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Husein se declara «mártir» y llama a iraquíes a combatir la ocupación

Fuentes: Agencias/La Jornada

El ex presidente de Iraq, Sadam Husein, declaró que subirá al patíbulo «como un mártir», y llamó a los iraquíes a permanecer unidos «frente a sus enemigos» y a combatir a las fuerzas invasoras de Estados Unidos, luego que la víspera la justicia iraquí ratificó su condena a muerte. «Si mi alma sigue este camino […]

El ex presidente de Iraq, Sadam Husein, declaró que subirá al patíbulo «como un mártir», y llamó a los iraquíes a permanecer unidos «frente a sus enemigos» y a combatir a las fuerzas invasoras de Estados Unidos, luego que la víspera la justicia iraquí ratificó su condena a muerte.

«Si mi alma sigue este camino (del martirio) acudirá ante Alá con serenidad», añadió en la misiva de dos páginas y media que dictó a uno de sus abogados desde la cárcel y fechada el martes, a la cual la prensa internacional tuvo acceso en Jordania.

La inminente ejecución de Husein, que podría ocurrir en 30 días, provocó el inmediato repudio de países como Alemania, Francia e Italia, además de diversos organismos internacionales, y sólo Estados Unidos aplaudió el fallo al cual calificó de «valientes esfuerzos» de los tribunales iraquíes y de «un hito» para el pueblo iraquí.

«Los enemigos del país, los invasores y los persas, han encontrado una barrera en la unidad entre ustedes y quienes les dirigen. Es por ello que intentan sembrar el odio entre ustedes», añade el texto, en referencia al ejército estadunidense y a su vecino iraní.

Husein, de 69 años, y seis de sus ex aliados de gobierno, fueron declarados culpables de ordenar la matanza de 148 chiítas en el pueblo de Dujail en 1982, en venganza por un atentado contra la vida del derrocado presidente, cuando su régimen era respaldado militar y políticamente por Estados Unidos y alentado a entrar en confrontación con Irán.

«Han conocido a su hermano y líder como han conocido a su propia familia. No se ha inclinado ante los tiranos y sigue siendo una espada contra ellos», expresó el ex presidente iraquí. «¡Oh, gran pueblo! les pido que preserven los valores que les permitieron merecer llevar la fe y ser la luz de la civilización», asentó.

Husein manifestó: «¡Oh, valientes, impíos iraquíes en la heroica resistencia. ¡Oh, hijos de una nación! dirijan su enemistad contra los invasores. No dejen que los dividan. Larga vida a la jihad (guerra santa) y a los mujaidines contra los invasores», apuntó antes de que la corte de apelaciones del Alto Tribunal Iraquí ratificara el martes la condena.

«Les pido que no odien a los pueblos de los países que han cometido la agresión contra nosotros, sino que diferencien entre los que toman las decisiones y los pueblos», señaló en otro párrafo, en torno a su condena a muerte dictada desde noviembre.

El gobierno iraquí del chiíta Nuri Maliki no ha querido hacer comentarios y ha declinado dar algún indicio sobre cuándo y cómo va a ejecutar a Husein, que fue derrocado en abril de 2003 por una invasión encabezada por Estados Unidos bajo el argumento de combate al terrorismo internacional y que Iraq poseía armas de destrucción masiva, mismas que no existían, según admitió finalmente Washington.

Pero centenares de iraquíes se han postulado como verdugos de la horca de Hussein, según una fuente gubernamental. El ministro de Justicia, Hashem Shibili, dijo a su vez que la ejecución aún podría demorar «algún tiempo», pues todavía debe ratificar el fallo la presidencia y debido a la fiesta musulmana del sacrificio que comienza el 30 de diciembre.

El partido Baaz, gobernante durante la era de Saddam Hussein, amenazó con tomar represalias si se le ejecuta y advirtió que la pena de muerte en la horca marca «una peligrosa línea roja que el gobierno estadunidense no debería cruzar».

En un comunicado en Internet que no pudo ser verificado independientemente, el partido amenazó con atacar intereses estadunidenses en cualquier parte si Husein es ejecutado. También advirtió a Irán no interferir en los asuntos iraquíes, «o nuestra respuesta será en el corazón de Irán y llegará a su cabeza».

Al rechazo a la sentencia de muerte de Human Rights Watch, se sumó la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos al pedir a los dirigentes iraquíes no ratificar la decisión de la justicia, expresando su oposición a la pena de muerte en toda circunstancia y lugar, por lo cual llamó a una «moratoria sobre la pena de muerte en Iraq».

El primer ministro italiano, Romano Prodi, expresó «la firme oposición» de su gobierno a la condena a muerte de Sadam Husein, «sin querer menoscabar los crímenes» que se le atribuyen. Destacó su repudio a ese tipo de sentencia, al margen del «respeto de la independencia y de la legitimidad de las instituciones iraquíes».

El líder del Partido Radical italiano y eurodiputado, Marco Panella, inició una huelga de hambre y de líquidos desde el martes por la noche para «impedir la ejecución» del ex presidente iraquí. Llamó al gobierno italiano a «movilizar inmediatamente a la comunidad internacional» para evitarlo.

«La pena de muerte es rechazada por el gobierno alemán», declaró a su vez el vocero del gobierno, Thomas Steg, quien recordó que la pena capital está prohibida en Alemania y en todos los estados de la Unión Europea. «Pero creemos que era necesario llegar a una solución legal y no hay signos de que el juicio y la apelación no hubiesen estado de acuerdo con las leyes del país», dijo el vocero.

El Ministerio del Exterior francés se encargó de aclarar que el destino de Saddam Hussein corresponde «al pueblo iraquí y a las autoridades soberanas de Iraq». París impulsa de todas formas «la eliminación de la pena de muerte en todo el mundo», y el presidente Jacques Chirac se propone prohibir esa sentencia en Francia.

Yalil Dulaimi, abogado defensor del presidente derrocado, descalificó el juicio contra su cliente como «justicia de vencedores», que fue celebrado como un «hito» por Washington. «Estos son tribunales políticos, porque fueron instaurados por los invasores», criticó desde Ammán.

En el plano interno, la explosión de un coche bomba causó la muerte de ocho personas el miércoles en Bagdad y 10 resultaron heridas, mientras otros 40 cadáveres fueron hallados en las calles de la capital iraquí, la mayoría asesinados de un disparo y torturados.

Protestan chiítas en Najaf

Miles de iraquíes partidarios del clérigo chiíta Moqtada Sadr marcharon en la ciudad sagrada de Najaf en una airada procesión fúnebre, después que un importante ayudante del líder muriera el miércoles a manos de soldados estadunidenses, por lo que exigieron una investigación del gobierno iraquí.

El Pentágono anunció que enviará aproximadamente 3 mil 500 soldados a Kuwait como fuerza de apoyo para Iraq u otras partes de la región, en tanto que otros tres militares estadunidenses murieron en distintos puntos iraquíes en acciones de combate, con lo que se elevó a 2 mil 979 el número de bajas estadunidenses desde la invasión.

También dos militares letones murieron al estallar una bomba al paso de un vehículo, y tres quedaron heridos, al sureste de Bagdad.

El gobierno del presidente George W. Bush está analizando un aumento de fuerzas mientras considera estrategias para Iraq.