Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
Los ginecólogos [hombres] se han convertido en blanco de los ataques de los extremistas islámicos en Iraq al ser acusados de invadir la intimidad de las mujeres. Las ONGs que trabajan con mujeres han manifestado gran preocupación ante estos hechos porque hay muy pocas ginecólogas en el país y sus colegas masculinos tienen miedo de seguir trabajando por el peligro para sus vidas que ello supone.
«Debido a los puntos de vista religiosos de los extremistas, los doctores temen continuar con su trabajo, el número de mujeres ginecólogas es muy reducido y no pueden atender toda la demanda del país», dijo Mayada Zuhair, portavoz de la Asociación por los Derechos de la Mujer.
«Los extremistas están diciendo que no se puede permitir que los doctores vean las partes íntimas de las mujeres y dos de ellos fueron asesinados la pasada semana al salir de sus clínicas. Cerca de sus cuerpos se dejaron mensajes en los que se podía leer que ese sería el fin de todos los médicos que insistieran en invadir la intimidad de las mujeres musulmanas», añadió Mayada.
Un portavoz de la Asociación Médica Iraquí, Walid Rafi, dijo a IRIN que tenía conocimiento de que al menos 22 ginecólogos habían recibido cartas amenazadoras.
«En uno de los casos, los extremistas trataron de cumplir sus amenazas. Secuestraron al hijo de un doctor y sólo le liberaron una vez que el médico cerró su clínica en el distrito de Karada, en Bagdad», dijo Rafi. «Estamos preocupados por la salud de las mujeres en este país. Muy pocas de ellas tienen acceso a un buen cuidado sanitario y ahora, con el miedo que sienten los ginecólogos hombres, pocos van a permanecer en sus puestos y esto va a traer graves consecuencias en los meses venideros.»
Rafi añadió que también en las provincias del norte se había informado de agresiones contra los doctores que tratan a las mujeres. «No conocemos la cifra exacta de doctores que han sido asesinados pero podemos confirmar que cuatro fueron asesinados en el norte por negarse a circuncidar a muchachas jóvenes».
Un ejemplo ilustrativo
Yaser Isam, un ginecólogo de Bagdad, declaró que desde el 20 de octubre había sufrido dos atentados contra su vida y había recibido una carta conminándole a que no tratara más a las mujeres en su clínica porque estaba ofendiendo la intimidad de las mujeres musulmanas.
«No tuve opción. Preferí dejar mi trabajo junto con otros dos colegas que estaban en la misma situación. Dejamos la clínica en manos de dos doctoras que más tarde nos contaron les era imposible atender toda la demanda y habían tenido que empezar a rechazar pacientes», dijo Isam.
El Ministerio de Sanidad ha declarado que está investigando los casos y ha pedido al Ministerio de Interior que proteja a los doctores y a las enfermeras por todo el país.
Los servicios sanitarios en Iraq se han desmoronado gravemente ante la carencia de doctores. Según la Asociación Médica de Iraq, al menos el 75% de los doctores, farmacéuticos y enfermeras han dejado sus puestos de trabajo en universidades, clínicas y hospitales. De ellos, al menos un 55% han huido al extranjero.
«Hay días en que hay más de 80 pacientes por doctora en nuestro hospital, con una media 170 al día. Todas ellas se reparten entre las dos mujeres ginecólogas que han quedado en nuestra clínica», dijo Afaf Abdul-Qahar, ginecólogo del Centro de Maternidad de Karada, en la capital.
Enlace con texto original:
http://www.irinnews.org/Report.aspx?ReportId=75275