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Ahora toca ir por los chiíes

Iraq: Otro movimiento táctico peligroso de EEUU

Fuentes: CounterPunch

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Estados Unidos intensifica su guerra en Iraq. A lo largo de casi cuatro años, ha estado luchando contra la comunidad sunní iraquí. Ahora ha empezado a enfrentarse también con los seguidores de Muqtada al-Sadr, el clérigo chií nacionalista que dirige la poderosa milicia del ejército Mahdi.

Esa estrategia va a resultar peligrosa para EEUU. Se arriesga a enajenarse a los chiíes sin ganar a cambio el apoyo de los sunníes. Va a hacer que entre en conflicto con el democráticamente elegido gobierno iraquí en Bagdad, cuyos puntos de vista e intereses Washington ni siquiera visualiza.

El viernes pasado, EEUU y los soldados iraquíes llamaron la puerta del ministro adjunto iraquí de sanidad Hakil al-Zamili, seguidor de Sadr. Fue sacado esposado y se le acusó de estar implicado en la muerte de varios funcionarios gubernamentales en la provincia de Diyala y de desviar dinero al Ejército Mehdi. Los empleados del Ministerio de Sanidad huyeron asustados cuando las tropas asaltaron su sede.

En junio de 2004, EEUU y el Reino Unido devolvieron, con toda solemnidad, la soberanía a un gobierno iraquí. Esa actuación no fue más que un engaño porque el poder real ha permanecido siempre en manos de EEUU. Además, durante las últimas semanas, Washington ha tratado cada vez más al gobierno del Primer Ministro Nuri al-Maliki como un títere insignificante al que ahora se dedica a humillar casi a diario. En el mes de enero, ocho helicópteros estadounidenses llevaron a cabo una redada en Arbil, la capital kurda, en la oficina que Irán abrió allí hace mucho tiempo, arrestando a cinco de sus funcionarios. El Presidente Bush anunció que los iraníes son considerados en Iraq como una amenaza de muerte para el personal estadounidense. Eso parece abrir la puerta a una campaña de asesinatos. El domingo 4 de febrero, los soldados de una unidad de comando iraquí en Bagdad, con fuerte apoyo estadounidense, secuestraron a un diplomático iraní.

Es curioso que la política estadounidense en Iraq sea ahora tan similar a la del partido Baaz que el Presidente Bush solía denunciar con tanto fervor. Ambos, EEUU y el Baaz, ven la no tan escondida mano de Irán tras las milicias y partidos políticos chiíes. En Iraq, el Baaz es con diferencia el partido más anti-iraní.

Desde que EEUU invadió Iraq en 2003, ha tenido que confiar en el apoyo de la alianza chií-kurda. Ha tratado de poner en el poder a los denominados «moderados», políticos iraquíes que dependen de hecho de EEUU pero que ganaron pocos votos en las dos elecciones de 2005.

¿Podría alguna vez EEUU conseguir el apoyo de los sunníes, el 20% de la población iraquí que perdió el poder cuando Saddam Husein cayó en 2003? Eso es lo que hace que las condiciones ofrecidas por Abu Salih al-Yilani, dirigente del ejército sunní, sean tan interesantes. EEUU no va a estar conforme con la petición de retirarse, pero Washington lleva mucho tiempo queriendo abrir un diálogo con la resistencia sunní. (*)

Observando la creciente tendencia anti-chií y anti-iraní en la política de EEUU, puede estar sucediendo que los insurgentes quieran tantear si hay algún terreno común con Washington. El dirigente de la resistencia pide «la disolución del gobierno actual y la revocación de las espurias elecciones y constitución». Fue en esas elecciones en las que los chiíes y los kurdos demostraron que son el 80% de la población. La constitución contempla un Iraq muy federalizado.

En el bastión sunní de Bagdad se teme más a los milicianos chiíes y a los comandos de la policía del Ministerio del Interior que al ejército estadounidense. Los ataques contra este último se han hecho menos frecuentes. Pero el único factor que une a la resistencia sunní es que todos, nacionalistas e islámicos, se oponen a la ocupación estadounidense.

Por el momento, los seguidores de Sadr quieren evitar responder militarmente a la ofensiva estadounidense contra ellos. Confían en que sea valorada como un ataque contra los chiíes como un todo. Diga lo que diga Washington sobre los escuadrones de la muerte del ejército Mahdi, la comunidad chií considera a sus milicianos como su única defensa contra los coches bomba y los suicidas bomba sunníes. En los últimos meses, estos han atacado una y otra vez los atestados mercados chiíes, causando un número espantoso de víctimas. (**)

Oriente Medio se desestabilizó desde que el Presidente Bush invadió Iraq en 2003. Las elecciones legislativas estadounidenses y el informe Baker-Hamilton exigían el comienzo de conversaciones con Irán y Siria como vía para empezar a desactivar la crisis. La oportunidad se esfumó ya. Es muy poco probable que EEUU consiga aplastar al movimiento Sadr, que cuenta con inmenso apoyo entre los millones de chiíes iraquíes. Tampoco hay posibilidad alguna de que EEUU pueda estabilizar Iraq si se dedica al mismo tiempo a desestabilizar a Irán y a Siria.

N. de T.:

(*) En relación con las informaciones aparecidas sobre ese ofrecimiento de negociación por parte de la resistencia sunní, cabe aportar el contenido del comunicado publicado a las 23,04 h. del pasado viernes 9 de febrero en la web Mafkarat al-Islam (www.islammemo.cc/article1.aspx?id=32313), por el que la organización de la Resistencia Iraquí «Las Brigadas de la Revolución de 1920», representada por uno de sus altos comandantes, el Sheij Abu Anmar az-Zawbi’i, declaraba que «esa información era totalmente falsa y una mentira barata que ninguna persona razonable podría creer». Añadió que los integrantes de las Brigadas estaban sorprendidos por la noticia y que nunca traicionarían al resto de las organizaciones militantes de la Resistencia que luchaban contra la ocupación y sus colaboradores, facilitando el siguiente comunicado a Mafkarat al Islam:

«En nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.

‘Si un embustero te lleva noticias, verifícalas’ [Corán, 49.6].

Me gustaría aprovechar la oportunidad que me brinda Mafkarat al-Islam para rechazar la información aparecida en el periódico conocido como «The Independent» proclamando que las Brigadas han acordado condiciones para negociar con el ocupante estadounidense. Declaramos que nuestra opción es la lucha armada y sólo la lucha armada hasta que el ocupante, agotado, sea expulsado por los combates de los muyahedin y los héroes de la Resistencia…»

(**) Véase en Rebelión artículo Akram Abdulrazzaq «¿Quién pone los coches bomba en Iraq»: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=46361

* Patrick Cockburn es autor de «The Occupation: War, resistance and daily life in Iraq», finalista del Premio National Book Critics’ Circle al mejor libro de no ficción de 2006.

Texto original en inglés:
www.counterpunch-org/patrick02102007.html

 

Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión