«Yo, Gilberto Gil, como ministro de Cultura de Brasil y como músico trabajo cada día con el impulso de la ética hacker», dijo sin pruritos en la inauguración del Internet Global Congress que comienza hoy en Barcelona y se extiende hasta el 1º de Junio. Para el ministro de Cultura de Brasil, hay que distinguir […]
«Yo, Gilberto Gil, como ministro de Cultura de Brasil y como músico trabajo cada día con el impulso de la ética hacker», dijo sin pruritos en la inauguración del Internet Global Congress que comienza hoy en Barcelona y se extiende hasta el 1º de Junio.
Para el ministro de Cultura de Brasil, hay que distinguir los «hacker» de los «cracker» -vulgares piratas informáticos, en su opinión- y ha destacado a los primeros como «militantes de la contracultura que vieron en las computadoras una fantástica herramienta de comunicación».
Gilberto Gil ha opuesto el mundo «hacker» a lo que ha denominado «ortodoxia analógica reaccionaria», un mundo que apuesta, según Gil, por el software libre y al cual «Internet le permite crear espacios de igualdad perenne».
Para el ministro brasileño, «los hacker crean, innovan, resuelven problemas y ejercitan la organización de ayuda mutua y voluntaria», lo que a su juicio encaja perfectamente con el espíritu fundacional de Internet.
Gil, sin embargo, advierte que «la revolución tecnológica no puede justificarse sólo por si misma sino que debe reflejarse en el beneficio y bienestar de los pueblos».
Gil aboga en Barcelona por ‘jeffersonización’ derechos de autor
Gil, que ha firmado un acuerdo de colaboración con el departamento de Cultura de la Generalitat, ha explicado que este cambio en los derechos de autor tiene que ver con los principios que estableció el presidente norteamericano Thomas Jefferson, redactor de la Constitución de Estados Unidos.
Jefferson, ha recordado el ministro de Cultura brasileño, escribió que ‘el derecho de autor debe estar equilibrado entre la protección del derecho del autor como posibilidad de explotación de una propiedad que es su creación y el derecho público al conocimiento de esa propiedad’.
Para Gil, las respuestas a sus propuestas de cambios en el mundo de los derechos de autor son las lógicas: ‘el rechazo total de los reaccionarios de siempre y el apoyo de los creadores; unos llaman a la policía y otros a las ideas’.
Recuerda que ‘en la historia siempre los que han revolucionado el statu quo establecido han sido los que han permitido a la sociedad avanzar’.
Frente a los que arguyen en contra de este proceso los riesgos de la piratería, Gil comenta que ‘cuando Edison, inventor del cine, registró la patente de su invención en la costa este de EEUU, algunos creadores escaparon al monopolio que pretendía emigrando a California. Aquellos primeros ‘piratas’ fueron los fundadores de Hollywood’.
El propio Gil estuvo seis años luchando en los tribunales brasileños para recuperar la gestión de los derechos de sus canciones y el resultado es que hoy sus 500 canciones pueden ser escuchadas a través de internet, y aquellas que están libres de derechos incluso puede ser descargadas, declara.
Tiene claro que ante los derechos se debe adoptar una ‘posición variable’ en función del propio interesado y del momento y asegura que, como ya decía Confucio, ‘no es bueno adoptar posiciones fundamentalistas extremas’.
El ministro ha firmado un convenio de colaboración con la Generalitat en un acto en el que el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, ha admitido la necesidad de ‘revisiones’ en el terreno del conocimiento y la creatividad libres.
Mascarell ha expresado al ministro su apoyo a ese debate y ha asegurado: ‘ampliar los márgenes de libertad de los creadores ha de ser siempre prioritario para cualquier administración pública’. Gil, que ha firmado un acuerdo de colaboración con el departamento de Cultura de la Generalitat, ha explicado que este cambio en los derechos de autor tiene que ver con los principios que estableció el presidente norteamericano Thomas Jefferson, redactor de la Constitución de Estados Unidos.