Según revela este domingo el diario estadounidense The New York Times, un grupo de inspectores de Estados Unidos constataron que siete de ocho proyectos de reconstrucción en Irak, en los que se invirtieron alrededor de 150 millones de dólares, son un fracaso. La Oficina del Inspector General para la Reconstrucción de Irak, determinó que los […]
Según revela este domingo el diario estadounidense The New York Times, un grupo de inspectores de Estados Unidos constataron que siete de ocho proyectos de reconstrucción en Irak, en los que se invirtieron alrededor de 150 millones de dólares, son un fracaso.
La Oficina del Inspector General para la Reconstrucción de Irak, determinó que los proyectos iniciados en la nación árabe, afectada por la guerra desde la invasión estadounidense de 2003, son un fracaso, según informó este domingo el diario The New York Times.
El grupo de inspectores constató, tras una evaluación de los planes de reconstrucción de Irak, que siete de los ocho proyectos que se llevaban a cabo, por los que se han invertido cerca de 150 millones de dólares, se están «desmoronando».
El diario explica que las causas de que los proyectos ya no funcionen como estaban diseñados radica en problemas eléctricos y de fontanería, falta de mantenimiento adecuado, aparentes saqueos y equipos caros que no se utilizan.
Los inspectores mostraron su preocupación sobre los esfuerzos de reconstrucción de Irak, cuyos proyectos van desde un hospital materno hasta una planta de generación eléctrica para un aeropuerto o cuarteles para las fuerzas especiales iraquíes.
Entre los hallazgos, los inspectores se encontraron con que en el Aeropuerto Internacional de Bagdad, por ejemplo, se habían gastado 12 millones de dólares en generadores nuevos, pero en la actualidad hay aparatos valorados en 8,6 millones de dólares que ya no funcionan.
El pasado 16 de febrero, la oficina de Control del Gobierno estadounidense denunció un fraude de 10 mil millones de dólares en supuestos fondos destinados para la reconstrucción de Irak, y una auditoría presentada ante el Comité de la Cámara de Representantes para el Control y Reforma de Gobierno, reflejaba que estos recursos fueron gastados de manera injustificada por parte de las empresas contratistas en recargos y gastos no autorizados.