El sector se ha movilizado para exigir una mejora de condiciones laborales, reformas legales y protestar contra el tratado de Bolonia. Un mensaje que ha circulado por Internet estos días llamaba a visitar hoy la página del ministerio para lograr bloquearla. La actuación, según un abogado especializado en Internet, no debería ser perseguible por […]
Los informáticos están en pie de guerra por varios motivos: quieren mejoras laborales, una reforma legal que regule el ejercicio profesional de la ingeniería informática, y una revisión de la reforma de las titulaciones universitarias derivada del conocido como Tratado de Bolonia. Para hoy, se había convocado una acción que pretendía bloquear la web del Ministerio de Industria, y lo han conseguido en parte.
La web del ministerio ha tenido un comportamiento inestable esta mañana, a veces cargaba y a veces no. Desde el organismo público niegan que se haya caído el servidor, y no dan detalles sobre los motivos de que a veces no estén disponibles las páginas. Pero todo apunta a que se trata de los efectos de las visitas que miles de personas están realizando de forma simultánea al sitio de Internet, convocados por mensajes de correo electrónico que en los últimos días han circulado por la red.
El ministerio dice que la página no ha caído, pero ha sido difícil visitarla esta mañana
«Lo que hemos hecho ha sido dar voz a un sentimiento que existe hace muchos años, protestar por las injusticias laborales del sector, lo que ha hecho que mucha gente se haya unido a nuestras protestas. Pero no organizamos esa acción, sólo hemos dado la oportunidad de hacer que la gente se comunique», afirma.
Este portavoz sí admite como propia la convocatoria de huelga de estudiantes del día 19, a la que también están llamados profesionales del sector, convocada para el próximo 19 de noviembre. «Nosotros sólo queremos que se cumpla la ley que dice que una norma debe regular el ejercicio de la profesión derivada de una titulación universitaria», afirma.
Y dibuja un negro escenario en el que si parasen de trabajar todos los informáticos pocas cosas funcionarían. «Nosotros somos los artesanos de la era moderna, cuidamos por tu seguridad y por los servicios que utilizas todos los días, pero si todos juntos levantamos las manos del teclado un día entero todo se paralizaría, la seguridad desaparecería, las herrmientas informáticas dejarían de funcionar. Si nosotros levantamos las manos de los teclados, las páginas y los servicios, empiezan a caer».
¿Podría haber denuncia?
El Ministerio de Industria no da pistas tampoco sobre la posibilidad de que en el futuro pueda denunciar estos hechos ante la Justicia. El abogado especializado en derecho e Internet, Carlos Sánchez Almeida, no cree que en la acción haya delito alguno.
«Si los accesos se limitan a que un monton de gente acceda a la vez y sin hacer un uso abusivo de la tecnología, a que un montón de gente se manifieste, este sería el equivalente a un corte de la Castellana en Madrid por parte de una manifestación de obreros. Es el ejercicio de un derecho de manifestación, que está por encima de todo. Y es algo que no puede equipararse al delito de daños informáticos», afirma.
Sólo en el momento en que el ejercicio pacífico de ese derecho se convierta en una acción agresiva (en el caso informático, con la construcción de herramientas construidas claramente para derribar un servidor, por ejemplo) la paralización del servicio sería perseguible como un delito de daños informáticos.
Posibles vías de protesta
La movilización de los informáticos viene de lejos, y la posibilidad de realizar acciones para hacer más visibles sus protestas se ha visto reflejada incluso en el servicio de listas de 20minutos.es. Un internauta utilizó este servicio para proponer todo tipo de iniciativas, unas con más tintes de legalidad que otras.
Solicitar a Goolge que modifique su logotipo para respaldar la protesta de informáticos es la propuesta más votada, con más de 8600 apoyos. Le siguen la posibilidad de que los administradores de páginas web redirijan todas las visitas a una página con un manifiesto, que directamente las derriben, la creación de un icono que puedan publicar todas las webs o parar por unas horas todas las redes sociales.