El Ejército y la Inteligencia de Israel han enviado efectivos a las áreas kurdas de Irán, Siria e Irak para, mediante el apoyo y entrenamiento secretos a los grupos independentistas kurdos, establecer bases militares que le permitan controlar la región, según informa hoy la revista ‘The New Yorker’ en un artículo firmado por el mismo […]
El Ejército y la Inteligencia de Israel han enviado efectivos a las áreas kurdas de Irán, Siria e Irak para, mediante el apoyo y entrenamiento secretos a los grupos independentistas kurdos, establecer bases militares que le permitan controlar la región, según informa hoy la revista ‘The New Yorker’ en un artículo firmado por el mismo periodista que desveló el escándalo de los malos tratos y torturas en la prisión iraquí de Abu Ghraib, el ganador del Premio Pulitzer Seymour Hersh.
A partir de fuentes anónimas de la Inteligencia de Israel, Estados Unidos y Turquía, Hersh afirma en su artículo que el objetivo de Israel es poner en marcha una fuerza militar kurda que combata e las milicias chiíes y establezca una base en Irán desde la que pueda espiar el supuesto programa nuclear de Teherán.
«Israel ha apoyado siempre a los kurdos como parte de un plan maquiavélico contra Sadam Husein», declaró un antiguo responsable de la Inteligencia israelí a ‘The New Yorker’. «Esta es la ‘Realpolitik'», afirma el antiguo oficial israelí. «Aliándose con los kurdos, Israel obtiene ojos y oídos en Irán, Irak y Siria. La pregunta crítica es cuál sería la actitud de Irán si hubiera un Kurdistán independiente con estrechas relaciones con Israel. Irán no quiere una base aérea israelí en su frontera», añadió.
Aparte, con su apoyo a los separatistas kurdos, Israel podría poner en peligro su alianza con Turquía y minar los intentos de estabilizar Irak. «Si se llegase a un Irak dividido, habría más sangre, lágrimas y daños en Oriente Próximo», afirmó a Hersh un alto oficial turco.
Por su parte, ‘Intel Brief’, un órgano de prensa publicado por la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), advirtió a principios de este mes de que las acciones de Israel están aumentando la tensión en sus relaciones con Turquía, ya de por sí deterioradas a causa de la guerra de Irak. «Los turcos están cada vez más preocupados por los apoyos a las ambiciones kurdas de crear un Estado independiente», señala el boletín.
Según Hersh, Israel decidió aumentar su papel en Kurdistán el pasado verano, después de que quedara claro que la invasión estadounidense de Irak había resultado un fracaso y por el temor a que el consiguiente caos pudiese reforzar a Irán, cuyo posible programa nuclear preocupa especialmente a Israel.