Irán renovó hoy acusaciones contra Estados Unidos y Gran Bretaña por provocar tensiones étnicas y religiosas en este país asiático, dos días después de que 23 personas fueron asesinadas en la provincia de Sistán-Baluchistán. El jueves, varias personas que portaban armas, al parecer provenientes de Afganistán, atacaron un convoy en la carretera entre las localidades […]
Irán renovó hoy acusaciones contra Estados Unidos y Gran Bretaña por provocar tensiones étnicas y religiosas en este país asiático, dos días después de que 23 personas fueron asesinadas en la provincia de Sistán-Baluchistán.
El jueves, varias personas que portaban armas, al parecer provenientes de Afganistán, atacaron un convoy en la carretera entre las localidades de Zabol y Zahedan, en aquella provincia oriental.
«Está claro que Estados Unidos y Gran Bretaña están detrás», afirmó el ministro del Interior iraní, Mostapha Pur-Mohammadi. «Funcionarios de seguridad estadunidenses y británicos se reunieron con rebeldes y los empujaron a cometer esos atentados».
Sistán-Baluchistán está habitada mayoritariamente por musulmanes de la facción sunita, pero en el resto de Irán la mayoría es chiíta. Los incidentes entre sunitas y chiítas son frecuentes en esa región.
Otra provincia iraní que también ha sido escenario de atentados en lugares públicos es Khuzistán, de mayoría árabe, y ubicada en el suroeste, fronteriza con Irak.
Pur-Mohammadi reiteró acusaciones hechas por otros funcionarios iraníes en el sentido de que agentes de inteligencia británicos y estadunidenses están detrás de las acciones violentas en Khuzistán, vecina de la provincia iraquí de Basora, bajo control militar de 8 mil soldados británicos desde la invasión de marzo de 2003.
En otro asunto, el periodista Akbar Sandyi fue puesto en libertad después de cumplir una condena de seis años en prisión, acusado por el gobierno de haber realizado «propaganda contra el Estado divino y ofensas al poder estatal».
Sandyi fue perseguido después de haber publicado artículos en que acusó a funcionarios del gobierno central iraní de estar implicados en el asesinato de intelectuales de la oposición política.
El gobierno iraní, en tanto, se mantuvo a la expectativa de las reuniones que sostendrán en Nueva York los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, lunes y martes, con miras a la aprobación de una declaración sobre el programa de desarrollo nuclear de Irán.
El ministro iraní de Relaciones Exteriores, Manuchehr Mottaki, expresó su confianza en que el Consejo de Seguridad adopte «decisiones justas, lógicas y de consenso sobre Irán».
En Isfahan, centro del país, unos 200 eruditos religiosos de 40 países debatieron hoy sobre las caricaturas del profeta Mahoma publicadas en la prensa de Dinamarca, en septiembre pasado.
«Fue una conspiración planeada con antelación para tramar una cruzada y sembrar la discordia entre musulmanes y cristianos», dijo el presidente de la conferencia titulada «Diálogo religioso constructivo: marco para un nuevo orden mundial», Mahmud Mohammedi-Araki.