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Historias de tubos

Fuentes: An Arab Woman Blues

Traducido del inglés por Sinfo Fernández


Cuadro del artista iraquí Hamid Al-Attar

Esta noche he visto en el televisor dos escenas que me han impactado profundamente.

La primera fue en el documental titulado «Los millones perdidos de Iraq». Sí, lo han adivinado. Se refería a los 20.000 millones de dólares de dinero iraquí que sencillamente se evaporaron durante el «gobierno» de Bremer en el «nuevo» Iraq.

Los 20.000 millones de dólares de dinero iraquí que se suponía iban a destinarse a «reconstruir» Iraq.

El programa filmaba un hospital en Diwaniya, en la zona sur. Pero eso no semejaba un hospital, era algo parecido a un baño atascado. Sin sábanas, ni cortinas, ni medicinas, ni máscaras de oxígeno, ni guantes de cirugía, ni suero intravenoso…

En alguna zona que parecía haber sido alguna vez una incubadora, que ya no estaba operativa, yacía Zahra, una bebé, y, no muy lejos de ella, estaba Abbas, su hermano gemelo.

Zahra presentaba un color negro azulado, los colores de la asfixia. Padecía carencia de vitamina K y necesitaba también de algún otro fármaco. Estaba terriblemente desnutrida. Le falta el aire, le faltaba la vida.

El doctor no disponía de máscaras de oxígeno. Apretaba un largo y grueso tubo, lo único que tenía a mano, contra las diminutas fosas nasales, intentando introducirlo un poco por ellas, esperando de esta forma poder hacerle llegar un poco de oxígeno, confiando en revivirla a pesar del lento latir de su corazón.

El padre de Zahra no se encontraba allí. Había salido para buscar en el mercado negro el fármaco y la vitamina K. El padre de Zahra tenía que pagarlo todo de su propio bolsillo. Cuando consiguió volver al hospital y, a pesar de los esfuerzos del doctor, Zahra ya no existía.

El doctor le dijo a la abuela de Zahra: «Se nos fue el bebé».

Al día siguiente, Abbas, su hermano gemelo, se había ido también.

El padre de Zahra se apresuró a volver con dos ampollas de vitamina K. Pero ya era demasiado tarde. Alguien le trajo una caja de cartón. La carita de Zahra estaba ahora cubierta por un diminuto trozo de tela y era depositada en la caja. Así de simple.

Una caja de cartón. Ya saben, como esas donde guardan sus zapatos, o sus periódicos viejos o cualquier trasto viejo del que desean eventualmente deshacerse. En el «nuevo» Iraq, se coloca a los bebés muertos en esas cajas.

La segunda escena se desarrollaba en Guantánamo. Si, en Gitmo Bay, su enclave de vacaciones en la playa. 380 «prisioneros» permanecen allí aún sin ser juzgados. Muchos de ellos en huelga de hambre.

Uno de ellos es Sami al-Hajj, un cámara sudanés que trabajaba para Al Yasira. Está casado y es padre de un niño de corta edad. Sami Al-Hajj, entre otros, lleva ya tres años recluido en Gitmo y sigue sin haber acusaciones ni juicio contra él. Sami lleva ya casi 100 días en huelga de hambre.

Uno de los abogados a cargo del «caso» de Sami hizo una demostración de cómo Sami y los demás son alimentados a la fuerza por las democráticas autoridades estadounidenses.

Cogen al «detenido» y le atan con correas de cuero a una sólida silla de madera. Atan sus brazos, pies y cabeza, paralizando cualquier movimiento.

Un largo tubo de un metro es entonces empujado por las fosas nasales del «detenido», por supuesto sin anestesia alguna, lo pasan por la laringe, a través del esófago, hasta el estómago y así le hacen ingerir la comida por la fuerza.

Este «procedimiento» se repite dos veces al día.

Sami Al-Hajj ha estado sufriendo esta «nutrición» por tubo dos veces al día durante 100 días.

Zahra y Sami tienen mucho en común. Son de «lengua» árabe, musulmanes, oscuros de piel y comparten el mismo destino en «tubo».

En realidad ambos se han visto atrapados en el oscuro y estrecho túnel de la tortura estadounidense que no tiene visos de ir a acabar nunca… como si intentaran seguir con vida a través de un tubo interminable…

Sí, así es, la «vida» reducida a un mero tubo.

Enlace texto original en inglés:

http://arabwomanblues.blogspot.com/2007/04/tube-story.html

Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión y Cubadebate.