismas un tipo de genocidio. Según un estudio realizado en 2003 por el Centro para Estudios de la Población [4], las sanciones estadounidenses contra Iraq en los años noventa causaron la muerte de un millón de civiles Iraq. Y Estados Unidos financió a ambos bandos de la guerra irano-iraquí en los ochenta, con lo que contribuyó a la muerte de más de un millón de árabes y persas, según afirma Farhang Rajaee en un artículo publicado en 1993 por la Universidad de Florida titulado The Iran-Iraq war: the politics of agresión [«La guerra Irán-Iraq: la política de agresión»] .
Ahora han muerto otros 996.836 iraquíes desde la invasión estadounidense en 2003. Esta invasión unilateral, preventiva e ilegal alimentó la inestabilidad y el conflicto sectario, y hay pocas esperanzas de que el conflicto interno acabe mientras Iraq esté bajo la ocupación militar extranjera.
Esta situación es históricamente similar al periodo colonial, durante el que las luchas internas entre tribus indígenas africanas y de otros lugares aumentaron debido a los estragos causados por los poderes coloniales y sus estrategias de «divide y vencerás».
Aún es más, el colonialismo occidental plantó las semillas de conflictos y de disputas entre grupos étnicos como, por ejemplo, en Ruanda. Los pueblos no blancos de todo el mundo recogen lo que nosotros sembramos.
El futuro inmediato de Iraq es sombrío con unas soluciones que van de malas a peores. Nuestra única esperanza de acabar con esta violencia sin sentido es una retirada incondicional e inmediata del ejército estadounidense de Iraq seguida de algún tipo de ayuda responsable por parte de fuerzas de paz de NNUU y árabes.
Si los iraquíes han de entrar en una guerra civil para poner orden en el caos que les ha dejado nuestro gobierno, dejémosles. Puede que ella misma se consuma como en Líbano y sin ninguna otra interferencia por parte de occidente a parte de la reconstrucción y las reparaciones, los iraquíes serán capaces de reconstruir su devastado país.
Enlace con el original: http://www.uruknet.de/?p=35206
[1] http://www.justforeignpolicy.org/iraq/iraqdeaths.html
[2] http://www.zmag.org/lancet.pdf
[3] http://www.thelancet.com/webfiles/images/journals/lancet/s0140673606694919.pdf
[4] http://www.lshtm.ac.uk/cps/public/index.html