Dos meses después de que los Estados Unidos entregaran la soberanía de nuevo a Iraq , con la esperanzas puestas en reducir la violencia , más de 110 soldados han muerto y la mayoría del país es territorio hostil. La cantidad de bajas de Estados Unidos desde que comenzó la la guerra el año pasado […]
Dos meses después de que los Estados Unidos entregaran la soberanía de nuevo a Iraq , con la esperanzas puestas en reducir la violencia , más de 110 soldados han muerto y la mayoría del país es territorio hostil. La cantidad de bajas de Estados Unidos desde que comenzó la la guerra el año pasado se está aproximando rápidamente a las 1.000 .
Aunque la atención en las semanas recientes se ha centrado en Najaf, donde las fuerzas de Estados Unidos combatieron contra las milicias shiies, la mayoría de las confrontaciones mortales para las tropas norteamericanas en Iraq han ocurrido en el área de Bagdad y en el así llamado triángulo Sunni , al norte y al oeste.
La concentración de ataques en esas áreas es un recordatorio de que la oposición más feroz y organizada a las fuerzas de Estados Unidos y al gobierno interino apoyado por Estados Unidos , continúa siendo en las ciudades dominadas por los sunníes, como por ejemplo Falluja. A lo largo de toda la nación, las fuerzas de Estados Unidos están siendo atacadas 60 veces por día en promedio, un 20% más que en el período de tres meses anterior a la entrega de soberanía.
La ocupación de Iraq ha terminado técnicamente, pero una fuerza multinacional de más de 150.000 soldados comandada por los Estados Unidos todavía está allí, con la tarea de dar seguridad al gobierno novato. Las pintadas denunciando la ocupación indican que los insurrectos ven poco cambio acerca de quién es su enemigo : las tropas de Estados Unidos y sus aliados iraquíes .
Con las fuerzas iraquíes de seguridad, todavía en gran parte en período de entrenamiento, las fuerzas de Estados Unidos continúan con incursiones y patrullando en muchas áreas, manteniendo una presencia muy visible especialmente en los caminos. Retirarse a las bases ahora, dicen los comandantes, abriría la puerta a más caos y violencia.
Aunque las autoridades de Estados Unidos no esperaron que las muertes disminuyeran drásticamente inmediatamente después de la transferencia de poder del 28 de junio , los funcionarios americanos, iraquíes e internacionales expresaron su optimismo al decir que restaurando la soberanía y terminando oficialmente la ocupación de Estados Unidos , se contendría la violencia .
«Esperamos que éste vaya a ser un real principio , y que los que se están oponiendo a la ocupación ahora considerarán esa oposición como no más necesaria » , dijo el día de la transferencia Lakhdar Brahimi , el enviado de la ONU que ayudó a la elección del gobierno interino.»
Pero muchos de los agravios que han alimentado la insurrección, tal como la presencia de las tropas de Estados Unidos y la lentitud de la reconstrucción, permanecen. El número de combatientes , incluyendo leales del presidente anterior Saddam Hussein, militantes religiosos y otros lo bastante descontentos como para agarrar un arma o poner una bomba, no muestra ningun signo de disminuir.
«Había un gobierno en Vietnam del sur todos esos años, y perdimos a muchos de nuestra gente allí,» dice el Col. Dana Pittard de la 1ra división de infantería de Estados Unidos en Baqubah, una zona de conflicto al noreste de la capital .
Nada más que en agosto,han muerto 63 soldados estadounidenses mientras que en julio la cifra fue de 54. En junio, 42 soldados norteamericanas murieron, según Associated Press y el Pentágono.
Ni julio ni agosto estuvieron cerca de la cifra de muertes de abril y de mayo – 135 y 80 soldados respectivamente. No obstante, julio y agosto figuran entre los meses más mortales para las fuerzas de Estados Unidos en Iraq este año.
En total, 974 soldados de Estados Unidos han muerto en Iraq hasta este lunes , la gran mayoría – 836 – desde que el presidente Bush declaró el fin de los combates importantes el 1 de mayo del año pasado.de mayo, dijo el Pentágono . Cerca de 6.500 han sido heridos . Desde enero, la mayoría de ataques contra las fuerzas de Estados Unidos ha sido en forma de «fuego indirecto»- como por ejemplo ataques con morteros y cohetes – junto con bombas caseras situadas en el borde de la carretera.
No hay una cifra exacta de muertes de civiles iraquíes, pero unos gruesos cálculos hablan de 10.000 . El número de muertos militares iraquíes estaría entre 5.000 a 6.000, según las estimaciones citadas por Reuters.
«Hay municiones por todo el país, remanentes de la era de Saddam,» dijo el brigadier de la fuerza aérea. Gen. Erv Lessel, director de las operaciones para las fuerzas multinacionales. «Por lo tanto, usted no puede esperar limpiar el país de todas sus armas en un mes o dos.»
Aunque los ataques diarios están aumentando , continúa la discusión acerca de si la insurgencia armada está creciendo. Los funcionarios de Estados Unidos se han quedado con la estimación del año pasado de que el número del núcleo duro de los insurrectos está entre 4.000 y 6.000, un cálculo que otros consideran bajo. Los militares han arrestado a más de 40.000 sospechoso de pertenecer a la insurgencia , la mayoría de los cuales ya han sido liberados .
«Estamos perdiendo más gente porque la resistencia nos está disparando más,» dijo Michael O’Hanlon, analista militar de la institución Brookings en Washington , la cual apoyó la decisión de ir a la guerra . «Nos están golpeando duro y en todas partes .La razón por la que son más eficaces es porque tienen a más gente disparando sobre nosotros.»
Pittard en Baqubah, como muchos comandantes de campo, es abiertamente escéptico de las estimaciones oficiales de Estados Unidos acerca del tamaño de la insurrección. Él pone el núcleo duro en cerca de una mitad del 1% de la población iraquí de 24 millones o sea cerca de 120.000.
La lucha en Iraq se ha desarrollado en etapas , pues los insurrectos han recurrido a técnicas diversas y a menudo audaces. La etapa de la soberanía ha visto una ola de secuestros de rehenes extranjeros y de intentos de asesinato.
Los esfuerzos para matar a oficiales del gobierno son tan frecuentes que el primer ministro Iyad Allawi comentó la semana pasada acerca de los mensajes amenazadores que él recibe a diario. «Cada día es una amenaza,» dijo. «Una de ellas puede tener éxito.»
Los ministros del gobierno deben viajar con guardaespaldasy variar sus rutas a diario. El gobierno sí mismo se reune dentro de la zona Verde , fuertemente fortificada en el centro de Bagdad , protegida por los tanques de Estados Unidos y por nidos de ametralladora.
Los civiles iraquíes están sufriendo de forma trágica la violencia, muriendo por los bombardeos y otros ataques dirigidos a los puestos avanzados de los funcionarios y de la policía.
Las tres semanas de combate intermitente en Najaf con los militante de Shiitas en donde murieron por lo menos 10 soldados estadounidenses, contribuyeron para aumentar la cifra de muertos de Estados Unidos junto con el incremento de los ataque diarios.
«No hay que ser insensible, pero esto es una guerra. La gente sufre daños » «dijo comandante Douglas Ollivant, oficial de operaciones del 1r batallón del ejército, 5to regimiento de caballería en Najaf. «Una vez que usted comienza una guerra, usted no sabe adónde va a terminar.»
El hecho de las batallas de Najaf no provocaran otras sublevaciones en otras áreas del país – como sucedió durante los combates en Falluja y otras partes en abril – es visto por algunos como un signo esperanzador. «La gente en Najaf, la gente alrededor del país, se ha cansado más y más de la insurgencia y de las matanzas,» dijo Lessel .
Muqtada Sadr, el clérigo militante Shiita cuyas fuerzas lucharon contra Estados Unidos en Najaf, ha ordenado la semana pasada a su milicia salir de la ciudad y ha pedido a todos sus partidarios armados que dejen de luchar mientras que su grupo hace planes para participar en el proceso político que emerge de Iraq. No obstante, muchas de las esperanzas que despertó Estados Unidos entre la mayoría shií de Iraq se han evaporado.
Los esfuerzos de Allawi de ofrecer amnistía a los antiguos combatientes y a los actuales, no ha sido bien recibida por los insurgentes sunníes.
El Triángulo Sunni – más exactamente una vasta medialuna que se extiende desde Bagdad hacia el norte y el oeste – sigue siendo un bastión para la insurgencia armada opuesta a la coalición liderada por los Estados Unidos. La ciudad de Samarra, al norte de Bagdad, se ha unido a Falluja siendo una zona hostil para las tropas norteamericanas y unn santuario para los insurgentes.
La violencia periódica continúa en Ramadi, Baqubah y otras áreas dominadas por los sunníes . En la ciudad norteña de Mosul – una plaza fuerte del partido Baath de Hussein anunciada como una historia del éxito de la ocupación – hay ataques casi diarios y bombardeos frecuentes.
Las fuerzas iraquíes de seguridad, aunque numerosas – suman cerca de 240.000- están todavía en gran parte en la etapa de entrenamiento, y no hay previsiones posibles acerca de cuando su actuación pueda facilitar una retirada estadounidense..
Los comandantes de Estados Unidos esperan que la mayoría del país esté bajo «control local» – cuyo significado es que las fuerzas iraquíes lleven sobre sus hombros la mayoría de la carga de la seguridad – hacia enero, fecha de las próximas elecciones.
«Por supuesto, la esperanza es poner a los iraquíes en el frente» – no estamos todavía ahí -«, dijo un mayor del ejército en Washington. «Eso va a tomar un tiempo realmente largo.»
Traducido para Resumen Latinoamericano por el Profesor Avompla