Traducido para Rebelión por Germán Leyens
Un reciente correo de [email protected] (iraq survey group. military), en el que comenta nuestro último artículo: «Torture Inc.: Oliver North Joins the Party», [en Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=604 – Tortura S.A. Oliver North llegó a la fiesta] dice: «Trabajo para una de las compañías que ustedes mencionaron en su artículo y corresponde a su título. Ustedes no son más que celosos e ignorantes. Ustedes dos son unos malditos imbéciles y su artículo está lleno de mierda. La libertad de expresión es una maravilla ¿no es cierto?». Por cierto, así es, pero nos intrigó el que uno de los contratistas de defensa que nombramos en nuestro último artículo [CACI, ZKD, Calnet, USIS, United Placements, Design Staffing] utilice el correo electrónico del Iraq Survey Group (ISG) de las fuerzas armadas de EE.UU. para expresar su punto de vista. Así que examinamos un poco más de cerca la carta del ISG y los personajes que lo manejan.
El general de división Keith Dayton, U.S. Army, fue director del ISG, un organismo de 1.400 personas con base en Bagdad y operaciones en Qatar, Kuwait y Washington, DC. Para el público, la misión del ISG es buscar las nebulosas armas de destrucción masiva de Irak (ADM), pero un examen más estricto del ISG revela que es un instrumento de inteligencia del secretario de defensa Donald Rumsfeld. Según el hijo predilecto de Rumsfeld, el secretario adjunto de defensa para inteligencia, Stephen Cambone, el ISG es una unidad de combate e inteligencia que informa directamente «al secretario de defensa y el producto de su trabajo va al director de Inteligencia Central». Según Seymour Hersh, la reputación de Cambone es tan mala que un general de tres estrellas en servicio activo indicó que si el Pentágono fuera invadido por el enemigo, usaría su última bala contra Cambone. El ISG y Dayton han estado implicados en el vergonzoso escándalo del Torturegate en Abu Ghraib.
Y como la operación de fusión de inteligencia del ISG está ubicada en Washington, DC, quiere decir que las manos de Rumsfeld están sucias. También hay que trazar una línea clara entre el ISG y la Oficina de Planes Especiales / Oficina de Asuntos del Norte del Golfo del subsecretario para planes y política Douglas Feith (se ha especulado que tiene la doble ciudadanía EE.UU.-Israel como Dov Zakheim). Feith creó la desinformación sobre las ADM iraquíes y luego Rumsfeld/Cambone utilizaron la tortura para obtener falsas confesiones y afirmaciones exageradas bajo extrema presión. Es una táctica que el comandante de la SS, Heinrich Himmler y el jefe del KGB soviético, Lavrenti Beria, practicaron tan bien respectivamente en Alemania y la URSS. Nadie afirma que EE.UU. e Israel lleguen al nivel de los torturadores nazis y soviéticos, pero, todavía es demasiado temprano para decirlo.
En una conferencia de prensa del 30 de mayo de 2003, Cambone presentó a Dayton al dócil cuerpo de prensa de EE.UU. Se prestó poca atención al hecho de que Dayton no es un militar con las botas puestas, sino un operativo político, endurecido en la batalla de las intrigas bizantinas de la capital que enfrentan a la burocracia con los funcionarios elegidos, y a los militares contra sus amos civiles. En esa conferencia de prensa, Dayton expresó su confianza en que se encontrarían ADM (la sorpresa para la elección de 2004 será probablemente que se descubran ADM en el fondo de un lago cerca de Bagdad).
Tortura por el Bien Común
Dayton sirvió como director del Servicio de Defensa HUMINT (HUMINT=inteligencia humana) dentro de la Agencia de Inteligencia de la Defensa. También fue un operativo político-militar, agregado de defensa en Moscú, y pasó un cierto tiempo en el Consejo de Relaciones Exteriores donde trabajó en asuntos relacionados con el control de armamentos. Según el New York Times, «el general de división Keith Dayton de la DIA tuvo la responsabilidad primordial por el interrogatorio de prisioneros iraquíes identificados como objetivos de alto valor. Empleados de la CIA habrían probablemente participado en ciertos interrogatorios, según expertos de la inteligencia. Un funcionario de la CIA declaró al New York Times que la agencia estuvo involucrada en el interrogatorio de no más de dos docenas de individuos en Abu Ghraib entre septiembre y diciembre de 2003″. Y esa cita provino de sus antiguos compinches en el Consejo de Relaciones Exteriores.
El hecho no puede sorprender, porque en mayo de 2003 Dayton indicó que el trabajo del ISG incluye la explotación y la interrogación. «El ISG recolectará y utilizará documentos y medios relacionados con el terrorismo, los crímenes de guerra, prisioneros de guerra, y MIA [siglas en inglés para desaparecidos en acción], y otras cosas relacionadas con el antiguo régimen iraquí. Interrogará y pedirá informes a individuos, tanto hostiles como amigos, y explotará el material capturado. El objetivo es reunirlo todo en lo que parece ser un rompecabezas muy complejo. El esfuerzo principal será en Irak y la central estará en Bagdad. Esta operación de recolección incluirá un centro conjunto de interrogación e informe de misiones, un centro conjunto de explotación de materiales, equipos de apoyo de inteligencia química y biológica y el centro de operación del ISG. El principal esfuerzo analítico estará ubicado junto con CENTCOM; como lo estará el centro de procesamiento combinado de medios. Además, el ISG va a tener elementos de relación con CJTF-7 [siglas en inglés de Comandante del Equipo Operativo Conjunto 7] en Kuwait y con otras agencias del gobierno de EE.UU. dentro de Irak. Y finalmente, el centro de fusión de inteligencia estará aquí en Washington, DC. Y todos estarán vinculados electrónicamente».
Casualmente, Dayton dejó el ISG el 7 de diciembre de 2004, después de que el «centro de fusión de inteligencia» del ISG, la operación paralela de inteligencia de Rumsfeld y Cambone, supo que el escándalo de Torturegate iba a estallar y que su hombre, Dayton, estaba implicado. Gracias a humanrightsfirst.org, las 24 instalaciones de detención de Rumsfeld utilizadas en la «Guerra Global contra el Terror» – incluyendo sitios en Irak, Pakistán, Afganistán, Jordania y a bordo de buques de guerra de la Armada de EE.UU. como el USS Bataan – fueron denunciados y se demostró que la administración Bush es bien capaz de dirigir Gulags de estilo soviético.
Se busca un doctor Mengele estadounidense
El 30 de marzo de 2004, Charles Duelfer, director de Inteligencia Central, asesor especial para programas de destrucción de ADM iraquíes – la nueva pista civil para el ISG – indicó que el ISG tenía que esforzarse más por extraer información de iraquíes sospechados de ser especialistas de ADM, basándose en la lógica de que habían sido entrenados para que no hablaran de ellas. Duelfer es un experto interno del Centro Woodrow Wilson de Expertos Internacionales en Washington, que es dirigido por el antiguo representante demócrata Lee Hamilton, co-presidente de la Comisión del 11-S. De 1993 a 2000, Duelfer fue vicepresidente ejecutivo de la Comisión Especial de la ONU para Irak (UNSCOM). El equipo de UNSCOM fue retirado de Irak en 1998 después de que aparecieran informes de que el equipo se había desviado de su carta para encontrar ADM y que estaba implicado en espionaje contra las comunicaciones del gobierno iraquí por cuenta de agencias de espionaje de EE.UU. La búsqueda de evidencia física de las ADM fue anulada por Duelfer con el nuevo enfoque hacia intención-de-construir. «Llegué el 12 de febrero de 2004. Me he esforzado por refinar la estrategia del ISG en las semanas desde entonces. En sus términos más simples, mi estrategia es determinar las intenciones del régimen en todas las actividades que han sido sacadas a la luz por ISG. Las personas con las que tenemos que hablar han pasado todas sus vidas profesionales siendo entrenadas para no hablar sobre las ADM. La mayoría de los del ISG no son expertos sobre Irak, y no tienen una amplia experiencia en los tipos de operaciones de investigación y de análisis que se les está pidiendo que emprendan».
Los probables reclutas de Rumsfeld
«Operaciones de investigación» no es más que otra expresión para la tortura de una población no-blanca. La mayoría de los estadounidenses se horroriza por la tortura de otros seres humanos y, por suerte, eso significa que va a ser difícil encontrar a alguien con la «amplia experiencia» requerida para extraer información de un profesional práctico de ADM. Sin embargo, en vista de la despistada ansiedad de los estadounidenses de que el diablo vaya a atraparlos, es fácil pensar en el más pesadillesco de los guiones. Uno sólo puede imaginar que el ISG y sus contratistas de la defensa están reclutando fuertemente en esa minoría de estadounidenses que puebla la despreciable Naciones Arias y otros grupos supremacistas blancos como el Ku Klux Klan, que brincarían ante la posibilidad de torturas a no-blancos. Y, no es sorprendente, su número aumenta.
Según el Centro Legal de la Pobreza del Sur: «Inflada por los crecientes grupos de Skinhead y Klan, la derecha radical estadounidense vivió algo como una resurrección el año pasado, después de un tumultuoso período que presenció la destrucción o el truncamiento de algunos de los principales grupos de odio del país. A fines de 2003, la cantidad de grupos de skinheads racistas se había duplicado en comparación con el año anterior. La neonazi Naciones Arias, a pesar de haber perdido su complejo en Idaho, se vanaglorió de tener 11 nuevas secciones. Un recién llegado a la escena, Revolución Blanca, de Arkansas, había ganado considerablemente en poderío y parece destinado a seguir creciendo. Varios nuevos grupos del Klan han aparecido y la actividad del Klan es significativa». También informaron que la cantidad de «sitios de odio en la red» ha aumentado en un seis por ciento.
La reserva potencial de reclutamiento en EE.UU. entre las organizaciones racistas estadounidenses, incitadas por George Bush y muchos ideólogos de la «tierra santa» estadounidense que están en el poder en Washington DC. , es una pesadilla. ¡La propaganda medieval de la Cruzada sigue vendiendo! A eso hay que agregar que la constante propaganda de que «las demás razas odian nuestro modo de vida» (será que quieren cobrar un precio justo por el petróleo) que vomitan los medios noticiosos de EE.UU. y la demencia de la visión del mundo de Rumsfeld (hay que imaginar la idiotez de un Rumsfeld que puede maravillarse de que los soldados de EE.UU. tengan cámaras digitales y de que si él está de pie durante 8 o 10 horas al día, ¿porqué no van a poder hacerlo los prisioneros? – lleva a preguntarse lo que pasa con su relación con la realidad. Lo mismo ocurre en el departamento de defensa.
Evidencia reciente presentada por la general Janis Karpinski, ONGs y periodistas de investigación, indican que puede haber interrogadores israelíes en actividad en los centros de detención iraquíes. Pero el gobierno de Israel ha declarado que todo israelí que esté en Irak lo hace por su propia cuenta. Nos sentimos inclinados a creerle hasta cierto punto. El problema es que esto hace que amenace el fantasma de que xenófobos anti-árabes israelíes, incluyendo a miembros de los grupos terroristas Kach y Kahane Chai, estén participando sea como torturadores por cuenta propia en Irak o como parte de una operación paralela de inteligencia – separada del Mossad – manejada desde la oficina de Ariel Sharon. Ellos, como sus homólogos estadounidenses, son excelentes reclutas. La parte aterradora es que ningún gobierno puede controlarlos – o, tal vez, no quiera verse implicado.
Por desgracia, el tema de la legalidad de la operación personal de inteligencia de Rumsfeld en Torturegate, y todas sus conexiones, ha recibido un interés tangencial del Congreso y de los medios de EE.UU. Pero, a medida que sale a la luz más evidencia de la naturaleza ilegal de las operaciones del Pentágono y de sus asociados, existe una necesidad evidente de que el Tribunal Penal Internacional realice su propia investigación sobre el papel de la operación alternativa de inteligencia de Rumsfeld en la práctica de abusos contra los derechos humanos en Irak y otros sitios en el mundo.
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John Stanton es un escritor de Virginia especializado en asuntos de seguridad nacional y de política. Es autor del próximo libro «A Power, But Not Super.» Su correo es_ [email protected].
Wayne Madsen es un periodista de investigación y columnista de Washington DC. Sirvió en la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) durante la administración Reagan y escribió la introducción de «Forbidden Truth». Es co-autor, con John Stanton de «America’s Nightmare: The Presidency of George Bush II.» Su próximo libro es: «Jaded Tasks: Big Oil, Black Ops, and Brass Plates.»
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