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Iraq en tiempos del cólera…y de la ocupación

Fuentes: Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos


Bagdad, 17 de octubre de 2008. Con todas las tragedias que la ocupación ha traído a Iraq, lo último que Iraq necesita ahora es una epidemia, la de cólera que se está propagando en gran cantidad de casos. Como es sabido, antes del 9 de abril de 2003 Iraq era uno de los países que estaban libres de epidemias. En 2001 la OMS informó de los países totalmente libres de epidemias (tuberculosis, viruela, sida y cólera) y clasificó a Iraq como país inmune contra las epidemias junto a otros países como Alemania, Gran Bretaña, Estados Unidos y los países escandinavos. Es importante mencionar que entonces Iraq estaba sometido desde hacía 12 años a sanciones económicas.

Curiosamente, tras el 9 de abril de 2003 estas enfermedades y epidemias empezaron a invadir la sociedad y el medio ambiente iraquíes de una manera que no tenía precedentes. En los últimos seis meses el cólera se ha extendido de forma muy evidente y si bien la actitud de los ocupantes es de indiferencia hacia esta tragedia, resulta curioso que también el gobierno iraquí se está comportando de la misma manera e incluso llega a negarlo. Y mientras el cólera se extiende y aterroriza a los iraquíes, el gobierno no mueve un dedo para hacer algo, aparte de declaraciones falsas afirmando que la epidemia está bajo control. La ironía macabra es que por mucho que el gobierno declare que el cólera está bajo control continúan apareciendo nuevos casos en diferentes regiones, especialmente en el sur.

Como es sabido, el cólera se propaga en determinados medios, como pantanos, ríos insalubres, aguas estancadas y servicios abiertos de alcantarillado, además de unos servicios sanitarios deteriorados en general, de falta de agua potable esterilizada y de una mala distribución de la red de cañerías. La mayor parte de la red de distribución de agua está en un estado ruinoso, lo mismo que la del alcantarillado. La mayoría de los contratos para la construcción de estas redes están corrompidos, como todo lo demás en el ministerio de Sanidad y en otros aparatos del gobierno.

Además de ello, los consejos de los gobernorados están controlados por lo que ahora se llama en Iraq los conflictivos «partidos políticos de la ocupación», que protegen a las máximas autoridades sanitarias de toda acusación de fraude.

El primer caso de cólera apareció en Hilla, la capital de la provincia de Babilonia. En un solo día hubo 80 casos de diarrea grave en personas de diferentes edades, aunque la mayoría de ellas eran niños. Dio la casualidad de que en aquel momento se encontraba en uno de los pueblos una organización turca llamada ISPTI que trabaja en el campo de la salud y en la rehabilitación de las plantas de agua. Contaban con un laboratorio móvil y empezaron a proporcionar los primeros auxilios a las personas que padecían diarrea.

Descubrieron que se trataba de cólera y que el porcentaje de casos en relación a la cantidad de población sugería que se trataba de una epidemia. El SPTI solicitó inmediatamente que se aislara la zona y anunció que en ella el agua no era potable debido a que el cloro que se había utilizado para esterilizarla había caducado hacía dos meses [1]. El gobierno iraquí no respondió positivamente al SPTI, así que éste envió su informe a Turquía, donde fue publicado en los medios de comunicación que destaparon el «escándalo».

El director de los comités de salud en el ayuntamiento de Babilonia, Hasan Tofan, confirmó que los informes e informaciones de la organización turca eran correctos y que el número real de casos era mucho mayor en otras zonas de Babilonia. Tofan confirmó también que el cloro utilizado, que había sido importado de Irán, estaba caducado y que el director de Sanidad y el director de la planta de agua de Babilonia eran los responsables de esta catástrofe porque sabían que el cloro estaba caducado, a pesar de lo cual insistieron en que se utilizara. Estas declaraciones se producen en el contexto del conflicto político entre los dos mayores partidos sectarios: Dawa y el Consejo de la Revolución Islámica en Iraq. Mientras que Tofan pertenece a Dawa, el director de Sanidad y el director de la planta de distribución de agua pertenecen al segundo partido.

A partir de aquel momento empezaron a llegar declaraciones de diferentes partes de los gobernorados del sur y de el cauce medio del Éufrates acerca de un número cada vez mayor de casos. Altos cargos del gobierno pertenecientes a ambos partidos empezaron a intercambiar acusaciones de responsabilidades. Tres provincias (Amara, Kut y Qadisiya) declararon que dos meses antes se había extendido la epidemia de cólera en estas zonas. Solicitaron que estas provincias fueran declaradas afectadas por la epidemia. Así pues, si esta tragedia salió a la luz fue únicamente a causa del conflicto de poder entre los «partidos de la ocupación».

A principios de este mes de octubre el gobierno de Iraq anunció que el número de casos de cólera en todo el país era de 460 y que sólo 8 personas habían muerto. Pero otras fuentes confirmadas afirman que los casos ascienden a al menos 904 y que han muerto 84 personas debido al cólera. Los casos se reparten según el siguiente cuadro (obtenido de los departamentos sanitarios en las provincias y contrastado con los correspondientes informes de los departamentos de Salud de Bagdad):

Muertes

Casos

Provincia

8

32

Bagdad

11

74

Basora

12

102

Misan (Amara)

6

85

Najaf

16

92

Babilonia

4

64

Wasit (Kut)

7

59

Quadisiya

5

80

Karbala

2

45

Mothanna

No hay muertes

52

Dhi Qar

4

39

Diala

No hay muertes

28

Nineveh

2

25

Salahadin

9

24

Anbar

3

34

Suleimaniy

No hay muertes

26

Dahuk

1

28

Arbil

No hay muertes

29

Kirkuk

En Amara, que es una zona pantanosa, el número de casos es mayor. Pero estos casos son sólo los registrados por los departamentos de estadística de los hospitales. Muchos otros enfermos murieron en sus casas por motivos desconocidos y sólo después de que se produjera su muerte se conoció el caso. Fuentes de Babilonia solamente afirman que dichos casos ascienden a más de mil.

Curiosamente, en Babilonia el número de casos registrados por el departamento de Salud en los dos últimos meses era de 1562, una cifra muy alta. Si solo una tercera parte de estos casos se deben al cólera, entonces nos encontramos con 520 casos de muertos por el cólera, sin mencionar los casos de los enfermos supervivientes a la enfermedad.

Por otra parte, en el cementerio de Najaf (el mayor de Iraq) normalmente contabiliza entre 40 y 70 muertos al día. En los días en los que hay batallas o enfrentamientos armados la cifra asciende a entre 80 y 120. Pero en los dos últimos meses ascendió hasta entre 110 y 130 muertos al día, una cifra más alta que la de los días en los que hay enfrentamientos violentos, aunque en este periodo no ha habido enfrentamientos armados. Los responsables del cementerio afirman estar sobrecargados de trabajo y necesitar más enterradores. Las familias afirman que tienen que esperar ente 4 y 6 horas para poder enterrar a sus muertos.

El 11 de octubre el ministro de Sanidad, Salih Al-Hasnawi, tenía que enfrentarse a una sesión parlamentaria para responder a las preguntas de los diputados, especialmente a las del Comité de Salud y del Comité de Integridad, debido a su fracaso a la hora de hacer frente a la propagación del cólera. Cuando el ministro de Sanidad llegó a la Zona Verde (donde se encuentran tanto el Parlamento como las instalaciones del gobierno) los guardas de la entrada de seguridad le impidieron la entrada siguiendo órdenes de Sami Al-Askari, consejero del primer ministro Nuri Al-Maliki.

Según fuentes procedentes del sur de Iraq, una de las principales razones de la epidemia de cólera son los productos alimenticios iraníes que invaden los mercados de la mayoría de las provincias, especialmente productos lácteos. El director del Laboratorio Central de Babilonia, Jum’a Abid Onn, afirmó que en especial los productos lácteos iraníes marca DOG no son buenos debido a que contienen una bacteria purulenta en la que se alberga fácilmente el virus del cólera. Por otra parte, al parecer un familiar del gobernador de Babilonia está importando de Irán botellas de agua en malas condiciones procedentes de los Emiratos Árabes y de Bahrain.

Tras esta grave afirmación Jum’a fue despedido inmediatamente de su trabajo y después desapareció. Más tarde su familia encontró su cuerpo en la morgue del Hospital General de Hilla. De hecho, no era la primera vez que Jum’a hacía unas declaraciones desafiando la autoridad del gobernador. Un poco antes había amenazado con sacar a la luz otro caso sospechoso de suministro por parte de Irán de sangre contaminada a los hospitales de Hilla. Jum’a afirmó tener todos los documentos que lo probaban y que exponían los nombres de las personas implicadas en el negocio y cómo habían arrojado la sangre contaminada al río Éufrates.

Por último, una fuente del diario Al-Sabah de Bagdad afirmó que el consejero mediático del primer ministro, Yaseen Majeed, había reunido en su casa en la Zona Verde a los directores de los canales satélite de televisión Al-Iraquiya y Al-Faiha, y a los directores de los periódicos Al-Sabah (el periódico del gobierno), Al-Mu’tamar (perteneciente al grupo Ahmad Al-Chalabi) y Al-Bayan del partido Dawa. Majeed pidió a los periodistas que insistieran en que el gobierno está controlando la epidemia de cólera, está tomando las medidas necesarias para impedir la propagación de esta enfermedad y que todo el escándalo mediático se debe al interés electoral de minar los logros de Al-Maliki, tanto los personales como los de su gobierno.

[1] N. De la t: véase «La corrupción es la causa de los brotes de cólera en todo Iraq»,

Patrick Cockburn, The Independent, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=74190