Tianguis de Tlatelolco, Palacio Nacional, fresco de 4.92 por 9.72 metros pintado por Diego Rivera en 1945. Con el propósito de recaudar fondos para la naciente institución, su presidenta, Guadalupe Rivera Marín, organizó una cena en la que se dieron a conocer los principales objetivos de esa asociación civil Con el objetivo principal de […]
Tianguis de Tlatelolco, Palacio Nacional, fresco de 4.92 por 9.72 metros pintado por Diego Rivera en 1945. Con el propósito de recaudar fondos para la naciente institución, su presidenta, Guadalupe Rivera Marín, organizó una cena en la que se dieron a conocer los principales objetivos de esa asociación civil
Con el objetivo principal de hacer valer sus derechos morales sobre la obra y nombre de Diego Rivera, su »buen uso» y »correcta comercialización», sus herederos dieron a conocer la noche del martes el inicio de actividades de la fundación que lleva el nombre de uno de los pilares del arte mexicano en el siglo XX.
Lo anterior tendrá repercusiones directas sobre el uso y comercialización de la imagen y obra del pintor guanajuatense, que hasta ahora de facto ha sido prerrogativa de instituciones oficiales (Instituto Nacional de Bellas Artes, INBA; Secretaría de Educación Pública, SEP; y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, CNCA).
Entre los proyectos concretos de esa asociación civil destaca la elaboración, a 48 años de su muerte, del catálogo razonado de la obra mural y de caballete de Diego Rivera, que estará terminado dentro de dos años.
Difusión nacional e internacional
Por lo pronto, ya se encuentra en marcha la estructuración del proyecto, que será coordinado por la historiadora de arte Alicia Azuela, del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Guadalupe Rivera Marín, hija del muralista y presidenta de la Fundación Diego Rivera, AC, indicó que Alicia Azuela se encuentra trabajando actualmente en la clasificación del acervo.
Sobre el punto, Juan Pablo Gómez Marín, hijo de Rivera Marín y también integrante de la naciente institución, admitió que es increíble que a la fecha no exista un catálogo razonado de uno de los llamados tres grandes del muralismo mexicano:
»Hay catálogos, la Secretaría de Educación Pública ha publicado algunos, pero sin el trabajo de investigación que requiere un catálogo razonado en el cual se debe explicar la historia de cada una de las obras.»
La Fundación Diego Rivera organizó la noche del pasado martes una cena para recaudar fondos, en la que se dieron a conocer sus cuatro objetivos generales y algunos de sus principales proyectos.
Entre los objetivos generales destacan dos:
»Promover, a través del ejercicio de los derechos morales que corresponden a sus herederos directos, respecto al nombre y obra del maestro Diego Rivera, la correcta preservación, conservación, difusión y comercialización de su obra, así como el buen uso de la misma y del nombre del artista.»
Y: »Ser la entidad por excelencia encargada de reunir, en la medida de lo posible, la documentación, los materiales gráficos y audiovisuales y de toda índole con el propósito de conformar un acervo especializado que permita fomentar el estudio y el conocimiento de la personalidad y el arte del maestro Diego Rivera, a fin de promover su difusión tanto a nivel nacional como internacional».
La cuestión ahora es en qué términos se pondrá de acuerdo la fundación con las instituciones que hasta hoy se han encargado de esas tareas.
Clasificación de correspondencia
Además del catálogo razonado, se prepara la realización en la ciudad de México, para mayo del próximo año, de la segunda Conferencia Internacional de Arte Mural, con la intención -en palabras de Gómez Marín- de promover »el renacimiento de la corriente muralista», cuya promoción y difusión »se vino abajo en todo el mundo a partir de la segunda mitad del siglo XX».
Al respecto, Rivera Marín lamentó que los espacios públicos antes destinados al arte mural ahora sean ocupados por la publicidad:
»Hay una especie de sustitución de valores artísticos muy falsa.»
Otro proyecto concreto de la Fundación Diego Rivera, ya también en proceso, es la clasificación de la correspondencia y otros documentos del pintor guanajuatense, con miras a »hacer algunas publicaciones».
En este sentido, lo que ya es inminente es la edición de las recetas de cocina de la madre de Diego Rivera:
»Hay recetas que datan del siglo XVII. Yo las heredé por conducto de la tía Cesarita de mi padre. Son alrededor de 200, vamos a hacer una selección y las vamos a publicar en un libro ilustrado con motivos culinarios pintados por Diego Rivera.»
De acuerdo con Guadalupe Rivera Marín, la Fundación Diego Rivera cuenta actualmente con el apoyo de la Fundación Ford, el Instituto de Arte Mural de Filadefia, así como el INBA y el CNCA.