La organización Doctors for Iraq (Médicos por Iraq) ha recibido noticias de que unas 3.500 familias de la ciudad de Ramadi se han visto obligadas a abandonar la ciudad debido a la amenaza de un inminente ataque de las tropas estadounidenses e iraquíes.Ramadi es la capital de la provincia de al-Anbar, al oeste de Iraq, […]
La organización Doctors for Iraq (Médicos por Iraq) ha recibido noticias de que unas 3.500 familias de la ciudad de Ramadi se han visto obligadas a abandonar la ciudad debido a la amenaza de un inminente ataque de las tropas estadounidenses e iraquíes.Ramadi es la capital de la provincia de al-Anbar, al oeste de Iraq, y tiene unos 500.000 habitantes. Muchos miles de ellos son ahora refugiados que tratan de abandonar la ciudad ante el temor de un asalto militar contra Ramadi.
Los habitantes de la ciudad describen graves cortes del suministro de agua y de electricidad en los últimos siete días, especialmente en los barrios de al-Tamim y al-Azizia [1]. Todas las entradas y salidas de la ciudad están bloqueadas por los militares estadounidenses e iraquíes [de la Guardia Naciona], y algunas informaciones hablan de que sólo permanece abierto un paso en el puente al-Warar, a través del cual se puede salir de Ramadi. Las tiendas y mercados locales han permanecido cerrados durante los últimos siete días lo que ha producido un desabastecimiento de alimentos ya que la gente no ha podido comprar provisiones al estar la ciudad sometida al actual toque de queda militar.
Patrullas y francotiradores
Los testigos describen un gran número de unidades militares estadounidenses patrullando la ciudad y el establecimiento de dos bases militares en las zonas este y oeste de Ramadi. Vecinos de la zona han informado a Doctors for Iraq de que el principal edificio oficial ha sido ocupado por el ejército estadounidense.
Se han recibido otros informes sobre la existencia de un gran número de francotiradores en el centro de Ramadi que se dirigen contra los movimientos de civiles que tratan de escapar de la ciudad y restringen los desplazamientos de los médicos y de las unidades sanitarias. Doctors for Iraq ha recibido información sobre las víctimas de los francotiradores. La presencia de los francotiradores estadounidenses-iraquíes y los numerosos puestos de control coartan gravemente la movilidad de las ambulancias y del personal sanitario en la ciudad. Ramadi tiene cuatro hospitales principales, entre ellos el Hospital General, todavía en funcionamiento, en los que se intentan atender las necesidades de los enfermos y heridos.
Esta actividad militar y la amenaza de un ataque estadounidenses-iraquí contra la ciudad, sumados a los checkpoints, toque de queda e incursiones en la ciudad están teniendo un enorme impacto en los servicios de atención sanitaria de la gente. Un equipo de evaluación de la situación en Ramadi perteneciente a Doctors for Iraq ha detectado un grave desabastecimiento de medicinas y material médico, como goteros intravenosos, suturas quirúrgicas, antibióticos y otras medicinas. Nuestro equipo considera la situación en la ciudad y el sufrimiento de las familias desplazadas como desesperados. Doctors for Iraq sabe que unas 1.000 familias de refugiados se han escapado hacia Hit, al oeste de Iraq.
Refugiados
Los refugiados se están viendo obligados a vivir en viejos edificios y escuelas deshabitados y se enfrentan a la falta de alimentos, agua, mantas y atención médica. Nuestros equipos médicos ya han visto casos de niños pequeños con diarreas, y de adultos privados de medicamentos para controlar su hipertensión o sus enfermedades coronarias (angina).
Doctors for Iraq expresa su honda preocupación sobre las situación general humanitaria en Ramadi. Las infraestructuras sanitarias de la zona se han visto gravemente dañadas por los continuos ataques militares y nuestra organización está muy preocupado, asimismo, por el sufrimiento de miles de civiles que han abandonado la ciudad y por los muchos que permanecen en ella.
Llamamiento internacional
Por ello, Doctors for Iraq hace el siguiente llamamiento:
1. Que se detenga de inmediato cualquier ataque militar previsto contra una población densamente habitada por civiles.
2. Que las ONG internacionales y los organismos de ayuda a los refugiados presten su asistencia a las gentes que huyen de Ramadi y a los civiles que permanecen en la ciudad para que tengan agua, comida, abrigo y protección.
3. Que se facilite asistencia humanitaria médica a los civiles que lo precisen y se suministren medicinas y material sanitario a los hospitales.
El llamamiento de Doctors for Iraq pide a los militares de Estados Unidos e Iraq, y a todos los grupos armados, que respeten los principios de la legislación internacional y garanticen que los civiles dispongan de salvoconductos y tengan acceso a la asistencia médica sin intimidaciones ni violencia.
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Felisa Sastre.
Nota de IraqSolidaridad:
1. Sobre el asedio a Ramadi, véase en IraqSolidaridad: Dahr Jamail y Ali Fadhil: Ramadi: La lucha por la supervivencia de sus habitantes. Francotiradores estadounidenses disparan contra civiles Mohamed Tareq al-Darraji: ‘Ramadi: Crímenes de Guerra’. Los ‘marines’ han forzado la salida de 1.500 familias de la ciudad – Ad-Duluiyah, ocupada por tropas estadounidenses Dahr Jamail: ‘Ramadi: una nueva Faluya’.