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Haditha no es una aberración

Hay más, mucho más

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión y Tlaxcala por Germán Leyens

¿Hay quien pueda contarme que los medios de comunicación corporativos hablan de crímenes de guerra de USA en Iraq, aparte de los civiles asesinados en Haditha?

Espero que a mis conciudadanos no les cuenten que esta última atrocidad que nos sacude desde Iraq sea un incidente aislado; que Herr Rumsfeld la investigará diligentemente, y que dispensará una justicia oportuna a todas las partes culpables (todas, por supuesto, bajo el rango de teniente).

POR SI tu tío Bob o tu tía Sofía te han estado preguntando: «¿Qué diablos pasa en Iraq?» y buscas hechos concretos para ayudarles a definirse, lee lo que sigue:

Ten en cuenta de que se trata de sólo unos pocos casos, compilados por un solo ciudadano sentado en Toledo con su viejo ordenador conectado a Internet – lo que indica que en realidad podría haber muchos casos más.

Ten en cuenta asimismo, que los actos descritos constituyen violaciones criminales de la ley, no sólo porque constituyen inhumanidades realmente horribles, sino porque el Congreso, la Constitución de USA y el derecho internacional (sí, existen leyes internacionales que son vinculantes también para USA) prohíben explícitamente el tipo preciso de atrocidades que ahora se descomponen ante los pies de George W. Bush. Cada sección indicada comienza con la ley o tratado relevantes violados en Iraq o Afganistán. Cada violación está documentada en el sitio en la red de Veterans For Peace.

Carta del Tribunal de Nuremberg

Principio VI: «Los delitos enunciados a continuación son punibles como delitos de derecho internacional:

b. Delitos de guerra:

Las violaciones de las leyes o usos de la guerra, que comprenden, sin que esta enumeración tenga carácter limitativo, el asesinato, el maltrato, o la deportación para trabajar en condiciones de esclavitud o con cualquier otro propósito, de la población civil de territorios ocupados o que en ellos se encuentre, el asesinato o el maltrato de prisioneros de guerra o de personas que se hallen en el mar, la ejecución de rehenes, el saqueo de la propiedad pública o privada, la destrucción injustificable de ciudades, villas o aldeas, o la devastación no justificada por las necesidades militares.

Dos prisioneros afganos que murieron mientras estaban detenidos por USA en Afganistán en diciembre 2002 fueron encadenados al techo, pateados y golpeados por soldados usamericanos en continuos ataques que causaron sus muertes, según informes de investigación penal del Ejército.

Por lo menos 26 prisioneros han muerto bajo custodia usamericana en Iraq y Afganistán desde 2002 en lo que investigadores del Ejército y de la Armada concluyeron o sospecharon que eran actos de homicidio criminal, según funcionarios militares.

En Faluya, un 40% de los edificios fue completamente destruido, un 20% sufrió daños considerables, y un 40% daños importantes. Es decir, un 100% de los edificios de esa ciudad.

c. Delitos contra la humanidad:

El asesinato, el exterminio, la esclavización, la deportación y otros actos inhumanos cometidos contra cualquier población civil, o las persecuciones por motivos políticos, raciales o religiosos, cuando tales actos sean cometidos o tales persecuciones sean llevadas a cabo al perpetrar un delito contra la paz o un crimen de guerra, o en relación con él.

«Fuimos atados y golpeados a pesar de estar desarmados y de tener sólo nuestro instrumental médico.» Declaró posteriormente a los periodistas la doctora Asma Khamis al-Muhannadi, que estuvo presente durante el ataque por USA y la Guardia Nacional Iraquí contra el Hospital General de Faluya. Dijo que los soldados arrastraron a los pacientes de sus camas y los colocaron contra un muro. «Yo estaba con una mujer que estaba dando a luz, todavía no se había cortado su cordón umbilical,» dijo. «En ese momento, un soldado usamericano gritó a uno de los guardias nacionales (iraquíes) que me arrestara y atara mis manos mientras yo estaba ayudando a la madre a alumbrar.»

Abu Hammad dijo que vio a personas que trataban de nadar a través del Éufrates para escapar del cerco. «Los usamericanos les dispararon con rifles desde la orilla,» dijo. «A pesar de que algunos agitaban banderas blancas o ropa blanca por sobre sus cabezas para mostrar que no eran combatientes, los mataron a todos.»

Hammad dijo que había visto a soldados de USA disparando a ancianas con banderas blancas. «Mataron hasta a los heridos. Los usamericanos hicieron anuncios para que la gente saliera de una mezquita si querían abandonar Faluya, y mataron hasta a los que salieron con banderas blancas.»

Las Convenciones de Ginebra

Protocolo I, Artículo 75

Artículo 75 – Garantías fundamentales*

1. Cuando se encuentren en una de las situaciones a que hace referencia el artículo 1 del presente Protocolo, las personas que estén en poder de una Parte en conflicto y que no disfruten de un trato más favorable en virtud de los Convenios o del presente Protocolo serán tratadas en toda circunstancia con humanidad y se beneficiarán, como mínimo, de la protección prevista en el presente artículo, sin distinción alguna de carácter desfavorable basada en la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión o las creencias, las opiniones políticas o de otro género, el origen nacional o social, la fortuna, el nacimiento u otra condición o cualesquiera otros criterios análogos. Cada Parte respetará la persona, el honor, las convicciones y las prácticas religiosas de todas esas personas.

2. Están y quedarán prohibidos en todo tiempo y lugar los actos siguientes, ya sean realizados por agentes civiles o militares:

a) los atentados contra la vida, la salud y la integridad física o mental de las personas, en particular:

i) el homicidio;

ii) la tortura de cualquier clase, tanto física como mental;

iii) las penas corporales; y

iv) las mutilaciones;

b) los atentados contra la dignidad personal, en especial los tratos humillantes y degradantes, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor;

La investigación de la 800 Brigada de la Policía Militar por el general de división Antonio M. Taguba estableció que «el abuso intencional de detenidos por personal de la policía militar» incluyó lo siguiente:

  • Golpes, bofetadas y patadas a detenidos, saltos sobre sus pies desnudos
  • Grabación de vídeos y fotografías de detenidos masculinos y femeninos desnudos.
  • Colocación por la fuerza de detenidos en varias posiciones sexualmente explícitas para fotografiarlos.
  • Obligar a detenidos a sacarse sus vestimentas y mantenerlos desnudos durante varios días.
  • Obligar a detenidos desnudos a colocarse ropa interior femenina.
  • Obligar a detenidos a masturbarse mientras eran filmados.
  • Colocación de detenidos desnudos en una pila y saltarles encima.
  • Colocación de a un detenido desnudo sobre una caja, con una bolsa para arena sobre su cabeza, y fijación de alambres a los dedos de sus manos y sus pies y a su pene para simular tortura eléctrica.
  • Colocación de un collar de perro o correa alrededor del cuello de un detenido desnudo y hacer que una mujer soldado posara para una foto.
  • Un guardia de la policía militar tuvo sexo con una detenida.
  • Utilización de perros de la policía militar sin bozal para intimidar y atemorizar a detenidos. Por lo menos en un caso, mordieron e hirieron gravemente a un detenido.

Protocolo I, Artículo 70 – Acciones de socorro

1. Cuando la población civil de cualquier territorio que, sin ser territorio ocupado, se halle bajo el control de una Parte en conflicto esté insuficientemente dotada de los suministros mencionados en el artículo 69, se llevarán a cabo, con sujeción al acuerdo de las Partes interesadas, acciones de socorro que tengan carácter humanitario e imparcial y sean realizadas sin ninguna distinción de carácter desfavorable. El ofrecimiento de tales socorros no será considerado como injerencia en el conflicto ni como acto hostil. En la distribución de los envíos de socorro se dará prioridad a aquellas personas que, como los niños, las mujeres encintas, las parturientas y las madres lactantes, gozan de trato privilegiado o de especial protección de acuerdo con el IV Convenio o con el presente Protocolo.

2. Las Partes en conflicto y las Altas Partes contratantes permitirán y facilitarán el paso rápido y sin trabas de todos los envíos, materiales y personal de socorro suministrados de acuerdo con lo dispuesto en esta Sección, incluso en el caso de que tal asistencia esté destinada a la población civil de la Parte adversa.

  • Convoyes enviados por la Media Luna Iraquí para ayudar a la población restante (en Faluya) fueron mandados de vuelta.
  • Soldados de USA dispararon repetidamente contra ambulancias debidamente identificadas durante el sitio de Faluya de abril de 2004 e impidieron que se distribuyeran suministros médicos.
  • En Saqlawiyah, el doctor Abdulla Aziz informó a IPS que fuerzas de ocupación habían bloqueado el ingreso a o la salida de la ciudad de todo suministro médico. «No dejan que ninguna de nuestras ambulancias vaya a ayudar a Faluya.» Dijo. «No tenemos suministros y no dejan que nos traigan más.»

Sección I – Métodos y medios de Guerra

Artículo 35 – Normas fundamentales

3. Queda prohibido el empleo de métodos o medios de hacer la guerra que hayan sido concebidos para causar, o de los que quepa prever que causen, daños extensos, duraderos y graves al medio ambiente natural.

El 1 de abril de 2003, el suburbio residencial al-Hilla de Babilonia fue alcanzado por un número indeterminado de bombas de racimo BLU-97 A/B. Cada bomba lanza 202 minibombas que se esparcen sobre un área del tamaño de dos campos de fútbol, con una tasa de tasa de no-estallido de 5 a 7%. Informes inmediatos señalaron que por lo menos 33 civiles murieron y unos 300 fueron heridos en el ataque. Amnistía Internacional condenó el ataque, diciendo que «el uso de bombas racimo en un área civil de al-Hilla constituye un ataque indiscriminado y una grave violación del derecho humanitario internacional.»

El 22 de marzo de 2003, reporteros de CNN y del Sydney Morning Herald Melbourne Age, empotrados con el 1 batallón de Marines en Safwan Hill cerca de Basora informaron de ataques aéreos en los que lanzó napalm.

III Convenio, Art. 5

Artículo 5 – Principio y fin de la aplicación

Si hay duda por lo que respecta a la pertenencia a una de las categorías enumeradas en el artículo 4 de las personas que hayan cometido un acto de beligerancia y que hayan caído en poder del enemigo, dichas personas se benefician de la protección del presente Convenio, en espera de que un tribunal competente haya determinado su estatuto.

El presidente Bush dio una orden el 7 de febrero de 2002, especificando que USA no aplicaría el Tercer Convenio a miembros de Al Qaeda. Esa orden fijó políticas que condujeron al asesinato, la tortura, y el tratamiento inhumano, deliberados, y a grandes sufrimientos o serios daños al cuerpo o a la salud de prisioneros detenidos por USA en Afganistán, Iraq y en la Bahía de Guantánamo.

¿Necesitas más documentación? Prueba la Ley de Crímenes de Guerra de 1996; la Cláusula de Supremacía de la Constitución de USA, Artículo VI (párrafo 2); o los tratados mencionados anteriormente tales como los Convenios de Ginebra, los Principios de Nuremberg, las resoluciones de la Asamblea General de la ONU, entre otros.

Tal como la fascinación de los medios noticiosos por Abu Ghraib sobrevino mucho después de los hechos y fue limitada en su alcance, lo mismo ocurre con su actual fascinación por los asesinatos de Haditha. Como solían decir durante la Segunda Guerra Mundial: «¡Hay una guerra! ¿Sabes?» ¿Qué exactamente piensan los usamericanos que ocurre cuando su nación entra en guerra?

El doctor Jonathan Shay, psicólogo con años de experiencia en el tratamiento de veteranos de Vietnam con Trastorno de Estrés Post-Traumático («PTSD») y autor de la fundamental obra «Achilles in Vietnam», presentó su receta para impedir esa enfermedad e impedir la crisis de carácter que probablemente ocurriría a cada uno de nosotros si estuviera en combate. No era un mejor entrenamiento, o una mejor diagnosis, o mejores drogas. Dijo: «Abolan la guerra.» Ya es hora de que tomemos en serio su consejo.

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Mike Ferner sirvió como paramédico no combatiente de las fuerzas navales usamericanas durante Vietnam y es miembro de Veterans For Peace, cuya consigna es» ¡Abolan la guerra!». Para contactos: [email protected]

Nota del traductor [Para ver el contenido de los Convenios de Ginebra abra]:

*http://www.icrc.org/Web/spa/sitespa0.nsf/iwpList103/6BE64996024BB62F41256E2F003D8BCE#20

http://www.counterpunch.org/ferner06022006.html

Germán Leyens es miembro de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción es copyleft.