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La historia no contada del hombre que Estados Unidos quiere promocionar como defensor de los derechos humanos en Iraq

Iyad Allawi: ‘Un hombre de las tinieblas’

Fuentes: GlobalResearch.ca

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

En desarrollos recientes, los medios de comunicación dominantes en EEUU y Gran Bretaña han estado promocionando a Iyad Allawi como defensor de los «derechos humanos». Este nuevo giro coincide con la estrategia de Bush y Blair de resucitar a Allawi como «la mejor esperanza» en las ilegítimas elecciones del 15 de diciembre. A pesar de su bien conocida impopularidad entre los iraquíes, se ha dado ya el disparo de salida a la propaganda para su campaña electoral. Un examen cuidadoso de esta estrategia revela que EEUU y Gran Bretaña siguen en pos de la putrefacta política imperialista que sirve a sus propios intereses a costa del pueblo iraquí.

Es esencial hacer un breve repaso a la carrera política de Allawi. El Dr. Haifa al-Azawi, un ginecólogo que vive en California con ciudadanía estadounidense y que fue al colegio en Bagdad con Allawi, durante la década de los sesenta del pasado siglo, le recordaba como un hombre grande y fornido. El dirigente de la unión del partido Baaz, que blandía una pistola que llevaba al cinto cada dos por tres aterrorizando a los estudiantes de medicina, era un mal estudiante que prefería pasar en el patio su jornada en el colegio o también asaltando a las estudiantes en su camino de regreso a casa. Su título de médico es fraudulento y le fue concedido por el partido Baaz poco después de que se amañara para él una beca de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que le permitió ir a Inglaterra a estudiar salud pública acompañado de su esposa cristiana, de la cual se deshizo más tarde para casarse con una musulmana. En Inglaterra siguió siendo un mal estudiante que visitaba la embajada iraquí a fines de mes para recoger su salario como representante del partido Baaz. Según su primera mujer y los familiares de ésta, pasaba el tiempo tratando con asesinos que hacían trabajos sucios para el gobierno iraquí, hasta que esa situación pasó y terminó convirtiéndose en un objetivo para ellos. No era extraño en Iraq, durante el gobierno del partido Baaz, que se concedieran favores especiales a quienes decidían servir a su programa.

Después de perder las simpatías de Sadam, Allawi se exilió en Londres, donde estuvo relacionándose con el servicio de inteligencia británico MI-6 durante la década de los ochenta y, de vez en cuando, entraba también en contactos con la CIA. Allawi y Chalabi están emparentados por sus respectivos matrimonios y han sido descritos por los medios occidentales como «rivales y aliados, alternativamente». Sin embargo, la realidad es que los dos han sido siempre aliados y no hay pruebas de rivalidad. Chalabi tuvo un amargo desencuentro con la CIA en los años noventa, sin embargo, estrechó relaciones con el Pentágono. Mientras, Allawi y su Acuerdo Nacional Iraquí (INA, en sus siglas en inglés)

-uno entre los varios escuadrones de la muerte creados por la CIA y el MI-6 británico- establecían sólidas relaciones con la CIA, el Departamento de Estado y el MI-6. (Volveré más tarde al tema de los escuadrones de la muerte).

En 1991, Allawi y Salih Omar Ali Al-Tikriti fundaron el INA en oposición al partido Baaz de Sadam. Ambos eran ex baazistas y anteriores partidarios del régimen de Sadam. Salih Al-Tikriti era considerado un indeseable por EEUU. El INA, constituido por antiguos baazistas desilusionados que provenían de las áreas militar y de seguridad, con el apoyo de la CIA, el MI-6 y el Mossad israelí, instigó un golpe de estado dentro del ejército iraquí, pero Sadam no era estúpido y el intento terminó desastrosamente. En Londres, la tarea de Allawi consistía en vigilar a los estudiantes iraquíes desafectos al régimen que estudiaban en el Reino Unido. Después de trasladarse a Londres en 1971 como estudiante de medicina, estuvo recibiendo pagos de la embajada de Iraq allí. Los agentes de la CIA afirmaron que Allawi «había trabajado como asesino para Sadam en Europa, matando a los estudiantes iraquíes que disentían del régimen antes de su propia deserción». Se afirmó también que no salió del partido Baaz hasta 1975 y que escapó de un intento de asesinato en 1978.

Un informe en The New York Times describía al INA como «organización terrorista». «En los primeros años de la década de los noventa, el INA envió agentes a Bagdad, bajo la dirección de la CIA, a poner bombas y sabotear instalaciones del gobierno», declararon varios antiguos funcionarios de inteligencia, «También pusieron bombas en salas de cine y autobuses escolares llenos de niños». Además, informaba el Times: «En 1996, Amneh al-Khadami, que se describía a sí mismo como jefe de los que fabricaban bombas para el INA y que tenía su base de acción en Sulaimaniya, en el norte de Iraq, grabó una cinta de vídeo en la que hablaba de la campaña de bombas y se quejaba de que les estaban recortando el dinero y los suministros. Dos antiguos oficiales de inteligencia confirmaron la existencia de esa cinta de vídeo. «Volamos un coche, y se suponía que tenían que darnos 2.000$, pero sólo conseguimos 1.000$», declaró supuestamente Khadami a The Independent en 1997.



En Washington y Londres, Allawi tiene buenas conexiones, pero en Iraq todo el mundo desconfía de él. El pasado año se orquestó en Washington, no en Bagdad, una amplia campaña de prensa para conseguir apoyos que parecía en realidad una operación de sobornos. Danielle Pletka, una analista de derechas del conservador American Enterprise Institute, un think tank de Washington, dijo: «Fue un esfuerzo para lograr influencias y fue dinero bien gastado. Allawi ha tenido claro siempre, y en muchos sentidos no se equivoca, que no necesita una circunscripción electoral en Iraq mientras tenga una en Washington», añadió Pletka.



Según el informe de Jim Drinkard de USA Today: «Los archivos de los lobbys muestran que la firma legal de Preston Gates Ellis &Rouvelas Meeds y la firma de relaciones públicas de Nueva York de Brown Lloyd James se enzarzaron en un frenesí de contactos en nombre de Allawi a comienzos del pasado octubre. La mayoría de esos contactos pretendían fijar encuentros con miembros influyentes del Congreso y sus gabinetes, con funcionarios de la administración, think tanks y periodistas». El dinero lo pagó un acaudalado iraquí expatriado en Londres.



Desde el principio de la ocupación estadounidense de Iraq, Allawi y Chalabi fueron nombrados para el Consejo de Gobierno de Iraq (IGC, en sus siglas en inglés). Allawi se encargaba de supervisar el comité de seguridad del mismo. Su misión era reclutar a los miembros del nuevo ejército, de la policía y del servicio de inteligencia, un puesto que desempeñaba con Sadam. Allawi era entonces miembro de Hunein, un aparato de seguridad encabezado por Sadam Husein. Recientemente admitió que se ha opuesto siempre a la ‘purga de miembros del partido Baaz’ de sus puestos en el gobierno anterior.



Tras el denominado «traspaso de soberanía» a los iraquíes, Allawi fue nombrado «Primer Ministro» del Gobierno Interino Iraquí (IIG, en sus siglas en inglés) por el procónsul estadounidense Paul Bremer. La elección de Iyad Allawi como «Primer Ministro» de Iraq fue presentada por EEUU ante la ONU y ante el pueblo iraquí como un hecho consumado. Era más un candidato de EEUU que de la ONU o de los mismos iraquíes. «Cuando hemos escuchado hoy las noticias, hemos pensado que el IGC había atracado el proceso [político]», dijo un antiguo funcionario de la ONU. Lakhdar Brahimi, el Enviado Especial de la ONU en Iraq dimitió como consecuencia de su fracaso ante la imposibilidad de enfrentarse a EEUU y demostrar alguna credibilidad [de la Organización] en Iraq.



La elección de Allawi y sus estrechos vínculos con EEUU se impusieron en un país donde ha ido creciendo la hostilidad hacia la presencia estadounidense en la casi totalidad de la población. Encuestas recientes de opinión revelan que Allawi cuenta con un 5% de apoyos entre los iraquíes, justo por debajo del presidente (Ghazi al-Yawar), que alcanza un nivel de aprobación del 7%. Según una encuesta dirigida por el Centro Iraquí para Investigación y Estudios Estratégicos, en mayo de 2004, de entre 17 importantes dirigentes iraquíes religiosos y políticos, Allawi se clasificó en el puesto dieciséis. Detrás de él, el último, estaba al-Yawar, que fue nombrado «presidente» del IIG el 1 de junio de 2004. En las amañadas elecciones del 15 de enero último, incluso con el masivo apoyo de los medios dominantes de EEUU y Reino Unido tanto dentro como fuera de Iraq, Allawi sólo pudo cosechar el 14% de los votos. La impopularidad de Allawi es debida a su pasado violento como «perro de presa» y a sus conexiones con el MI-6, la CIA y el Mossad israelí.



Desde sus primeros días como «Primer Ministro» interino nombrado por EEUU, Allawi fue aumentando de forma deliberada la violencia contra el pueblo iraquí. En agosto de 2004, las fuerzas [de ocupación] estadounidenses atacaron salvajemente la ciudad santa musulmana de Nayaf. No hubo testigos de las atrocidades: a los pocos periodistas que había en Nayaf se les ordenó que se fueran o se arriesgaban a ser arrestados. Los indiscriminados ataques mataron a miles de iraquíes inocentes. La ciudad antigua de 600.000 habitantes fue destruida a conciencia. Allawi jugó un papel importante en la propaganda de la justificación de los crímenes estadounidenses contra el pueblo de Nayaf. A pesar de la tremenda atrocidad sufrida, decenas de miles de iraquíes desafiaron a Allawi y se concentraron en las ciudades iraquíes, incluida Nayaf, para condenar la masacre y manifestar su apoyo a la resistencia iraquí.



En noviembre de 2004, Allawi afirmó que había «dado luz verde» a las fuerzas estadounidenses para atacar Faluya. La ciudad fue ferozmente atacada con bombas químicas, bombas de fuego (bombas de fuel en el aire), napalm y otras armas no convencionales (armas de destrucción masiva) y fue completamente destruida. Faluya fue un crimen de guerra cometido en grave violación de las Convenciones de Ginebra y el derecho internacional. Los 300.000 habitantes de la ciudad entera siguen viviendo desplazados como refugiados. Esos ataques criminales demostraron que Allawi era una bestia criminal creada por Occidente.



Como la ocupación continua, el INA de Allawi y otros escuadrones de la muerte -creados y entrenados por EEUU, Gran Bretaña e Israel- han adoptado tácticas propias de la Gestapo para aterrorizar al pueblo iraquí en nombre de sus amos. Torturar y asesinar no sólo a miembros inocentes del régimen anterior, sino también a importantes dirigentes de la oposición iraquí, académicos y profesionales iraquíes. Están eliminando a cualquiera del que sospechen que pertenece a la resistencia. «Cientos de informes de asesinatos y secuestros han aparecido en las últimas semanas, la mayor parte presentados por civiles sunníes, que alegan que hombres iraquíes de uniforme se llevaron a sus familiares sin explicación o mandato judicial alguno», informó el corresponsal del New York Times, Dexter Filkins, desde Bagdad. «Se han encontrado los cuerpos de varones sunníes en fosas y campos, con agujeros de bala en las sienes, con quemaduras de ácido en la piel y con agujeros en los cuerpos hechos al parecer con taladros eléctricos», escribe Filkins. Uno de esos escuadrones de la muerte es una fuerza de comando conocida por los iraquíes como ‘Maghawir’, que ha sido muy utilizada bajo la administración interina de Iyad Allawi.



Los Angeles Time informaban que: «La morgue de Bagdad declara que les están llegando docenas de cuerpos de forma simultánea y a un ritmo semanal, incluyendo montones de cadáveres con las muñecas atadas con esposas que utiliza la policía». Estos actos criminales son el «producto deliberado de la cuidadosamente trabajada y eficientemente manejada estrategia estadounidense-sionista» con el único propósito de desintegrar Iraq y destruir la unidad de la sociedad iraquí. Además, hay cientos de miles de prisioneros y detenidos iraquíes pudriéndose en innumerables prisiones controladas por las fuerzas de EEUU y el gobierno títere. Son sometidos a abusos, torturados salvajemente, asesinados y hechos desaparecer. El «nuevo» Iraq no es más que un racimo de prisiones en el interior de una gran prisión, desprovisto de «democracia», de «libertad» y de los «derechos humanos» restantes, que EEUU está utilizando como vehículo para extender la guerra y el terror.



Informes independientes sobre la creación de los escuadrones de la muerte realizados por los periodistas de investigación Ak Gupta del NUC Independent Media Center (Indypendent) y Max Fuller arrojan luz sobre los objetivos de los escuadrones de la muerte y la complicidad de EEUU y sus aliados a la hora de incitar disturbios civiles en Iraq. El propósito de EEUU es atraer la atención pública hacia la violencia de los ocupados y oprimidos para justificar las acciones de los ocupantes. El papel de los medios es exagerar y explicar la violencia en términos culturales de «iraquíes contra iraquíes», una propaganda de tipo colonial para justificar la ocupación. Además, EEUU y sus aliados están incrementando la violencia socavando el poder de la autoridad central. La reciente firma de un contrato de petróleo entre Noruega – con su máscara de amante de la paz del imperialismo occidental- y los señores de la guerra kurdos a fin de realizar prospecciones para encontrar petróleo en el norte de Iraq sin conocimiento del gobierno central de Bagdad, es un ejemplo que ilustra la forma en que Occidente alimenta el derramamiento de sangre enfrentando a los iraquíes unos contra otros y repartiéndose sus riquezas petrolíferas.



En su reciente conversión como defensor de derechos humanos, Allawi dijo al Sunday’s Observer que muchos iraquíes están siendo asesinados durante los interrogatorios. Dijo: «La gente está haciendo lo mismo o peor que en la época de Sadam Husein. Esas fueron los motivos concretos por los que luchamos contra Saddam Hussein y ahora estamos viendo las mismas cosas. Estamos oyendo hablar de policía secreta y búnkeres secretos donde la gente está siendo interrogada». Como «Primer Ministro» nombrado por EEUU, Allawi sabía mucho sobre las prácticas de torturas sádicas en Abu Ghraib.



Allawi no sólo aprobó la tortura de los prisioneros iraquíes, mató también a algunos. Como «Primer Ministro Interino» de Iraq nombrado por EEUU, Allawi «sacó una pistola y ejecutó hasta a seis sospechosos de pertenecer a la ‘resistencia’ en una comisaría de Bagdad», informó el Sydney Morning Herald el 17 de julio de 2004. El mensaje que Allawi quería hacer llegar a la policía era cómo había que tratar a los prisioneros y al mismo tiempo enviar un mensaje violento a todos los iraquíes de que tenían que aceptar su terror. Es un esbirro y un criminal profesional.



La reciente resurrección de Allawi para las elecciones del próximo diciembre ha demostrado [una vez más] que el objetivo real de EEUU y Reino Unido en Iraq no es la «democracia» o la «libertad» sino la colonización de Iraq para que sirva a los intereses del imperialismo occidental y del sionismo israelí. La guerra de EEUU contra Iraq ha enseñado al resto del mundo que el propósito auténtico de los términos «democracia», «derechos humanos» y «libertad» propagado por los países occidentales no es más que «el camuflaje de sórdidas realidades». Los EEUU y sus aliados no están interesados en los derechos humanos o en una democracia auténtica. Y de forma particular, los EEUU están interesados en controlar los regímenes que puedan servir para sus intereses imperiales. Es la misma clase de democracia impuesta sobre los pueblos de Iberoamérica, los estados árabes y los estados gobernados por sangrientos dictadores apoyados por EEUU.



Consecuente con los principios democráticos estadounidenses de transparencia política y libertad de expresión, la nueva ofensiva democrática de EEUU en Iraq trata de promocionar la ocupación, es decir, la «democracia al estilo EEUU» a través de propaganda engañosa en los periódicos iraquíes para jugar con el pueblo iraquí. Como parte de la ofensiva de la información en Iraq, los militares estadounidenses están pagando de forma secreta a periódicos iraquíes para que publiquen noticias con historias positivas en un esfuerzo por bruñir la imagen de la ocupación estadounidense y distorsionar la visión acerca de la resistencia iraquí. Los artículos, escritos por unidades militares estadounidenses del «destacamento especial de operaciones de información» disfrazados de periodistas independientes, son traducidos al árabe e infiltrados en los periódicos de Bagdad con la ayuda de un contratista de defensa, según oficiales militares estadounidenses y documentos conseguidos por Los Angeles Times. Además, Jonathan S. Landay de Knight Ridder Newspapers informó el 1 de diciembre de 2005 que los militares de EEUU estaban también pagando a reporteros iraquíes hasta 200 dólares USA al mes por escribir historias sobre noticias positivas. Se ha dicho que los pagos se hacían a miembros del Club de Prensa de Bagdad, creado por oficiales del ejército de EEUU hace más de un año.



Cuando se le preguntó sobre la cuestión, el portavoz militar General Rick Lynch defendió el programa y dijo: «Nosotros no mentimos. No necesitamos mentir. Autorizamos a nuestros comandantes de operaciones para que puedan informar al público iraquí, pero todo lo que hacemos se basa en hechos, no en ficción». Alucinaciones ante la incapacidad de conocer y admitir la realidad.



Además, la reciente campaña de propaganda de EEUU y Reino Unido para describir la ocupación de Iraq como «necesaria para promocionar la democracia y luchar contra el terrorismo» es propaganda engañosa. Es contraria a la aspiración del pueblo iraquí de libertad y democracia. Una reciente encuesta dirigida por el Ministerio de Defensa británico en agosto de 2005 revela que alrededor del 82% de los iraquíes se «oponen totalmente» a la ocupación. Menos del 1% de los iraquíes piensa que las fuerzas de la ocupación son responsables de alguna mejora en la situación de la seguridad; y el 45% apoya los ataques contra ellos. Si uno excluye de la encuesta la región kurda de Iraq -donde EEUU cuenta con algunos apoyos-, el sentimiento contra la ocupación es incluso más alto. Se deduce por tanto que no hay razón para que las fuerzas británicas y estadounidenses permanezcan en Iraq: el único trabajo que les queda por hacer es la total e inmediata retirada. La negativa de George Bush a retirar las fuerzas de EEUU de Iraq es también contraria al «intento de acuerdo» alcanzado el 21 de noviembre de 2005 en la conferencia de El Cairo por los dirigentes iraquíes, incluido el actual gobierno títere.



Allawi no representa al pueblo iraquí; todo lo contrario. Es «un hombre de las tinieblas», como le describió su primo, Ali Allawi: «Iyad considera que mantener el poder es fundamentalmente un juego de inteligencia. Es como una especie de perspectiva», declaró Ali Allawi a The New Yorker.



Iyad Allawi ha tenido su tiempo y ha probado que no es más que una cobarde marioneta y un corrupto. Fracasó a la hora de salvar las vidas iraquíes y de hacer frente a la violencia de la ocupación. Allawi reside en Inglaterra y allí es donde debería hacer campaña para las elecciones y no en Iraq.



Allawi está siendo promocionado por los gobiernos británico y estadounidense para las próximas elecciones de diciembre porque encaja en la imagen occidental del «tecnócrata educado» que sirve los intereses de occidente a costa del pueblo iraquí. Allawi proporciona la mejor estampa del árabe actuando en nombre de sus amos. Como su pariente, Ahmed Chalabi, Allawi es un estafador, cometió crímenes contra el estado y el pueblo iraquíes y debería pedírsele responsabilidades por los mismos.



Finalmente, bajo una ocupación militar extranjera, no hay elecciones democráticas que valgan, son ilegítimas. La única vía para unas elecciones democráticas, libres y justas es un Iraq libre y soberano. La democracia y la libertad no son compatibles con la ocupación y la represión. Las aspiraciones del pueblo iraquí de libertad y democracia, y su rechazo de la ocupación en curso, deberían ser apoyadas y emuladas por todos los pueblos amantes de la libertad.



N. de T.:

Véase también la biografía de Iyad Allawi en:

http://www.cidob.org/bios/castellano/lideres/a-008.htm





Texto original en inglés:

www.globalresearch.ca/index.php?context=viewArticle&code=HAS20051203&articleId=1397