Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
¿De qué tienen miedo los valientes soldados estadounidenses que sirven en el extranjero si tienen las manos limpias?
El descaro de Estados Unidos es pasmoso. El secretario de Defensa de este país, Leon Panetta, ha exigido que Iraq conceda una inmunidad total a los soldados estadounidenses que permanezcan [en el país] después de la retirada programada para finales de este año. Primero Estados Unidos debe inventar un pretexto para mantener su presencia militar en Iraq, por no mencionar a los miles de «asesores», contratistas privados de seguridad y mercenarios, a pesar de la promesa del presidente Barack Obama de retirarse de este país árabe. Y ahora tiene la temeridad de exigir la «inmunidad» de la justicia iraquí para sus fuerzas. El insulto se añade a la injuria. La pregunta es, ¿de qué tienen miedo los valientes soldados estadounidenses que sirven en el extranjero si tienen las manos limpias?
A decir verdad, hay sangre en las manos de los tipos que vinieron afirmando liberar Iraq de la tiranía y ofrecer democracia y derechos humanos. Por si no fueran suficientes las monumentales mentiras acerca del arsenal de armas de destrucción masiva de Sadam Husein antes de la invasión y la matanza y destrucción que vinieron después, la coalición de los dispuestos tuvo que infligir todas y cada una de la atrocidades y barbaridades concebibles a un pueblo que había sufrido durante mucho tiempo y estaba derrotado.
Se han perdido un millón de vidas, todo por una mentira y por el complejo de Edipo de un presidente inseguro. Un país que era uno de los mejores en la región en términos de infraestructura, prosperidad económica y desarrollo ha sido bombardeado hasta hacerlo retroceder a la Edad Media. Es más, la invasión no sólo ha destrozado a este país rico en petróleo, sino que ha desatado conflictos por todo Oriente Medio que han dividido a toda la región según líneas sectarias, algo que no había ocurrido nunca en el último milenio y medio.
¿Resulta sorprendente que la mayoría de los árabes y musulmanes crean que la guerra de Estados Unidos contra Iraq está generada y dirigida por Israel y sus influyentes aliados? Y si las tropas estadounidenses en Iraq temen que las leyes iraquíes los persigan por crímenes de guerra, tienen todos los motivos para temerlo. Mucho después de la caída del régimen baathista en Bagdad, la coalición siguió bombardeando rutinariamente ciudades muy pobladas y familias iraquíes murieron tiroteadas en los checkpoints como «terroristas» y resistentes.
Incidentes como el asesinato a sangre fría de civiles iraquíes junto con dos periodistas de Reuters por parte de soldados estadounidenses desde un helicóptero Apache en 2007, revelado en un vídeo de WikiLeaks el año pasado, eran sólo la punta del iceberg. La violación y asesinato en 2006 de una niña iraquí de 14 años con su familia en Mahmoudiya es sólo uno de los muchos crímenes cometidos por las fuerza de ocupación que los iraquíes de a pie querrían que hubieran sido juzgados en sus propios tribunales.
Es más, todas aquellas personas que desataron esta injusta guerra contra Iraq deberían ser juzgadas por crímenes de guerra según el derecho internacional. Mintieron acerca de las armas de destrucción masiva de Iraq. Mintieron acerca de las relaciones de Sadam con al-Qaeda y el 11 de septiembre. Mintieron en la ONU acerca de laboratorios de armas móviles, de uranio de Níger, de la capacidad de Sadan para alcanzar blancos en Europa y acerca de muchas otras cosas. Estas mentiras sirvieron como pretexto para la agresión a una nación soberana, lo que en sí mismo es un crimen internacional de guerra. También son culpables de violar la convención de la ONU sobre la tortura (¿recuerdan Abu Ghraib?) y del asesinato de cientos de miles de iraquíes. Millones de iraquíes se han refugiado en países vecinos. ¿Pueden los iraquíes esperar alguna vez justicia para estos crímenes? ¿O la justicia internacional se reserva sólo para los Sadams, Bashirs y Gadafis de este mundo y los vencedores tienen licencia para matar?
Fuente: http://arabnews.com/opinion/editorial/article514695.ece