El nivel descomunal de estafa supuestamente cometido por altos cargos estadounidenses en la reconstrucción de Irak tras la invasión está siendo investigado por las autoridades de Washington, según informó ayer el diario británico «The Independent». El nivel del fraude podría ascender a 40.000 millones de euros y explicaría el motivo por el que obras previstas no se han construido.
Las autoridades estadounidenses están investigando una supuesta estafa gigantesca relacionada con trabajos de recons- trucción en Irak tras la invasión del país árabe y el derrocamiento de Saddam Hussein.
Según informó ayer desde Bagdad el diario británico «The Independent», mandos del Ejército estadounidense podían estar involucrados en el posible mal uso de parte de los 125.000 millones de dólares (97.250 millones de euros) destinados a ese fin.
No se sabe con exactitud cuánto dinero falta, pero un informe de la Inspección General Especial de EEUU para la Reconstrucción de Irak (Sigir, siglas en inglés) indica que puede superar los 50.000 millones de dólares (39.900 millones de euros), con lo que la estafa superaría a la atribuida al especulador Bernard Madoff.
«Creo que el auténtico saqueo de Irak tras la invasión lo llevaron a cabo funcionarios y contratistas norteamericanos y no los habitantes de los barrios pobres de Bagdad», dijo a «The Independent» un hombre de negocios que lleva trabajando en Irak desde 2003.
En un caso, los auditores que trabajan para el Sigir descubrieron el envío de 57,8 millones de dólares (45 millones de euros) en efectivo al interventor estadounidense responsable de la zona centro-sur de Irak, Robert J. Stein Jr., que se hizo fotografiar incluso junto a la pila de billetes.
Stein Jr. es sólo uno de un pequeño grupo de funcionarios estadounidenses que estuvieron en Irak y van a ser acusados de estafa y blanqueo de dinero, según «The Independent».
A pesar de las enormes sumas de dinero que EEUU dedicó a la reconstrucción de Irak desde 2003, apenas se han visto grúas en la capital excepto las dedicadas a la construcción de una nueva embajada estadounidense y las que flanquean una enorme mezquita aún no terminada que comenzó a construirse en la época de Saddam Hussein.
Uno de los pocos signos visibles de la dedicación del Gobierno de EEUU a la infraestructura de Bagdad es la plantación de palmeras y flores en la mediana de las principales carreteras, plantas que luego se arrancan y se sustituyen por otras nuevas unos meses después.
Según «The Independent», los dirigentes iraquíes están convencidos de que el robo o despilfarro de enormes cantidades de dinero de los gobiernos de Washington o Bagdad sólo ha podido ocurrir por la corrupción de funcionarios estadounidenses.
Así, en 2004 y 2005, todo el presupuesto del Ministerio de Defensa iraquí destinado a la compra de armamento se utilizó para la adquisición de helicópteros soviéticos totalmente obsoletos y carros de combate fácilmente perforables por las balas enemigas.
En su momento, se culpó a los iraquíes de ese despilfarro, pero, según el diario, había funcionarios estadounidenses controlando el Ministerio de Defensa, por lo que o bien participaron en ese engaño o demostraron una imperdonable negligencia.
Hasta ahora, los funcionarios norteamericanos han sido acusados sólo de delitos de corrupción de poca monta, pero con frecuencia, dice «The Independent», no se registraba el dinero pagado en efectivo.
Algunos ministros o ex miembros del Gobierno iraquí reconocen la corrupción existente en el mismo. Así, Alí Allawi, ex ministro de Finanzas, afirma que Irak se estaba convirtiendo en algo así como «la antigua Nigeria, en la que se robaban todos los ingresos procedentes del petróleo».
Pero en círculos iraquíes se sospecha de la complicidad de funcionarios estadounidenses en algunos de esos manejos.
Las celebraciones de la Ashura chií vuelven a teñirse de sangre
Nueve personas, entre ellas cuatro peregrinos chiíes y un soldado, murieron ayer en ataques registrados en Irak, indicaron la Policía y fuentes médicas.
En Al-Obeidi, al este de Bagdad, cuatro peregrinos chiíes que volvían de la ciudad santa de Kerbala fallecieron y otros trece resultaron heridos como consecuencia de una bomba que estalló al paso del minibús en el que viajaban.
Los hospitales de Al-Kindi y de Ibn Nafis confirmaron el balance de heridos y fallecidos.
Millones de peregrinos chiíes conmemoraron ayer en Kerbala (a 110 kilómetros al sur de Bagdad) el martirio en 680 de Hussein, nieto del profeta Mahoma. Se trata de la principal celebración de esta rama del Islam.
La conmemoración tuvo lugar bajo una intensa vigilancia para evitar atentados, como ha ocurrido en repetidas ocasiones los años anteriores.
Un poco antes, cuatro personas murieron y otras once resultaron heridas en el barrio popular bagdadí de Medina al-Sadr debido a la explosión de una bomba colocada al paso del minibús en el que viajaban.
La víspera, una persona murió y otras 19 fueron heridas por una bomba cerca de un mercado en el mismo barrio dominado por el movimiento del líder chií Moqtada al-Sadr.
Asimismo, un soldado iraquí falleció al oeste de Mosul, a 370 kilómetros al norte de Bagdad, como consecuencia de la explosión de otra bomba dirigida contra una patrulla del Ejército, indicó la Policía.